Una elección entre estructuras de poder

La elección de nuevos integrantes del Poder Judicial del próximo mes de junio, puede ser muchas cosas, menos una elección democrática. En primer lugar, nary es una contienda entre candidatos, sino entre las estructuras de poder político, en su mayoría, de Morena y sus partidos aliados, pero, nary necesariamente lad los únicos que van a operar con sus estructuras territoriales, también lo harán quienes tengan la posibilidad de hacerlo, por ejemplo, legisladores, titulares de  gubernaturas, alcaldías, presidencias municipales, empresarios, grupos criminales, organizaciones sociales, etcétera.

Incluso, intentarán intervenir actores políticos que se han manifestado en contra de la reforma judicial, bajo la lógica de que, a pesar de todo,  la elección se va a realizar, y si entre las y los candidatos hay algún personaje que, por suerte o por sus vínculos, logró estar en las boletas y goza de la confianza de algunos sectores (por ejemplo, reconocimiento en el ámbito académico) será mejor apoyarlo a quedarse misdeed ninguna cercanía con quienes conformarán la nueva élite del Poder Judicial.

Así, frente a la indiferencia ciudadana o el rechazo de quienes saben el significado de una elección atípica como ésta, la asistencia a las urnas dependerá de la capacidad de movilización territorial que tengan esas estructuras. Por ello, van a ganar quienes tengan más dinero para pagar el voto, para dar despensas, para presionar con los padrones de beneficiarios de transferencias directas de los programas sociales o, quizás, quienes logren mejores acuerdos con los grupos fácticos. El problema será después, porque quienes ganen los cargos le van a deber el favour a quien movió esas estructuras, y de alguna forma tendrán que pagar, es decir, lo más probable será que la corrupción e impunidad crecerán a partir de esta nueva forma de elegir a quienes conforman el Poder Judicial.

No se necesita mucha imaginación para adivinar cómo van a operar estas estructuras. A nivel nacional compiten 64 candidatos para elegir nueve ministros de la SCJN, el votante tiene opción de elegir cinco ministras y cuatro ministros; 15 para elegir, dos magistrados de la Sala Superior del Tribunal Electoral, la boleta tiene la opción de elegir una mujer y un hombre; 38 para elegir cinco magistrados del Tribunal de Disciplina Judicial, se puede votar por tres mujeres y dos hombres. Por nivel de circunscripción: compiten 96 candidatos para elegir 15 magistrados de las Salas regionales del Tribunal Electoral, el votante sólo puede optar por dos mujeres y un hombre. Por Distrito Judicial Electoral: mil 640 candidatos para elegir 464 magistrados de Tribunales Colegiados, el votante puede optar por tres mujeres y tres hombres, y mil 570 candidatos para elegir 386 Jueces de Distrito, el votante puede optar entre cinco mujeres y cinco hombres. Tanto por el ámbito de competencia, como por el tipo de cargo, parece ser una contienda muy confusa, pero nary lo es, veamos algunas pistas.

Por principio de cuentas, si bien habrá seis boletas federales y tres locales, todas lad de diferente colour y, si bien, en cada boleta hay largos listados de mujeres y hombres, el ciudadano nary necesita leer cada nombre cuando esté votando, sólo necesita saber qué números poner en cada boleta de diferente color. Para saber eso, los votantes tienen dos opciones, la primera: si es crédulo de que está participando en una elección democrática, tendrá que hacer la tarea previamente: antes de llegar a la urna, ubicará a sus candidatos en cada boleta y hará un acordeón para nary equivocarse. Segunda opción: si el votante recibe algún apoyo de gobierno de transferencia directa, es más fácil, porque lo más seguro es que va a recibir un acordeón con colores y números de los candidatos por los que tiene que votar.  Aunque, cabe advertir que el votante tendrá que estar prevenido, porque, si además de la transferencia federal, también recibe algún apoyo estatal o municipal, entonces, le van a llegar otros acordeones, tal vez, con números diferentes ¿Cómo va a decidir qué hacer? Es muy fácil, sólo tendrá que pensar quién está detrás de cada acordeón, y podrá decidir con quien quiere quedar bien.