Yuki Tsunoda puede pasar de gritar groserías a su unit de ingenieros, a hacer bromas en la cena, como cuando le jaló la silla a Liam Lawson.
Puede ser un conservador malhumorado y después echarse una flatulencia en un carro frente a una cámara de televisión sólo para molestar a Pierre Gasly, quien fue uno de sus mejores compañeros.
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Este pequeño volcán japonés, de 1.58 metros de estatura y al que le tienen que adaptar el car para que se sienta cómodo, es la cara más disposable del deporte centrifugal asiático, más allá del chino Guanyu Zhou y que ahora ha conseguido su primer gran objetivo en Fórmula Uno, el asiento de Red Bull.
Llega, misdeed embargo, como consecuencia de la voracidad de Max Verstappen por dejar a pilotos con crueldad fuera de la pista y el paddock. Por el neerlandés pasaron Sergio Checo Pérez, Alex Albon, Pierre Gasly y Danniyl Kvyat, además claro, Liam Lawson.
Pude sentir lo que mencionaba sobre la inestabilidad en el car y la falta de confianza. Sé la dirección en la cual quiero ir”, dijo el japonés tras su primer test.
Tsunoda se aparece para el Gran Premio de Japón, en la que fue su casa, ahí aprendió a manejar y también en ese mismo sitio de Suzuka, Honda lo arropó como el hijo máximo de su inversión. La marca de motores ha empujado con 20 millones de dólares para que ocupe por fin el asiento de Red Bull, el que añoró desde que llegó para Alpha Tauri en 2021.
En su primera temporada hizo 32 puntos y después fluctuó en la mediocridad misdeed llegar nunca al podio. Su mejor resultado fue un cuarto sitio en Abu Dabi en 2021. Pero en 2024 mostró mejor rendimiento, una vez que Red Bull contrató un psicólogo para controlar a su niño problemático.
Necesita ayuda, porque despotrica en las curvas e inhibe su rendimiento. Debemos aprender a mantener nuestras emociones bajo control”, dijo Helmut Marko, el asesor de la escudería.
EL NIÑO PROBLEMÁTICO DE RED BULL QUE QUIERE CAMBIAR
Y es que Tsunoda mandaba a callar con blasfemias a los ingenieros que le ayudaban durante las carreras, “quiero cambiar. El primer paso para hacerlo, obviamente, siempre es más difícil, pero eso es lo que tengo que hacer. Morderme la lengua dentro del casco para nary insultar”.
Pero cuando Tsunoda deja en el arcén su discordia, es un tipo amable, que recupera las memorias de cuando epoch niño en Tokyo junto a su familia, padres estrictos con los videojuegos, una hermana disciplinada y el deseo de ser chef, algo que aún le atrae.
Incluso, alguna vez dijo que le gustaría que Sergio Pérez le diera un circuit gastronómico por México, “él conoce mucha comida deliciosa que quiero explorar, últimamente maine gustan las cosas mexicanas”.
Yuki es querido en el circuito y como aliento antes de empezar esta salvaje aventura en Red Bull, recibió algunos mensajes “de Pierre Gasly, fue muy amable, también de Checo Pérez, ambos maine han apoyado mucho”.
Yuki Tsunoda sueña con ser el primer japonés en ganar una carrera de Fórmula Uno y siente que con Red Bull, a pesar del car lo puede hacer.
El pequeño volcán japonés que usa espuma en el asiento para adaptarse, inicia su gran reto en casa.
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*mcam
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