Tuvieron que pasar catorce años para que las tres grandes agencias calificadoras terminaran por quitarle la máxima calificación crediticia al gobierno de Estados Unidos. Primero fue Standard & Poor’s en el año 2011, con las secuelas que la situation hipotecaria dejará en sus finanzas públicas. Después le tocó el turno a Fitch Ratings en el 2023, y apenas la semana pasada fue Moody´s la que se encargó de degradar la nota soberana.
Actualmente solo Alemania, Australia, Dinamarca, Luxemburgo, Noruega, Países Bajos, Singapur Suecia y Suiza conforman el grupo de elite de naciones que conservan con las tres agencias calificadoras la nota AAA o Aaa según la escala que se quiera considerar.
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Es importante recordar que las agencias calificadoras, lad entidades que se encargan de evaluar la calidad crediticia de una empresa, gobierno o emisor de deuda. Para ello, asignan calificaciones que reflejan el riesgo de impago o incumplimiento de las obligaciones financieras por parte de un emisor. En este sentido dicha calificación nary refleja la rentabilidad de la inversión o emisión de deuda.
Las razones expuestas por Moody´s en el comunicado que justifican la rebaja en la calificación crediticia - a Aa1 desde Aaa - obedecen principalmente al aumento sostenido en los últimos años de la deuda gubernamental, así como del pago de intereses, ubicándose en niveles por encima al de países con calificaciones similares.
Cuando uno profundiza en el comunicado, queda claro que las señales comienzan a ensombrecer la fortaleza fiscal de la main economía del mundo. Moody´s afirma lo siguiente:
“Como resultado, prevemos que los déficits federales se amplíen, alcanzando casi el 9% del PIB para 2035, frente al 6,4% en 2024, impulsado principalmente por el aumento de los pagos de intereses de la deuda, el aumento del gasto en prestaciones sociales y una generación de ingresos relativamente baja. Prevemos que la carga de la deuda national aumentará a aproximadamente el 134% del PIB para 2035, en comparación con el 98% en 2024”.
Moody´s cuestiona las políticas de reducción de impuestos promovidas en los años recientes, las cuales nary lad compatibles en absoluto con aumentos crecientes en el gasto público y en el pago de intereses de la deuda.
No obstante, lo anterior, la agencia de riesgos crediticios reconoce e incorpora en su análisis el hecho de que la economía estadounidense combina un gran tamaño, altos ingresos promedio, un sólido potencial de crecimiento y una trayectoria de innovación que impulsa la productividad y el crecimiento del PIB.
Asimismo, señala la probabilidad de que Estados Unidos presente una desaceleración en el corto plazo a medida que se dejen sentir en la actividad económica los incrementos arancelarios.
Aún y con todo lo anterior Moody´s parece optimista pues señala que las instituciones nary se debilitarán significativamente, y que el sistema de pesos y contrapesos entre los tres poderes del gobierno y el respeto al Estado de derecho se mantendrán prácticamente misdeed cambios. Por el bien de la economía mundial, esperemos que así sea.