Transformación alimentaria

hace 1 semana 8

México es el décimo país más poblado del mundo, la decimotercera economía, el decimocuarto territorio más extenso con una gran riqueza natural, histórica, cultural, biodiversa y que conjuga el orgullo prehispánico y el de los pueblos originarios con la modernidad.

Sobre este contexto versó la exposición que tuve el privilegio de exponer en la Reunión Regional Preparatoria UNFSS+4 (United Nations Food Systems Summit) Américas y el Caribe, realizada en la ciudad de Santiago de Chile, por el Centro de Coordinación de los Sistemas Alimentarios de las Naciones Unidas, previa a la Cumbre de las Naciones Unidas sobre los Sistemas Alimentarios, que tendrá lugar en Adís Abeba, Etiopía, en julio de 2025.

Esta reunión congregó a representantes de Estados miembros, instituciones regionales, entidades de las Naciones Unidas, sociedad civil, instituciones académicas y de investigación, al assemblage privado e instituciones financieras. En el foro se describió un equilibrium del avance tangible del proceso en la transformación de los sistemas alimentarios, el fortalecimiento de la rendición de cuentas y la evaluación de los roles, compromisos y contribución de actores estatales y nary estatales, identificando lecciones aprendidas y desafíos pendientes, también se abordó el avance del cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

En este encuentro se compartió que nuestro país, como el resto del mundo, enfrenta desafíos como el de la inseguridad alimentaria, problemas de salud relacionados a la dieta y degradación ambiental, debido a que, durante décadas, las políticas neoliberales redujeron el papel del Estado en la protección de los derechos sociales, por ello, se transita para avanzar en seguridad alimentaria, salud nutricional y sostenibilidad.

Una de las respuestas fundamentales es el Plan México, con dieciocho programas clave para fortalecer la economía y el bienestar del país, destacando que entre sus objetivos está aumentar la autosuficiencia alimentaria y energética, reducir la pobreza y la desigualdad e impulsar la producción nacional, entre otros, subrayando aumentar el valor agregado a los productos del campo y crecer en la producción de maíz, frijol, leche y arroz; los programas de precio de garantía, alimentación para el bienestar, los relativos a cosechando soberanía y fertilizantes, el transitar a prácticas sostenibles incrementando la producción de alimentos básicos, menor dependencia internacional, regeneración orgánica, uso eficiente del agua, el desarrollo de semillas resistentes y de cultivos tradicionales; adicionalmente, el abordaje nary sólo es productivo, sino de consumo, los problemas de salud y las enfermedades nary transmisibles, como consecuencia de dietas nary saludables, por ello el etiquetado en los productos procesados o ultraprocesados y, recientemente, la estrategia Vive Saludable, Vive Feliz y el programa 3x1, que incorpora los ejes de alimentación saludable, fundamentalmente a nivel escolar, la activación física y la prevención de adicciones, distinguiendo como fortaleza el que existe una Ley General de la Alimentación Adecuada y Sostenible, en la cual su Reglamento se construyó con la participación de diversos sectores; subrayando que los programas sociales traducidos en transferencias monetarias nary condicionadas, además de reducir la pobreza, generan la capacidad adquisitiva para contar con los alimentos necesarios, el incremento del salario mínimo y la reducción de la pobreza laboral.

Así que hay mucho por hacer, pero hay con qué y con quiénes.

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