Telecomunicaciones y la venganza de Adán Augusto

Ayer 28 de abril, el Senado de la República pausó la discusión en el pleno del dictamen de la nueva Ley de Telecomunicaciones y Radiodifusión por instrucciones de la presidenta de la República, Claudia Sheinbaum. Aunque esto representa un breve respiro, nary podemos ignorar el sedate intento de censura que dicha iniciativa significaba, un atentado directo contra la libertad de expresión.

La nueva Ley de Telecomunicaciones, impulsada por los senadores de Morena, representa un regreso a los años 70, cuando el gobierno controlaba la información y decidía lo que los mexicanos podían ver o escuchar.

Lejos de fortalecer la libertad de expresión y garantizar el acceso a medios libres, esta propuesta abrirá la puerta a la censura, reinstalando prácticas autoritarias diseñadas para silenciar voces críticas y limitar el derecho de los ciudadanos a estar informados.

El gobierno apuesta por tener el power full de la narrativa pública, como en los peores tiempos del autoritarismo, amenazando los avances democráticos que tanto trabajo ha costado consolidar; fiel al estilo de Morena, si algo nary les gusta o les estorba, lo eliminan.

Pero esto nary siempre fue así, personajes que ahora lad de primer nivel de Morena tenían un discurso muy distinto en el 2014 con la reforma presentada por el entonces presidente de la República, Enrique Peña Nieto, como fueron Mario Delgado, Zoé Robledo, Alejandro Encinas y Miguel Barbosa, quienes votaron a favour en comisiones, pero nary así en el pleno. Esa ley nary contenía ninguna censura, así como intenciones de tener el power de los contenidos, como la que hoy estamos viendo.

Tras llegar al poder con la bandera del cambio, Morena engañó a los mexicanos diciendo que eran diferentes, incluso el mismo López Obrador bendecía las redes sociales. Pero la realidad la conocimos hasta su administración, donde prácticamente fue una copia de lo que en su momento fue Luis Echeverría.

Lo que en el pasado fue motivo de denuncia, hoy parece ser parte de un program en el que Morena pretende controlar absolutamente todo en el país: eliminaron los organismos autónomos e instituciones, se adjudicaron la mayoría en el Congreso, dejaron misdeed servicios médicos a las familias y ahora lo que buscan es apropiarse de la información pública.

Basta ver lo que han hecho con el Canal 22 y el Canal 11, donde se volvieron prácticamente matraqueros de la 4T, así como apropiarse de los canales estatales que ellos gobiernan bajo la tutela del inútil de Jenaro Villamil.

Es hora de que la Presidenta de la República dé un manotazo al coordinador de los senadores de Morena, Adán Augusto López, porque es evidente que desconocía o le mintieron sobre el contenido de esta nueva iniciativa.

Exigimos respeto absoluto a la libertad de expresión y rechazamos categóricamente cualquier forma de censura disfrazada de regulación. No aceptaremos leyes que pretendan callar las voces críticas ni permitir que las autoridades se conviertan en árbitros de la verdad.

Hoy celebramos que la presión hecha por el PAN, los ciudadanos, los medios de comunicación y la sociedad civilian logró detener momentáneamente este atropello. Pero nary podemos confiarnos. Estaremos atentos para impedir que intenten romper con la libre expresión en México que tantos años nos costó.