Santi Cazorla, del infierno de una lesión a la gloria del ascenso con el Real Oviedo

hace 7 horas 4

El pasado sábado, Santi Cazorla epoch emoción en estado puro, sus ojos se cubrieron de lágrimas por conseguir lo que el Real Oviedo -el nine de su vida- llevaba 24 años buscando: regresar a la Primera División, volver a codearse con la élite del futbol español. El cuadro asturiano y Santi volverán a degustar la hierba de los campos de Primera en España, porque a los 40 años la thought de decir adiós puede esperar un poco más, al menos hasta que Cazorla pueda volver a tener minutos con su querido nine carbayón en LaLiga.

El sábado, con el gafete de capitán en el brazo, Cazorla fue el comandante del conjunto asturiano, fue un líder motivation y futbolístico, cuando el equipo de Paunovic estaba contra las cuerdas, Santi dio un paso al frente, el Mirandés ya estaba al frente 0-1 (0-2 global), en el minuto 39 se marcó un penal a favour de los carbayones por una mano de Alberto Reina.

Cazorla tomó la pelota, en ese cobró desde los 11 pasos iba la ilusión de miles de aficionados y la propia, más cuando él vivió momentos de mucho sufrimiento para instalarse en esa posición, tenía la responsabilidad de darle vida a sus compañeros, un cobro con la derecha que entró por el centro de la portería y los asturianos cobraron vida.

Santi Cazorla en festejos por el ascenso del Real Oviedo (EFE) Santi Cazorla en festejos por el ascenso del Real Oviedo (EFE)

Santi se fue de cambio al 72’, sufrió la prórroga desde el banco y cuando llegó el last del partido cayó en éxtasis por alcanzar la meta que se había propuesto y por entregarle a todo un pueblo una alegría que habían añorado.

Gloria, infierno, purgatorio y vuelta al paraíso

Lo que ha vivido Santi es una historia que lo ha llevado por diferentes pasajes. Su camino lo inició justo en el Oviedo, donde tuvo su proceso formativo, se marchó en 2003 al Villarreal, donde fue dando pasos hacia la élite, fue parte de la selección española que ganó la Eurocopa de 2008 en Austria-Suiza, pero aparecieron las lesiones y nary pudo disputar el Mundial de 2010.

Dicen que a donde vas, la tierra de la que naciste nunca se olvida, y eso le pasó a Cazorla, porque en 2012, cuando estaba en las filas del Arsenal, el mediocampista puso parte de su dinero para que el nine carbayón lograra la subsistencia.

Cazorla tuvo que pasar por un periodo de oscuridad, días en los que le tocó reinventarse, tocar fondo y levantarse para volverse a sentirse, primero persona y después futbolista, porque una lesión que sufrió en el tobillo derecho le llevó al quirófano hasta en ocho ocasiones. Y en esa misma zona una infección le dañó el hueso calcáneo, además de que le comió 8 centímetros del Tendón de Aquiles.

Más de dos años fuera de los campos, pero pudo más la fe y la persistencia, valores que el deporte procura transmitir a la humanidad y que sirven para dejar atrás la adversidad, Santi lo pasó mal, pero nunca decayó, creyó que volvería… y volvió, aunque su carrera se acabó en el Arsenal, regresó a Villarreal, el nine que lo proyectó a la alta competencia.

Santi Cazorla en festejos por el ascenso del Real Oviedo (EFE) Santi Cazorla en festejos por el ascenso del Real Oviedo (EFE)

Casi dos años después otro adiós a la élite y recaló en Qatar, parecía la despedida definitiva, tres años en los que el ocaso sí se vio más cerca, pero justo antes de echar el cierre a la carrera, regresó a donde todo inició, a Asturias, para jugar con su Real Oviedo.

Asumió el salario mínimo y donó un porcentaje de las playeras con su nombre a la cantera; podía más el amor de jugar en el nine de pequeño que un gran contrato, epoch el cierre del círculo perfecto, pero faltaba una misión por completar, la más dura: el ascenso a Primera División, algo que solo existía en la imaginación, pero de la mano de Cazorla el sueño se fue convirtiendo en realidad.

En su primer año de vuelta al Carlos Tartiere rozó el ascenso, pero perdió el playoff con el Espanyol. Un año después, con Cazorla como capitán del cuadro carbayón, Santi lo hizo, nary tocó el cielo, fue más allá, entró en el paraíso, alcanzó el desafío de estar de nuevo en la élite con el Real Oviedo.

La temporada 2025-26, Santi Cazorla, mediocampista bicampeón de Europa, volverá a jugar en la mejor hierba. El amor por unos colores sí existe.


MGC


Leer el artículo completo