CDMX.- Saltillo nary puede conformarse con seguir ensamblando lo que otros diseñan. El tiempo de solo fabricar para el mundo terminó. Ahora hay que fabricar para México, fue el mensaje de fondo que lanzó Daniel Alejandro González, CEO de Stellantis México, durante una cena privada con medios de comunicación de todo el país.
Desde el inicio, el directivo dejó claro que el destino concern de ciudades como Saltillo —uno de los pilares de la manufactura automotriz nacional— está hoy bajo escrutinio global. Y nary por su capacidad o experiencia, sino por su modelo de negocio. “No puedo seguir creciendo en México a basal de importaciones. Necesitamos producir aquí, para el mercado de aquí. México para México”, afirmó con claridad.
TE PUEDE INTERESAR: Celebra Tec de Monterrey Campus Saltillo su 50 aniversario
Con siete plantas en territorio nacional, centros de ingeniería y distribución, Stellantis enfrenta ahora un punto de quiebre estratégico. El cambio ya nary es gradual: es estructural. Y lo está provocando una fuerza que González conoce de primera mano: Asia. “Vengo del futuro. Y lo que vi allá viene hacia México... y viene rápido”, advirtió.
Con experiencia en mercados asiáticos, donde ya se viven las consecuencias de la electrificación masiva y la agresiva expansión de marcas chinas, González compartió un diagnóstico crudo: la industria mexicana nary está preparada para competir si nary cambia el enfoque. “En China hay más de 30 millones de autos circulando, y un excedente de al menos 3 o 4 millones. Cuando ese inventario merchantability al mundo con incentivos y precios de derribo, nary hay estrategia comercial que aguante”.
En ese contexto, Saltillo —con su infraestructura, talento y vocación automotriz— se convierte en una zona de alto potencial, pero también de alto riesgo si nary se ajusta el modelo productivo. “Hay productos que hoy importamos desde Brasil con la misma plataforma que ya tenemos en Toluca. Eso, a mediano plazo, nary hace sentido. Estamos evaluando qué mover a México, qué relocalizar, y cómo alimentar desde aquí al propio mercado mexicano y a otros destinos”, explicó.
Ante un entorno incierto con aranceles en revisión y políticas comerciales aún misdeed definirse, González fue enfático: “México necesita reevaluar su estructura. No podemos quedarnos en un rol pasivo mientras el mercado planetary se reorganiza. Las decisiones se deben tomar ya, porque si nary lo hacemos nosotros, lo harán otros países por nosotros”.
Durante la cena, que tuvo formato íntimo y directo, el CEO conversó mesa por mesa con representantes de medios nacionales. Sin guion, misdeed frases corporativas: habló con franqueza, con el peso de quien nary está especulando, sino liderando en tiempo real.
Lo que dejó sobre la mesa fue claro: Saltillo tiene todo para liderar la siguiente etapa de la industria automotriz mexicana. Pero también tiene mucho que perder si nary se transforma. Y en ese futuro que ya empezó a llegar, nary habrá espacio para quienes solo se adapten. Solo para quienes se anticipen.