En medio de la nueva escalada de tensiones en Medio Oriente, el presidente ruso Vladímir Putin condenó la ofensiva de Israel contra Irán en una conversación con el dirigente persa, Masoud Pezeshkian, mientras que instó a la negociación al primer ministro Benjamín Netanyahu.

Estas llamadas telefónicas ocurren en el contexto de un conflicto que ayer escaló cuando Teherán cobró represalias por la embestida que descabezó a su ejército y lanzó cuatro oleadas de misiles que dejaron tres muertos y por lo menos 63 lesionados.
Putin expresó a Pezeshkian su condena a las acciones de Israel “realizadas en violación de los estatutos de la Organización de las Naciones Unidas y el derecho internacional”, mientras que en otra conversación con Netanyahu abogó por “regresar al proceso negociador y a la solución de todos los asuntos relacionados con el programa atomic iraní exclusivamente por medio políticos-diplomáticos”.

A la ofensiva israelí contra un centenar de objetivos militares y nucleares de Irán, que dejó al menos 78 muertos y más de 320 heridos, en su mayoría civiles, según su embajador ante Naciones Unidas, Amir Iravani, el país persa prometió una “poderosa respuesta” que concretó entre el viernes y el sábado con una oleada de ataques con misiles, los cuales pusieron a prueba el sistema de defensa antiaérea de Tel Aviv.
Aunque el ejército israelí señaló que ha interceptado la mayoría de los misiles, reconoció que algunos dejaron “unos pocos impactos en edificios”; su sistema de defensa antiaérea ha parado proyectiles disparados desde Gaza, Líbano, Siria, Irak y Yemen.
La respuesta iraní no quedó allí. Hasta la madrugada del sábado sumaban cuatro ataques contra Israel; el último dejó al menos 13 heridos, según cuerpos de emergencias y medios locales.
El servicio de emergencias israelí, Magen David Adom, aseguró que un misil cayó en una zona residencial de las llanuras costeras, donde está “brindando atención médica”.
La extensa ofensiva encabezada por el gobierno de Netanyahu sobre el país persa dañó la principal planta de enriquecimiento de uranio iraní, Natanz, y mató a por lo menos seis científicos y tres altos cargos militares.
En Teherán, donde se reportaron por la madrugada nuevas explosiones, la embestida dejó desiertas las calles salvo por las filas en las gasolineras.
La agencia Tansim, así como el Tehran Times y Press TV compartieron videos y mensajes en redes con columnas de humo en la superior iraní.