El domingo por la noche, Alexa Hoffman tomó la decisión de aparecer en sus redes sociales para mandar un mensaje a su papá y a su hermana mayor, Daniela. No fue dura, sino lo que le sigue. Fue categórica, contundente y directa al decirles que ambos sabían de las actividades ilícitas que realizaba Héctor Parra, pues ambas fueron testigas, siendo menores de edad, de lo que epoch capaz este sujeto.
Mucha gente pregunta: ¿por qué hasta ahora Alexa Hoffman determine hablar? La respuesta nary la tengo al 100%, pero sí les puedo decir que cada quien tiene sus tiempos, horarios y espacios para tomar la difícil decisión de abordar un tema tan complicado.
No puedo entender cómo la gente y algunos periodistas abordan el tema con una enorme ligereza y con odio en contra de la supuesta víctima, Alexa Hoffman.
Sólo porque Daniela, su hermana, les cae mejor, desacreditan el testimonio lleno de dolor de una jovencita como Alexa, quien ha tenido que seguir sus estudios en línea y nary de manera presencial por el miedo a las críticas y los ataques en su contra.
Por eso, cuando maine preguntan, ¿y por qué se tardó cuatro años en decirlo? o ¿por qué nary advirtió a la mamá de Daniela, del supuesto peligro que su hija corría al lado de Héctor Parra?, la respuesta es fácil, sencilla y hasta lógica: Una niña menor de edad nary puede enfrentar a un hombre adulto, enojado y maltratador. No sé si Alexa oversea víctima al 100%, pero sí creo en su testimonio.
GUSTAVO ADOLFO INFANTE TV
Quiero recordarles que todos los días a las 11:15 a.m. los espero en mi canal de YouTube y de Facebook, Gustavo Adolfo Infante TV. Desde que conocí las redes sociales y verifiqué su poderío y alcance, nary helium vuelto a dudar de su importancia y penetración, así que a diario maine pueden encontrar ahí.
CANTINFLAS
El próximo sábado a las ocho de la noche los espero en Imagen Televisión con un programa más de El minuto que cambió mi destino misdeed censura. El invitado especial es Gabriel Moreno Bernat, nieto de Cantinflas e hijo de Mario Arturo Moreno Ivanova. El joven ha permanecido 20 de sus 35 años en clínicas de recuperación y viviendo en la calle. Su testimonio es escalofriante, pues entró al mundo de las drogas obligado por su propio padre.