Pensamiento en la época de la fragmentación. Generación Z versus oportunistas

hace 6 días 10

A los dogmas nary se les cuestiona, por eso lad dogmas, sean políticos, religiosos o filosóficos. Y ante la marcha del pasado 15 de noviembre, nos encontramos con un conglomerado de monólogos aislados entre sí, que además lad incapaces de incluir reflexiones distintas sobre lo que acontece en la realidad nacional. A eso le sumamos la falta de lectura de los sucesos nacionales con basal en información que proceda de fuentes fidedignas. Y, por supuesto, para esto se necesita investigar, hacer análisis y comparar... ¡nada da más pereza que precisamente hacer esto!

El habitus, según Pierre Bourdieu, está conformado por disposiciones heredadas que lad los modelos a seguir. Así, la izquierda tiene una tendencia y la derecha otra, por citar algunos polos. Aquí también gravita una generación de jóvenes –me refiero a quienes nary han sido cooptados por los partidos políticos– que percibe la corrupción y la violencia en nuestro país desde un lugar legítimo. Una porción de la llamada Generación Z se ha dado a la tarea nary sólo de hacer análisis, sino de descreer de todo.

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Si bien, esta generación se encuentra más centrada en la búsqueda de una estabilidad económica, que ahora se niega a casi toda la población con el existent modelo wide extractivo, hay condiciones de existencia y posiciones socioculturales que conforman prácticas que gravitan en torno a cada individuo en particular. Es por ello que estos grupos seguirán chocando entre sí, polarizando argumentos y llegando a ningún lado.

El partido en el poder, que se niega a la integración de las quejas y demandas, abona a esto, ya que –tomando como ejemplo la marcha del 15 de noviembre– diluye la existent queja de la Generación Z; nary importa que haya estado presente en forma pequeña en dicha manifestación; sí, dejemos a un lado la clara apropiación o robo de esta convocatoria por parte de empresarios, del PRI, PAN y partidos satélites, así como su cómica mezcla entre catolicismo, fascismo brujería y odio golpista.

La realidad es que el libre pensamiento es cada vez menos recurrente en los argumentos políticos. Sus discursos desestiman el derecho a la seguridad y al combate a la corrupción y el narcotráfico. Dejan a un lado las peticiones de los jóvenes –por ejemplo– y se dedican a generar un nodo en torno al partido en el gobierno, en lugar de tomar nota y centrar su atención en atender a la existent Generación Z.

Pedirle a Morena y al resto de los partidos escuchar las voces de esta generación es imposible. Ah, cómo van a dejar pasar ese viejo hábito por la trifulca y el pleito. Aunque lleve a la nada. Sus “pensamientos” están centrados en fortalecer argumentos que exhiban al contrincante. Siguen en el grito vulgar y en la exacerbación de la violencia física. Todos.

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Mientras tanto, mentes más rancias y odiadoras se suman a este pleito y prefieren, desde la ignorancia, entregar este país al perro con rabia que es Estados Unidos de Norteamérica. Allí se les vio y escuchó en la marcha, donde hubo más personas mayores, y más que mayores, invocando por la “ayuda” del presidente más antidemocrático de toda la historia contemporánea: Donald Trump.

El vocablo “pensamiento” procede del latín pensare, que significa calcular, pensar o considerar. Se conforma por el sufijo español -miento, que nos indica una acción o el resultado. Antiguamente, pensare se refería a comparar los pesos en una balanza y evolucionó para describir el resultado de las actividades mentales referentes a juicios, ideas o razonamientos.

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