Red Bull Racing enfrenta una decisión clave sobre el futuro de Liam Lawson después de un inicio de temporada complicado para el piloto neozelandés. Lawson, quien tomó el asiento de Sergio Pérez para la temporada 2025, ha tenido dificultades para adaptarse al monoplaza y sus resultados han generado dudas dentro del equipo.
Desde que Red Bull apostó por Lawson con apenas 11 carreras de experiencia en la Fórmula 1, existía la incertidumbre sobre su rendimiento. Ahora, tras solo dos Grandes Premios, su desempeño ha sido motivo de preocupación. En las sesiones de clasificación y la carrera al sprint, Lawson ha estado en la parte trasera de la parrilla, con un promedio de 0.880 segundos por vuelta detrás de los líderes. En el Gran Premio de China, clasificó en la última posición tanto para el sprint como para la carrera, terminando en el puesto 14 en el sprint y 12 en la carrera, gracias a descalificaciones de otros pilotos. Estos resultados nary han sido suficientes para Red Bull, que busca mantener su dominio en el campeonato.
Christian Horner, jefe del equipo, admitió que han sido carreras complicadas para Lawson y que Red Bull tiene la responsabilidad de apoyarlo. Sin embargo, al ser cuestionado sobre la posibilidad de un cambio antes del Gran Premio de Japón, evitó una respuesta concreta: “Por el momento, todo es especulación. Acabamos de terminar la carrera y analizaremos la información con atención”, señaló Horner.
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Uno de los principales problemas para Lawson ha sido la dificultad de manejar el auto, un origin que también afectó a anteriores pilotos de Red Bull como Pierre Gasly, Alex Albon y el propio Checo Pérez. El monoplaza está diseñado para adaptarse al estilo de conducción de Max Verstappen, quien saca provecho de su agresivo manejo, especialmente en la parte delantera del coche.