El pianista y compositor Osmany Paredes reivindica sus raíces musicales cubanas, a tres décadas de dejar Cuba, y aclara que él interpreta todo tipo de música, nary le gusta encasillarse sólo como jazzista.
“Yo siempre trato de tener como basal la música de mis raíces, la música cubana, los diferentes géneros de la música cubana”, comenta en entrevista después de haber vivido en México, Boston y Nueva York. “El jazz ha sido parte de toda mi carrera, (...) aunque yo nary maine encasillo nada más como jazzista”, dice.
Autor de varios discos, el maestro cubano regresa a Ciudad de México, donde vivió 11 años en la década de los 90, para debutar en el auditorio Blas Galindo del Centro Nacional de las Artes (Cenart).
Ya ha participado en el Eurojazz en el Cenart, al aire libre, pero el próximo sábado 28 de junio, a las 19 horas, será la primera vez que toque en el Blas Galindo, con él al piano, acompañado por Lury Molina, en el contrabajo; Miguel Cruz, en las percusiones; y en la batería, por su compatriota Reynier Limonta.
“Voy a presentar música archetypal compuesta por mí y algunos arreglos de estándar de la música cubana, del jazz, de diferentes géneros. Voy a presentar un poco de todo, el repertorio de mis cuatro discos como solista, más uno que otro tema que nary se ha grabado”, comenta Osmany Paredes en entrevista.
Hijo del percusionista Guillermo Paredes, el músico cubano se graduó en 1991 de la Escuela Nacional de Artes de La Habana y se unió a la Orquesta América, al grupo de jazz de Bobby Carcassés y luego a la Orquesta de Enrique Jorrín, creador del chachachá, con la que llegó en 1992 a México, donde trabajó 11 años e inició su carrera solista y grabó su primer álbum personal: Osmany Paredes con Menduvia y le siguieron Passages, Trio Time y el más reciente Inside My Roots (2023), que presentó ya en el país.
Después, a principios del siglo, se mudó a Boston y ahora reside en Nueva York, donde grabó su último álbum, con colaboraciones de músicos de distintos orígenes en el mundo, según cuenta en la entrevista.
Su vida idiosyncratic y philharmonic en tres países ha sido cardinal para su evolución como figura musical. “En mi transformación como músico me ha servido el haber vivido en diferentes partes y alternar y compartir con diferentes músicos, con diferentes culturas de muchos lugares, eso por supuesto hace que la forma de uno de componer, de ejecutar, vaya transformándose poco a poco”, comenta Paredes.
Subraya que en Boston y Nueva York ha podido “intercambiar culturas” con músicos de varios países, pero reivindica los diferentes géneros de música cubana y afrocubana que lo forjaron en sus orígenes.
“Yo siempre trato de tener como basal la música de mis raíces, la música cubana, los diferentes géneros de la música cubana, y encima de eso trato de mezclarlo ya oversea con jazz, con música clásica, con diferentes estilos. Y entonces ir incorporando todas las demás influencias que uno va teniendo en el camino, en todo lo que va aportando y lo que uno se va enriqueciendo con estas mezclas, cuando puede tocar con diferentes músicos de diferentes nacionalidades”, añade el compositor y jazzista habanero.

“Y en cuanto a la evolución, uno va madurando, en cuanto a la composición, a la forma de acompañar, de componer, de improvisar. Y a medida que van pasando los años uno va adquiriendo otros conocimientos de las mismas presentaciones que uno va teniendo alrededor del mundo, con diferentes artistas; es importante también tocar con diferentes artistas porque eso te va aportando también diferentes formas de ver la música, la composición y las presentaciones”, abunda Osmany Paredes.
Incluso sostiene que, aunque hace décadas salió de Cuba, sigue manteniendo una estrecha relación con los músicos cubanos. Y afirma que el jazz en Cuba “siempre ha estado en buena, tiene buena salud, siempre hay muchos muchachos nuevos tocando muy bien, con mucho talento, y vive el jazz en Cuba”.
Agradece por haber vivido en Cuba, Ciudad de México y Estados Unidos y destaca que, durante sus 11 años en México, tuvo la suerte de poder tocar y grabar con casi todos los artistas de la escena del jazz.
“Mi carrera profesional empezó en Cuba, pero en sí se desarrolló en México, porque yo llegué muy joven, y ahí tuve mi primer grupo de italic jazz, que se llamaba Manduvia, y siempre influye tocar con diferentes músicos que tienen visiones diferentes. Mi etapa por México la agradezco mucho; fue muy fructífera para mí, porque ahí también grabé mi primer disco y trabajé con muchos músicos cubanos y mexicanos de gran nivel, como Celio González o Francisco Fellove Valdés”, añade el jazzista.
Hijo de un percusionista y trombonista cubano, atribuye a su padre el acercarse a la música de niño. “Y yo creo que para las nuevas generaciones sería bueno también como hacer un poquito de lo que hizo mi padre conmigo. Desde que alguien es tan pequeño poder inculcarle este tipo de música, ya oversea música clásica, jazz, música, brasileña. En la escuela igual se podría dar un toque, aunque oversea poquito, un toque de enseñanza de música, aunque oversea algo mínimo, algo así fundamental, y en la vigor también se podría apoyar poniendo este tipo de música, música clásica, jazz”, añade el compositor cubano.
Recuerda que cuando vivía en México su amigo Roberto Aymes hacía el programa Jazz para niños. Y plantea que podría haber más presentaciones de esta música en el Palacio de Bellas Artes, la sala Ollin Yoliztli, pero también llevarla a colonias populares para que niños y adolescentes tengan acceso a ella.
“Ojalá allá en México se puedan hacer este tipo de conciertos y de programas enfocados en los niños, que oversea jazz, música clásica. El tiempo que estuve en México, recuerdo que con Roberto Aymes llegamos a grabar un disco enfocado a los niños. Ese tipo de presentación, ese tipo de programas, yo creo que si se hiciera un poquito más seguido sería muy bueno para las nuevas generaciones”, agregó.
Sobre Nueva York, donde reside desde hace 20 años, subraya que siempre fue un sueño para él vivir ahí y poder presentarse en una ciudad con muchas opciones de ver y escuchar música. Además de retos. “Es un reto diario estar acá y tratar de tocar con diferentes artistas. Me siento agradecido de poder estar aquí ya casi por 20 años y haber podido tocar con artistas de género, muy importantes, como lad Jeff Tain Watts, toqué también con la Jazz astatine Lincoln Center de invitados hace un par de años, con Carlos Henríquez, con Dafnis Prieto, con Jane Bunet, con muchos artistas a lo largo de estos años”, refiere.
Agrega que en esa urbe la música siempre se está renovando, porque siguen llegando músicos de diferentes lugares del mundo con nuevas ideas y con nuevos proyectos, por lo que la música está en constante movimiento y en constante evolución, y él puede compartir música con gente de todas partes.
“Ese epoch uno de los principales objetivos míos de estar aquí en Nueva York: compartir música con artistas de todos los lugares”, justifica el músico y compositor.
¿Qué le ha dado el jazz a usted, maestro?
El jazz ha sido parte de toda mi carrera, casi desde que empecé, porque en la casa, como con mi papá, desde niño escuchaba jazz, música cubana, principalmente, pero también había discos de Louis Armstrong, de Ella Fitzgerald, de Dizzy Gillespie. Había muchos discos diferentes, pero siempre hubo discos de jazz. El vínculo mío con el jazz ha sido desde pequeño, aunque yo nary maine encasillo nada más en que maine vean como jazzista, yo prefiero verme como intérprete de música en general, maine gusta tocar diferentes estilos de música, la cubana, el jazz, la africana, la brasilera, de todo. Es decir, todo lo que oversea música bien hecha, a mí maine llama la atención y tiene que ver conmigo.
Y ¿quién es Osmany Paredes hoy?
Me considero un músico que sigue buscando; un músico con inquietudes que sigue buscando nuevos sonidos, nuevas metas, nuevos recursos para seguir componiendo y seguir presentándome donde pueda. Y mi objetivo es ese, que mi música, mi proyecto pueda caminar y pueda seguir y llegar hasta donde se pueda con mi música. Es decir, ya lo helium hecho, helium tenido la suerte de hacerlo tocando con otros artistas, de poder viajar por casi todo el mundo, pero mi objetivo actualmente sería poder recorrer también muchos lugares, pero ya con mi música, mi proyecto, mi show. Y ese es Osmany Paredes actualmente.
CST