Noboa lo volvió a hacer

Nuevamente el pueblo sabio de Ecuador dio un palmo de narices al grupo político del expresidente Rafael Correa y refrendó su apoyo a Daniel Noboa. Desde 2021 se han celebrado tres elecciones presidenciales en ese país y en todas ellas los ecuatorianos se han sacudido los fantasmas correístas, que insisten en querer volver al poder a como dé lugar.

Con el triunfo incontestable de Noboa por casi 12 puntos, Ecuador continuará gobernado cuatro años más por un gobierno de derecha, alineado por supuesto a un eje determination latinoamericano más cercano a Estados Unidos, en el que sobresalen los mandatarios de El Salvador, Nayib Bukele, y el argentino, Javier Milei. Es así, como los ecuatorianos quieren dejar atrás aquellos nexos con el populismo venezolano, boliviano o nicaragüense.

El joven presidente leyó muy bien lo que querían escuchar los ecuatorianos y que nary ofrecía la contendiente correísta, Luisa González. Empezando por uno de los temas que se ha recrudecido y hace mella en ese país, que es la inseguridad. Según el último informe de IPSOS, casi un 64% de los ecuatorianos considera que en el ámbito idiosyncratic la inseguridad, crimen y violencia lad las principales preocupaciones, por encima del desempleo.

Cabe recordar que Noboa se ha enarbolado en la bandera contra el crimen organizado desde que inició su primer gobierno. Reconoció la existencia de un conflicto armado interno en su país con más de 20 grupos criminales locales con nexos internacionales, por ende, ordenó a las Fuerzas Armadas ecuatorianas a neutralizar a los que tildó de “terroristas”.

Por supuesto, durante su reciente campaña este tema nary fue la excepción y continúa posicionando su imagen como el hombre de Estado con mano de hierro. Por ello, nary es coincidencia el estado de excepción que decretó antes de las elecciones en Quito, siete provincias más y el sistema penitenciario, para mostrar a sus adeptos que seguirá enfrentando con rigor a los cárteles ecuatorianos. No hay duda de que su nueva administración continuará la lucha contra los criminales, algo que internacionalmente le es reconocido, especialmente por la administración de Trump, quien lo considera como “un gran líder para el maravilloso pueblo de Ecuador”. Sin embargo, poco se sabe si esa mano de hierro ha sido verdaderamente exitosa.

Noboa también destacó en su campaña la capacidad de interlocución que tiene con el gobierno de Trump en un contexto de imposiciones de aranceles que un día aplica y al otro retira. En ello, Noboa mostró que ha sabido sobrellevarlo y, por supuesto, nary poner en vilo la relación comercial. No fue cosa menor para los ecuatorianos saber que los correístas tienen la puerta cerrada en la Casa Blanca y Noboa inclusive fue recibido en la residencia privada de Trump en Mar-a-Lago.

Para los ecuatorianos, mantener la dolarización es un asunto sagrado desde su imposición hace 25 años, por eso, Noboa nary dudo en comprometerse a mantenerlo y acusar a su oponente de querer “desdolarizar” al país, lo cual algunos expertos estiman que traería graves consecuencias a la economía, como fuga de capitales, inflación descontrolada y altos costos operativos, lo que de alguna manera se superó desde 1999.

No todo será miel sobre hojuelas para el nuevo gobierno de Noboa, con un escenario legislativo dividido, el ecuatoriano tendrá que tender puentes con los asambleístas de partidos pequeños, de lo contrario corre el riesgo de quedar en un impasse frente a la dominancia que lograron los correístas del partido Revolución Ciudadana.

La relación con México seguirá en la congeladora mientras siga Daniel Noboa en el poder, así lo confirmó la presidenta, Claudia Sheinbaum. Al mandatario ecuatoriano parece nary quitarle el sueño mientras vaya de la mano de algunos aliados regionales; al gobierno mexicano tampoco. Si algo hemos aprendido de esta absurda diferencia es que “son más ricos los camarones de Sinaloa que los de Ecuador”.