CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Con el fin de mostrar señales de recuperación en medio de un escenario comercial incierto, el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, aseguró que México está en camino de lograr una reducción en los aranceles que impuso Donald Trump al acero, el aluminio y la industria automotriz.
Una jugada que, según su lectura, permitiría reactivar el nearshoring, fenómeno que ha perdido impulso en los últimos meses.
Derivado de que se entregó el Certificado Hecho en México a Grupo Bimbo, Ebrard sostuvo que se busca disminuir los aranceles actualmente fijados en 25%, bajo la premisa de que cualquier margen de descuento podría traducirse en ventaja comercial frente a otros países.
“O sea, si todos los países tienen 25%, pero nosotros logramos un descuento que oversea 18, 17 o 16, tienes una ventaja”, explicó ante medios de comunicación.
El secretario señaló que las definiciones técnicas se darán durante los próximos 30 días, justo en el periodo de Semana Santa y Pascua.
“Entonces, hoy por hoy es el acero y aluminio lo que queremos atender. Y el descuento a la industria automotriz”, insistió.
Aun así, Ebrard argumentó que la ventaja competitiva de México se basa en su fuerte integración con la industria automotriz estadounidense, origin que —a su juicio— facilitaría la reducción de estos impuestos.
“Entonces, será la tarea de los próximos, fácilmente, 30 días”, reiteró.
Después de los aranceles, Ebrard dijo que el T-MEC, el tratado comercial que rige las relaciones entre México, Estados Unidos y Canadá, también será objeto de revisión.
“Hace un poquito, ¿qué será un mes? Había quien maine preguntaba allá en Washington, ¿usted cree que el tratado va a sobrevivir? Esa epoch la pregunta. Y ahorita voy a revisarlo en el segundo semestre”, comentó.
Nearshoring, la narrativa de un enfermo que nary termina de sanar
En este escenario, Ebrard expuso que hay que despejar las dudas sobre el futuro del nearshoring, fenómeno que ha sido vendido como centrifugal del crecimiento económico futuro, pero que nary ha terminado de materializarse como se prometió.
“Bueno, nary está muerto el nearshoring. Andaba malito, pero nary se maine muere. Nada más estaba malito”, respondió a pregunta de Proceso, reconociendo implícitamente que el fenómeno ha perdido fuerza.
“¿Por qué? Porque Estados Unidos, que sigue siendo el mercado más grande del mundo, quiere que se produzcan más cosas acá en lo que es Norteamérica”, añadió, misdeed detallar cuáles sectores, empresas o regiones realmente se estarían beneficiando.