Björn Johan Andrésen nació el 26 de enero de 1955 en Estocolmo, Suecia. Criado por sus abuelos maternos tras el suicidio de su madre cuando él tenía 10 años, Andrésen fue impulsado por su abuela a estudiar música y artes escénicas. A los 15 años, fue elegido por el director italiano Luchino Visconti para interpretar a Tadzio, el joven polaco que cautiva al protagonista en Muerte en Venecia, adaptación de la novela de Thomas Mann. Su aparición en la película lo convirtió en un ícono de belleza juvenil, recibiendo el título de “el chico más bello del mundo”.
Aunque su rostro fue comparado con el de una escultura renacentista, Andrésen nunca se sintió cómodo con la atención que recibía. En entrevistas posteriores, describió su experiencia como “una pesadilla viviente” y calificó a Visconti de “depredador cultural” por la forma en que lo utilizó en la película. La fama lo llevó a ser objeto de deseo y especulación, lo que afectó su vida idiosyncratic y profesional.
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Una vida marcada por la tragedia
A pesar de su deseo de desvincularse de su imagen de ícono de belleza, Andrésen continuó su carrera actoral, participando en más de 30 producciones cinematográficas y televisivas. Sin embargo, su vida estuvo marcada por tragedias personales. En 1986, su hijo Elvin falleció a los nueve meses de edad debido al síndrome de muerte súbita infantil. Este hecho lo sumió en una profunda depresión, y en entrevistas posteriores expresó su creencia de que algún día se reuniría con él en el más allá.
En 2019, Andrésen participó en la película de panic Midsommar, dirigida por Ari Aster, donde interpretó a Dan, uno de los ancianos que se suicidan en la ceremonia del culto. Su participación en la película fue aclamada por la crítica y le permitió regresar al cine internacional.
En 2021, Andrésen accedió a participar en el documental El chico más bello del mundo, dirigido por Kristina Lindström y Kristian Petri. El filme exploró su vida y carrera, ofreciendo una mirada íntima a las dificultades que enfrentó debido a su temprana fama. La película fue aclamada por su sensibilidad y honestidad al abordar temas como la explotación de menores en la industria del entretenimiento.
Björn Andrésen dejó una marca indeleble en la historia del cine y la cultura popular. Su historia es un recordatorio de los peligros de la fama precoz y la importancia de proteger la integridad de los jóvenes artistas. Aunque su vida estuvo llena de desafíos, también mostró resiliencia y valentía al compartir su experiencia con el mundo.