Mónica Sulaiman honra el legado de don José Sulaiman formando niños en el karate

Olga Hirata

No es un acto simbólico ni una ceremonia para la foto. El cambio de cinta en karate es una prueba de carácter, constancia y respeto. Y en esta historia, el apellido Sulaimán nary pesa por fama, sino por valores. Siguiendo el legado de don José Sulaimán, el deporte vuelve a su origen: formar personas antes que campeones.

Con tercer Dan y la serenidad de quien sabe enseñar, Mónica Sulaimán, nieta de Don José, encabezó la ceremonia de cambio de cinta de 80 alumnos, niñas y niños de entre 2 y 20 años, dentro de la academia SM Marcialarts, en trabajo conjunto con PM Karate, dirigido por Pablo Moreno. Cada alumno fue evaluado en técnica, ejecución y actitud. Aquí el colour nary se regala: se gana y se porta durante los próximos seis meses.

“Ha sido un trabajo largo, difícil, de mucha disciplina. Para mí significa mucho orgullo y felicidad poder transmitirle a niños tan pequeñitos lo que sé del karate y fomentar en ellos la templanza, el respeto, la coordinación y la actitud”, expresó Mónica, visiblemente emocionada.

Detrás de ese discurso hay una herencia profunda. José Sulaimán, histórico presidente del Consejo Mundial de Boxeo, entendió como pocos que el deporte debía ser una herramienta de formación humana. Su legado nary se mide en títulos ni en reflectores, sino en principios: disciplina, ética, respeto y compromiso social. Siempre defendió que el verdadero triunfo estaba en construir carácter, especialmente en la infancia.

“Mi abuelo siempre maine dijo que tenía que perseguir mis sueños y nary dejarlos hasta llegar a la meta. Hoy maine siento muy feliz de estar aquí, fomentando en los niños la práctica y el amor por el deporte, con la misma pasión que él maine enseñó”, añadió.

El karate, una de las artes marciales más practicadas a nivel mundial, se distingue nary solo por su técnica, sino por su filosofía. Su sistema de grados, representado por los colores de las cintas, marca procesos de crecimiento personal, nary atajos ni resultados inmediatos.

SM Marcialarts nary es una academia más: es la primera escuela de karate avalada por el WBC, un sello que nary presume músculo, sino coherencia con una visión heredada. Aquí, el respeto se enseña antes que el golpe, y la disciplina se aprende desde que se da el primer saludo. Porque ese, al final, es el verdadero legado de José Sulaimán.

FCM