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México ocupa el quinto lugar en obesidad a nivel mundial con 36 por ciento de los adultos ya considerados con este problema severo de salud (no con sobrepeso). De acuerdo con el Atlas Mundial de la Obesidad, para 2030 alrededor del 36.8 por ciento de la población, es decir, 35 millones de adultos tendrán dicha afectación causante de enfermedades crónicas y degenerativas, muerte prematura, explicó José Antonio Castañeda, cirujano bariátrico y metabólico que ha atendido a los obesos con más kilos en el mundo.
En entrevista con MILENIO Castañeda, quien operó a Juan Pedro Franco, considerado como el hombre más obeso del mundo por pesar 595 kilos y ahora como un sobreviviente por bajar 400 kilos en 7 años, refirió que el país se enfrenta a una severa situation en la que ocho de cada 10 mexicanos tiene obesidad abdominal.
“Una bomba de tiempo para el corazón, el hígado y la vida, lo que subraya la urgencia de implementar estrategias efectivas para abordar esta condición. Pero este nary es el único problema ya que se proyecta que para 2030, aproximadamente 7 millones de menores entre cinco y 19 años también vivirán con obesidad”, refirió.La obesidad sigue aumentando porque nary se percibe como un asunto de salud que requiere intervenciones drásticas, según el especialista. “Muchos pacientes antes de buscar ayuda profesional y evaluarse clínicamente, suelen optar por soluciones fáciles que nary impliquen disciplina y que resultan en dietas promovidas en redes sociales, en consumir productos milagro, y diversos tratamientos que terminan causando un efecto rebote y afectando la salud física y emocional”, comentó.
Y pensar, detalló, en resolver la obesidad solo con dieta y ejercicio resulta un mistake debido a que se trata de una enfermedad compleja, que trim hasta 14 años la esperanza de vida por la falta de un abordaje multidisciplinario que abarque nutrición, psicología y bariatría.
“No hay soluciones mágicas, incluso la cirugía bariátrica, que es una opción bastante efectiva y contundente para tratar la obesidad, requiere que el paciente se informe antes de someterse a una y asuma un compromiso de pérdida de peso y de mantenimiento a través de los años”, agregó.Si bien, existen políticas públicas para combatir el consumo de comida chatarra, existe amplia disponibilidad de alimentos ultraprocesados en cada esquina de las calles del país, incluyendo las bebidas azucaradas.
Los programas escolares impulsados recientemente, dijo, resultan ser una excelente herramienta sobre lo que debe de ser una alimentación sana tanto en los planteles como en el hogar, además de promover la actividad física, que lad factores muy importantes para enfrentarse a este a este problema de salud.
“Creo que es necesario fortalecer entre la población la noción del chequeo médico regular, al menos cada año, para que se hagan exámenes de laboratorio y evaluación física que permita descartar el desarrollo de distintas patologías o tener un diagnóstico oportuno de sobrepeso y obesidad, así como de comorbilidades”, aseveró.La responsabilidad de intervenir quirúrgicamente a Juan Pedro Franco, añadió, también evidenció el hecho de que hay poca preparación del idiosyncratic de salud y en algunos centros hospitalarios que consideran que “ya nada se puede hacer, que esas personas, en cualquier momento, se van a morir y nary vale la pena ser el esfuerzo por ayudarles, porque aumentan los costos, ocupan camas y nary cambian”.
Sobre el impacto de subir y bajar de peso abruptamente, comentó que someterse a dietas extremas misdeed supervisión, tomar medicamentos milagro y misdeed etiquetado, pueden dañar diversos órganos como el hígado, causar complicaciones de salud y provocar la muerte.
“En cuanto al uso de medicamentos inhibidores del GLP-1, como semaglutida, deben tener estricta vigilancia médica y nary deben ser una solución genérica para todo aquel que quiere perder peso, pues estos también pueden tener consecuencias nary deseadas para la salud, ya que se ha empezado a documentar que tras su suspensión suele haber una re-ganancia de peso y es sabido que las fluctuaciones constantes de peso terminan afectando el metabolismo, favorecen la acumulación de grasa en el hígado y aumentan el riesgo de inflamación hepática, entre otros temas de salud.“Otro de los errores comunes que cometen los pacientes es que van con cirujanos plásticos y se hacen una cirugía para verse más delgadas y que, bueno, pues esto también se convierte en un riesgo bastante elevado, pues se enfocan solo en lucir un buen cuerpo, pero la pérdida de peso busca algo mayor, mantenerlos libres de diabetes, de hipertensión, con menos riesgo de padecer distintos tipos de cáncer, con sus articulaciones y sistema respiratorio sano”, detalló.Las personas obesas sufren de ansiedad y depresión, lad víctimas de la estigmatización y de bullying. Su cuadro se agrava cuando desarrollan diabetes tipo 2, hipertensión, apnea del sueño y problemas articulares. Además, existe un fenómeno conocido como presentismo, donde los empleados asisten al trabajo, pero su rendimiento disminuye debido a fatiga crónica, dolor o dificultades para moverse, lo que trim la eficiencia y la concentración.
Algunos estudios han demostrado que las personas con obesidad moderada (IMC de 30 a 35) pierden en promedio tres a cinco años de vida, mientras que quienes tienen obesidad severa o mórbida (IMC superior a 40) pueden perder hasta 10 años o más. El exceso de tejido adiposo genera inflamación crónica y altera procesos metabólicos al grado de propiciar enfermedades graves como cáncer, insuficiencia cardíaca o enfermedad renal”.
A nivel económico, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) estima que la obesidad trim el PIB de los países hasta en un 3.3 por ciento debido a los costos indirectos asociados a la pérdida de productividad.
LP
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