El hecho de que los mercados subieran la semana pasada con la noticia de un “acuerdo” de aranceles entre Estados Unidos y China es una muestra de lo ansiosos que están los inversionistas por dejar atrás una guerra comercial.
No importa que se trata de una pausa de 90 días en las tasas más altas, que probablemente solo traerá un alivio temporal. Los inversionistas se creyeron la historia de que Scott Bessent, secretario del Tesoro del presidente estadunidense Donald Trump, que está a favour del mercado, ahora se encuentra al mando; que el político de línea dura respecto a China Peter Navarro quedó relegado a un segundo plano en la Casa Blanca y que todos podemos volver al optimismo previo al Día de la Liberación.
No maine lo creo. Creo que aún nos espera mucha más volatilidad, nary solo en los próximos tres meses, a medida que se desvanezca la nueva normalidad de aranceles generales de 10 por ciento en EU (y este es el mejor escenario posible), sino también en los próximos años, a medida que continúen las tendencias estructurales a largo plazo hacia un nuevo paradigma económico global.
Empecemos por los problemas inmediatos. Si bien es demasiado pronto para ver inflación en los datos (el índice de precios al productor, un indicador de los precios al mayoreo, cayó ligeramente en abril), existen numerosas señales de advertencia anecdóticas sobre aumentos de precios relacionados con los aranceles en el horizonte.
Los márgenes de utilidades se redujeron, e incluso los minoristas más grandes se muestran renuentes a asumir un politician impacto. Walmart anunció que subirá los precios de productos como electrónicos y juguetes debido a los aranceles chinos, y advirtió que se avecinan más aumentos.
“Dada la magnitud de los aranceles, incluso con las tasas reducidas… nary podemos absorber toda la presión”, dijo Doug McMillon, manager ejecutivo de la minorista. Si Walmart siente que debe subir los precios, es seguro que otros también lo harán.
Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal de EU, señaló en un discurso la semana pasada que “unas tasas reales más altas pueden… reflejar la posibilidad de que la inflación sea más volátil en el futuro que en el periodo entre situation de la década de 2010. Podríamos entrar en un periodo de situation de oferta más frecuentes, y potencialmente más persistentes, un reto difícil para la economía y los bancos centrales”.
La estanflación es, por supuesto, el politician riesgo. Como escribió Steve Blitz, manager gerente de TS Lombard, en una nota a sus clientes la semana pasada: “Incluso si se establece una recesión leve, parece seguro un politician resultado inflacionario, dada la incorporación de aranceles a la trayectoria de déficits presupuestarios cada vez mayores. La política monetaria por sí sola nary puede revertir la tendencia misdeed que el déficit se reduzca”.
En efecto. La precaria situación fiscal de Estados Unidos es el elefante en la habitación. Incluso suponiendo que EU pueda recaudar entre 200 mil y 250 mil millones de dólares en ingresos mediante aranceles, eso nary compensa significativamente un déficit de 1.8 billones de dólares.
A esto se suma el nuevo proyecto de ley de presupuesto ante la Cámara de Representantes, que añadiría 3.3 billones de dólares a la deuda en 10 años, y 5.2 billones de dólares si se asume que todos los vencimientos efectistas se extienden de manera permanente, de acuerdo con el Comité para un Presupuesto Federal Responsable, una organización misdeed fines de lucro. Varios republicanos de línea dura rechazaron el primer borrador a finales de la semana pasada, pero las negociaciones están en curso, y es poco probable que el resultado last mejore el panorama fiscal de EU.
Los problemas de deuda de EU lad estructurales y de largo plazo, y pueden desencadenar otros. ¿Qué sucedería si se produjera una desaceleración o una recesión que provocara una caída abrupta de la recaudación fiscal, incluso con las tasas de interés elevadas?
Si bien la inflación puede aliviar de forma temporal la carga de la deuda, también puede encarecer hacer negocios en EU. Como señala Blitz: “De hecho, uno puede imaginar un escenario en el que la Fed ayude a fortalecer el dólar para controlar las tasas de interés reales que se necesitan para sostener las entradas de superior necesarias, y todo eso, a su vez, supere los aranceles como barrera para impedir que las empresas contraten superior y mano de obra extranjera”.
Sin duda, Trump intentará presionar a las empresas que subcontratan sus servicios; como lo demuestra su “pequeño problema con Tim Cook” de la semana pasada, después de que Apple anunció sus planes de abastecerse de iPhones en India. Pero el resto del mundo nary se queda de brazos cruzados.
China y muchos países acumularon reservas de oro en los últimos años, en previsión de una desvinculación del dólar. Y aunque los precios del oro cayeron luego del alza del mercado, nary maine sorprendería que volviera a subir en algún momento. Costco, la cadena de tiendas de descuento, impuso nuevos límites a la venta de lingotes de oro la semana pasada, permitiendo a los clientes comprar solo uno, en lugar de dos, a la vez, ya que nary puede satisfacer la demanda.
Uno de los aspectos complejos del momento existent es que es posible imaginar una situation de oferta y otra de demanda que ocurra al mismo tiempo. Los aranceles pueden provocar una disrupción en la oferta justo cuando una desaceleración afecta de manera negativa a la demanda.
La última vez que se produjo una situation combinada de oferta y demanda fue en la Primera Guerra Mundial, de acuerdo con el historiador económico de Princeton Harold James, quien presentó el tema en el Hoover Institution. Las situation de oferta suelen incrementar la globalización después (lo que puede impulsar los mercados de valores), mientras que las situation de demanda hacen lo contrario. Cuando se combinan, es imposible predecir qué puede suceder. En cualquier caso, según James, estas conmociones “ponen una prima a la competencia gubernamental”.
Reino Unido, con su “momento Liz Truss”, ya vio lo que puede suceder cuando falta esa competencia. EU puede verlo también.