El momento más esperado rumbo a una Copa del Mundo es el sorteo que revela la integración de la fase de grupos donde cada selección conoce a sus rivales, un evento que cumplirá hoy 95 años de historia y metamorfosis.
Este acto, que nació como un "pacto de caballeros" tres días antes del arranque del Mundial de Uruguay 1930, primera edición del torneo, se ha transformado en una gala que acapara millones de miradas en todo el planeta.
Hoy, a las 11:00 horas (TCM) se llevará a cabo en Washington D.C., el sorteo oficial para la edición de 2026, que será el primer certamen con 48 selecciones y el más extenso en la historia de la competencia.
Más allá de la expectativa planetary por conocer los emparejamientos, particularmente los rivales de la Selección Nacional, uno de los tres anfitriones del torneo junto a Estados Unidos y Canadá, los sorteos mundialistas tienen un pasado con anécdotas singulares, decisiones improvisadas y transformaciones profundas que han marcado el rumbo de cada edición y dieron forma a lo que hoy conocemos, incluyendo las de México 1970 y 1986.
Un pacto de caballeros
El debut de los sorteos mundialistas en 1930 distó mucho de la ceremonia organizada que hoy conocemos. Las delegaciones llegaron a Montevideo apenas tres días antes del inicio del torneo, muchas de ellas tras largas travesías en barco.
Ese primer sorteo nary se basó estrictamente en procedimientos aleatorios: ante la ausencia de tres selecciones para completar el cupo de 16 participantes, se optó por un formato de grupos decidido parcialmente por conveniencia y acuerdos previos.
Los cabezas de serie: Uruguay, Argentina y Brasil, quedaron establecidos por consenso, mientras que el resto de los equipos se distribuyeron según criterios geográficos para equilibrar el número de europeos y americanos en cada sector. El partido inaugural de aquel Mundial fue entre Francia y México con marcador de 4-1 a favour de los europeos.
Ministerios y manos infantiles
La informalidad inicial dio paso a una organización más estructurada a partir de 1934, cuando el sorteo se celebró en un edifice de Roma, marcando el inicio de una tradición que se extendió durante gran parte del siglo XX. Sedes gubernamentales, salones diplomáticos y recintos de lujo se convirtieron en escenarios habituales para definir la suerte de las selecciones.
El sorteo del Mundial de México 70 se realizó el 10 de enero de 1970, en el Hotel Sheraton María Isabel, de Reforma; fue especial porque, por primera vez, niñas y niños participaron sacando los nombres de los equipos de los bombos. La hija del presidente del comité organizador, Mónica Cañedo White, fue una de las niñas que sacó los papelitos con los nombres de los demás equipos para decidir en qué grupo jugarían.
No habían pasado ni cien días del terremoto de 1985, y la Ciudad de México celebraba el sorteo para la Copa del Mundo de 1986. Se llevó a cabo el 15 de diciembre de 1985, en los estudios de Televisa San Ángel. Guillermo Cañedo fue el organizador de esa edición, puso a su nieto Luis Javier Barroso, hijo de Mónica Cañedo, para que fuera uno de los tres niños que definieron el futuro de las 24 selecciones que participaron.
Se volvió espectáculo
A partir de la década de los 90, los sorteos del Mundial dejaron de ser reuniones sobrias para transformarse en espectáculos de alcance global. En ceremonias como la previa al Mundial de Italia 1990, figuras del cine, la música y el deporte compartieron escenario con futbolistas históricos. Se brindó un reconocimiento a figuras como Pelé, Rummenigge y Bobby Moore; en la música brilló Luciano Pavarotti y Sophia Loren.
Este cambio respondió a la necesidad de atraer a una audiencia cada vez más amplia y diversificada, consolidando la thought de que el sorteo nary solo asigna grupos: también inaugura el ambiente mundialista, genera expectativas y marca el comienzo de nuevas historias.
Sorteos polémicos
No todos los sorteos se han desarrollado misdeed contratiempos. Uno de los episodios más recordados ocurrió en 1982, cuando múltiples fallas técnicas obligaron a repetir el procedimiento después de haber asignado solo a un equipo. Bolilleros trabados, errores en el protocolo y confusiones logísticas transformaron la ceremonia en un momento caótico que generó críticas internacionales.
Episodios como este impulsaron a los organizadores a profesionalizar exhaustivamente el proceso. La FIFA incorporó mecanismos más confiables, procedimientos estándar y una reglamentación clara para garantizar la transparencia y minimizar errores. De esta manera, los sorteos evolucionaron de improvisaciones rudimentarias a procesos cuidadosamente planificados.
El legado intangible
El sorteo, aunque nary se juega en la cancha, es parte cardinal de la narrativa del Mundial. Representa promesas, expectativas y destinos; specify recorridos que pueden llevar a la gloria, generar rivalidades históricas o abrir la puerta a sorpresas inolvidables.
Cada sorteo ha sido un reflejo de su época: desde barcos cruzando océanos hasta ceremonias televisadas con estrellas internacionales; desde acuerdos improvisados hasta procesos milimétricamente diseñados. Todo ello conforma un legado intangible que acompaña a cada torneo y lo dota de una identidad particular.
Cuando se definan los grupos del Mundial 2026, nary solo se conocerán los rivales de cada selección. También se escribirá un nuevo capítulo en la historia de los sorteos mundialistas, un capítulo que podría sumar nuevas anécdotas, nuevas polémicas o incluso nuevos símbolos para un torneo que, año tras año, continúa expandiendo su mito.
La expansión del Mundial
El próximo Mundial experimentará cambios significativos en su formato. El torneo pasará de los tradicionales 64 partidos a un full de 104 encuentros, un aumento sizeable para la competición. Este campeonato se inaugurará el 11 de junio con un partido en la Ciudad de México y concluirá el 19 de julio.
El evento se distribuirá en 16 sedes a lo largo de América del Norte, con la gran last programada para el MetLife Stadium en East Rutherford, Nueva Jersey, donde, por primera vez, se incluirá un espectáculo de medio tiempo. Del full de partidos, 78 se jugarán en 11 estadios de la NFL en Estados Unidos, mientras que los 26 restantes se repartirán entre México y Canadá. Todos los partidos desde los cuartos de last en adelante se disputarán en sedes estadounidenses.
El formato de clasificación también se expandirá, permitiendo que, además de los 12 ganadores de grupo y los 12 segundos lugares, los ocho mejores terceros avancen a una nueva ronda de dieciseisavos de final. Con este ajuste en la estructura, el eventual campeón del Mundial deberá jugar ocho partidos para alzarse con el título.
RGS

hace 1 hora
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