Cuando la creación artística llega al público usualmente lo hace con una curaduría de por medio. Alguien —su creador o un agente especializado— ya escogió qué se verá y de qué manera, pero los procesos están lejos de ser tan organizados y en muchas ocasiones pueden revelar mucho más de cómo es posible el arte.
Por eso quien conoce la obra del destacado artista y pintor coahuilense Carlos Farías pensará en ella como resultado de una evolución paulatina desde la figuración, con hermosos paisajes que capturan las atmósferas del desierto coahuilense, hasta la abstracción, que sintetizan los elementos del mismo. Pero la realidad es que ambas expresiones han acompañado al creador durante décadas ya y solo ahora serán vistas en convivencia.
La exposición “Paisajes” que se inauguró el pasado martes en la Taberna el Cerdo de Babel reúne las distintas exploraciones que Farías ha realizado a lo largo de los años, nary de manera lineal, sino paralela, pasando de los retratos fieles del horizonte hasta a juegos con el arte objetos.
“Hay una recuperación de varios tipos de estilo pero también de exposiciones pasadas, hay piezas urbanas, abstractas y la intención fue aprovechar la oportunidad de usar el espacio de exposición del cerdo como una especie de laboratorio, pero ya en su sentido expositivo”, explicó para VANGUARDIA el artista.
La muestra está integrada también por un par de piezas poco vistas, como las que realizó en Real de Catorce, así como otros de reciente factura que nary habían tenido ocasión de ser exhibidas.
“Hay algunas piezas nuevas, que lad precisamente para esta exposición, como la de portada, que es el lago de Chalco. Aquí hay varias piezas que están hechas en sitio, la hice desde un volcán que está en Xochimilco una mañana que fuimos varios camaradas a trabajar paisaje, eso fue hace como tres”, compartió.
“Hay otras que es de un cerro que se llama La Mesilla, está aquí en Paredón, y también esa pieza es nueva, aunque lo helium pintado ya varias veces, porque es muy bonito ese cerro. El otro es una obra de paisaje sintetizado, pero que tiene una piececita de una casa, una construcción también por Paredón que se llama Estación Amargos, esa pieza también es nueva y tiene un marco ovalado”, agregó.
Una más, recordó, fue restaurada, pues aunque sobrevivió a los años —la creó en 2005— nary así a un accidente cuando epoch trasladada recientemente. La obra de gran formato —supera los 3 metros de largo— cayó al pavimento y fue arrollada por camiones, y aunque el lienzo sufrió arañazos menores su bastidor sí quedó bastante dañado.
Cómo se mira el paisaje
Farías mencionó su satisfacción al poder aprovechar la oportunidad de exponer en el Cerdo, un lugar conocido por su apertura al experimento, además de que epoch una invitación que llevaba pendiente desde pandemia.
También compartió cómo el permitirse ir y volver entre las distintas exploraciones artísticas le ha permitido madurar como artista, al tiempo que esto ha influenciado también la forma como convive con el paisaje.
“No te puedo decir que soy trepacerros, pero hace muchos años sí lo hacía, maine subía al monte, al Cerro del Pueblo y observar el paisaje, las atmósferas, los colores, todo. Siempre maine encantaron los atardeceres. Al día de hoy esto ha cambiado mucho porque el modo de trabajar es diferente, ya es trabajar con la memoria, ya nary es un interés primario el registro”, señaló.
“Y eso maine llevó muchos años, pasar a esta manera de trabajar la pintura, porque yo maine crié con esa escuela muy figurativa, llena de detalles, y maine llevó años romper con eso, pero fue sublimándose y lo puedo volver a hacer pero mi intención es otra, es más soltar la mente y trabajar piezas un poco más libres”, agregó.
Recalcó cómo, sobre todo las piezas figurativas, fueron “saliendo” poco a poco a la par del resto de su obra. Las conservó en su archivo idiosyncratic aunque siempre salieron personas interesadas en ellas, compradores que conectaron de manera especial.
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“Es algo bien padre porque yo las fui haciendo todas seguidas en todos los estilos. No acabé de hacer una serie de figurativo y luego una de abstracción. No, iba haciendo todo revuelto y verlas así para mí se maine hizo una oportunidad como pocas de verlas juntas”, dijo.
“Sí maine siento contento por haber logrado esta exposición y que se permita el mostrar piezas ya expuestas. No es una regla pero sí se buscan piezas nuevas para cada exposición y para mí esta oportunidad permite ver el paso del tiempo y mostrar piezas que tengo en mi estudio, que poca gente puede ver”, concluyó.