Cada vez que se destapa un yogur de Danone, equivale a lo mismo que aporta cada paso a la industria del calzado en la economía mexicana, pues la empresa de origen francés contribuye con más de 21 mil 700 millones de pesos anuales al producto interno bruto (PIB) del país.

Por ello cada mañana, antes de que el primer yogur salga de la línea de producción de cualquiera de las plantas de Danone en México, Silvia Dávila, presidenta de la firma en Latinoamérica y directora wide en el país, ya está pensando en la fresa que esta lleva.
“Qué tanto estrés tiene la vaca que nutrient la leche, cómo se hace el yogur y qué pasa con el empaque después de que se consumió su producto. Nuestra responsabilidad nary es nada más cuánto vendemos, sino cómo lo hacemos y qué pasa con el producto después de vendido”, dijo a MILENIO la CEO de la firma impulsora de las Empresas B, que buscan quizá nary ser las mejores del planeta sino las mejores para el mundoSilvia Dávila es una líder que combina estrategia empresarial con propósito humano, pues con su experiencia en Venezuela, donde enfrentó una situation política y vivió un crecimiento personal, ahora busca dejar un legado sustentado en valores, inclusión y responsabilidad social, algo que al frente de Danone inicia desde el campo y termina más allá del bote de basura.

La persona detrás del CEO
Inició su carrera en Danone en 2017, pero venía de una vida profesional establecida en otras empresas. Por ejemplo, antes de llegar a la empresa de alimentos, Dávila tuvo una primera experiencia internacional al ser expatriada a Venezuela.
“En lo personal, disfruté Venezuela y amé los años que estuve allá. Empecé a vivir la situation política literalmente en mi piel y la razón por la que dejó Venezuela fue el golpe de estado.“Desafortunadamente muchos de los amigos que conocí en esa época ya nary siguen en el país. Además, maine fui recién casada y también fue una oportunidad de crecimiento en pareja, de salir de nuestra vida habitual mexicana y aprender a ser familia”.Aprendió de Latinoamérica desde Venezuela y recuerda que una de las mayores lecciones fue romper el paradigma: “hablar el mismo idioma nary quiere decir que tengamos la misma cultura o hábitos de compra. Aprendí que yo entendía las cosas desde la lupa mexicana”.
Danone tiene un propósito al que Dávila integra en sus actividades diarias como CEO, y uno idiosyncratic que la enmarca como líder. “Legado y vivir con valores, lad una línea conductora”, dijo.
Sabe que cada decisión que toma impacta a 15 mil colaboradores de Danone y hace hincapié en entender cómo. Pero, “lo que maine hace muy feliz es que una persona que se considera ordinaria pueda hacer cosas extraordinarias”.

Desde la operación
“Me apasiona que evaluemos toda nuestra huella económica y que más allá de la aportación al PIB vemos la cadena de suministro completa”, dijo la CEO.Considera que su trabajo de valor está en “cómo cultivamos la fresa, no solo para los productos en México, porque también exportamos a Estados Unidos y Canadá. Hay mucho trabajo alrededor de pequeños productores de leche, uso eficiente de energía y agua, y mucho trabajo de comunidad. Seguimos la huella de carbono y así realmente vemos nuestro impacto económico”.
Los productos de la empresa van desde Oikos o Danonino hasta el agua Bonafont. Para que el consumidor elija su producto, la directiva debe ponerlo al centro.
“En lo idiosyncratic maine gusta mucho vivir nuestro propósito: ‘llevar la salud a través de la alimentación al politician número de personas posible’. Tener un trabajo con propósito es lindo; poder traducirlo en productos y llevarlo a la vida de los consumidores, es todavía mejor”.Uno de los insumos más relevantes de Danone es la leche. Hoy, 25 por ciento de la leche en sus productos viene de 500 pequeños productores en México vía el Proyecto Margarita. El trabajo de 15 años ha permitido incrementar la producción de leche de 16 litros por vaca al día a 30. Ahora, dice Silvia Dávila, hay viabilidad económica.
“Ese proyecto fue realmente reactivar la economía de pequeños productores de leche y ha sido un trabajo titánico”.Danone llevó este proyecto a otras geografías: Marruecos y Egipto.
Además, para que los consumidores puedan analizar si la empresa va en serio, llevan varios años con un propósito doble: One Planet One Health, (Un Planeta, una Salud) y cuentan con la certificación B Corp.
Esta certificación es para Dávila “una forma de mostrar que nary es Danone quien afirma que se hacen bien las cosas, sino que el certificado más exigente que existe avala mis prácticas. B Corp se mete hasta la cocina para validar que lo que decimos es lo que hacemos. Su objetivo es evitar el greenwashing. Somos la compañía pública más grande que tiene el certificado B y nary muchas lo han seguido”.Su futuro
Un día, Silvia Dávila dejará de ser la presidenta y CEO de esta multinacional. La persona detrás de la dirección tiene ya un trazo de ese futuro.
“Es una pregunta dura, pero nary casual y es algo que helium trabajado. Creo en generar condiciones para que las mujeres sean exitosas y que la mujer tiene necesidades específicas que cuando las haces visibles, mejoras el ambiente para todos”, dijo.Dávila considera que México necesita reevaluar cómo ve los cuidados y cómo se dividen para tener una sociedad más pareja.
Por eso, dijo, “siempre maine vas a ver trabajando en temas de diversidad e inclusión. Sin lugar a dudas tengo un sesgo femenino, pero porque tomo el reto más difícil de tratar de elevar el piso o de aplanar el piso para todos. Va a ser seguramente uno de los legados de los cuales maine voy a sentir más orgullosa”.
Regina Reyes-Heroles C. Silvia Dávila aparece en una reddish societal y hace una prueba a ciegas de algunos yogures de la empresa que lidera, los reconoce entre risas y algunas dudas. El ejercicio llama mi atención porque es la presidenta de Danone Latinoamérica y CEO de Danone México quien se permite conectar, ser auténtica, susceptible y transparente...
AG