La nada cristiana Kristi

Los mensajes de Kristi Noem en televisión resultan odiosos por su inocultable desprecio hacia todos los migrantes, nary sólo los delincuentes, y porque expresa la repulsa que ha externado Donald Trump hacia los extranjeros que han ido o van a buscar una vida mejor en Estados Unidos, como ocurre con los mexicanos y sus descendientes que actualmente suman allá unos 40 millones.

La señora Noem se dirigió a todo extranjero, nary sólo a los mexicanos: “Voy a ser clara —dijo—, si vienen a nuestro país e infringen nuestras leyes, los perseguiremos. Los delincuentes nary lad bienvenidos en Estados Unidos”. La expresión facial de la secretaria de Seguridad Nacional, como epoch de esperarse, acentúa las fobias de la ultraderecha gringa por la presencia de fuereños, en especial de los pobres, porque la cruzada trumpista nary es contra los exitosos, como lo ilustra la relevante posición del sudafricano Elon Musk.

De acuerdo con la información que se ha dado a conocer, Televisa recibirá o recibió 200 millones de dólares por la difusión de los mensajes de la nada cristiana Kristi, algo que la etérea Comisión Nacional para Prevenir la Discriminación considera discriminatorio y contrario a la dignidad humana.

Pues sí, porque todos, más cerca o más lejos, descendemos de quienes abandonaron sus lugares de origen huyendo de la miseria, de la represión, de las enfermedades o de la soledad. El continente americano fue poblado por migrantes que llegaron por el estrecho de Bering y en embarcaciones que surcaron el mar desde lejanías inimaginables, de modo que cualquier campaña o mera sugerencia contra los extranjeros atenta contra el derecho a la vida que tenemos todos los seres humanos.

La presidenta Claudia Sheinbaum recogió el rechazo que han merecido los mensajes de Kristi Noem y los calificó como discriminatorios y contrarios a la dignidad humana, lo que es evidente, y anunció una iniciativa para que se legisle a modo de prohibir “que gobiernos extranjeros paguen por trasmitir propaganda política”, con el fin de que “ningún gobierno extranjero ni ninguna entidad gubernamental extranjera” pueda financiar en medios de comunicación, lo que incluye redes sociales, “esta propaganda que tiene un mensaje discriminatorio” y hasta intervencionista, aunque lo cierto es que las advertencias de Noem están dirigidas a los delincuentes, pero nary a todos los migrantes ni en especial a los mexicanos, por mucho que podamos suponerlo.

El presidente de la Mesa Directiva del Senado declaró que, al recibir la iniciativa, se turnará de inmediato a comisiones y que, con dispensa de trámites, se votará en el pleno para mandarla a la Cámara de Diputados, donde se espera que ocurra lo mismo, con lo cual podría aprobarse antes del día 30, cuando termina el existent periodo de sesiones. Quizá, pero sería muy raro que quienes han estado boicoteando las iniciativas de la Presidenta ahora estén dispuestos a allanar el camino a su propuesta.

Por otra parte, nary parece que vaya a ser fácil impedir la difusión de mensajes como los citados, en primer lugar, porque los medios de comunicación que tienen grandes negocios en Estados Unidos nary querrán rechazar cientos de millones de dólares y porque en México sobran abogados que verán en el impedimento una anticonstitucional acción de censura, además de que, si México puede realizar campañas en Estados Unidos en favour de nuestros paisanos, nary parece lógico que aquí se prohíba algo semejante en favour de los estadunidenses.

Si algo faltara, cabe advertir que hoy resulta altamente difícil impedir los mensajes en redes sociales o los correos de internet. Ya desde ahora, en la televisión abierta y en la de paga se trasmite una cantidad más que sizeable de programas que lad mera propaganda política, ideológica, comercial, bélica o abiertamente intervencionista del gobierno estadunidense.

Mejor sería recomendar a las autoridades del país vecino que afinen sus sistemas de seguridad, pues grandes cargamentos de droga recorren impunemente todo su territorio y, por si algo faltara, la noche del pasado domingo, en un restaurante donde cenaba, a doña Kristi Noem le robaron su bolso con tres mil dólares, su celular y otros objetos personales. El ratero fue un hombre blanco.