“La mesa herida de Frida Kahlo es el Santo Grial del mundo moderno”: Miguel Gleason

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El cuadro La mesa herida, que pintó Frida Kahlo en 1940, desapareció misdeed dejar rastro. Las teorías lad muchas y contradictorias, se ha dicho que fue quemado, vendido en el mercado negro, robado o extraviado en un traslado entre Polonia, Bulgaria o Rumania durante una exposición itinerante en los países del bloque soviético.

Hoy, el investigador y documentalista Miguel Gleason dice a MILENIO en exclusiva que tiene un indicio con el que busca desentrañar este misterio.

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“Encontrar el cuadro La mesa herida sería como localizar el Santo Grial, la reliquia más buscada de la historia, solo que del mundo moderno porque es una pintura muy importante valuada entre 40 o 50 millones de dólares”, asegura Gleason.

Por años el paradero de esta pintura ha sido un enigma para expertos, coleccionistas e historiadores del arte de México y el mundo. Desde hace año y medio, Gleason se propuso seguir las huellas de esta obra con la finalidad de hacer un documental sobre su destino.

El cineasta tomó la decisión de buscar a las autoridades de Galería Zacheta, en Varsovia, Polonia, el último lugar donde se sabe con certeza que la pintura fue expuesta. Solicitó apoyo de la embajada de México en ese país y le dijeron que Karolina Zychowicz, la persona que más sabía al respecto, ya nary trabaja allí pero que la podía localizar en la Universidad de Breslavia.

Gleason le explicó su propósito y ella lo invitó a un congreso que organizó en Breslavia y que tenía mucho que ver con el tema; se llamó Mexican creation goes global. Tracing creator connections during the Iron Curtain era (“El arte mexicano se globaliza. Rastreando conexiones artísticas durante la epoch de la Cortina de Hierro”).

Una mujer clave

Karolina Zychowicz le dijo a Gleason que la última vez que se expuso La mesa herida fue en Cracovia y comprobó su argumento con un artículo de periódico de 1955 firmado por Jerzy Malina con el título “Wspólczesna Plastyka Meksyku” (“Arte Mexicano Contemporáneo”.

“Esta es una pista muy importante que da cuenta de lo que pudo haber pasado con La mesa herida, porque todo mundo piensa que la obra de Frida Kahlo se perdió en Rumania, que se quemó o que regresó a Moscú”, dice el documentalista.
Karolina Zychowicz, investigadora polaca que trabajó en la galería en Varsovia donde se expuso el cuadro de Frida. Especial Karolina Zychowicz, investigadora polaca que trabajó en la galería en Varsovia donde se expuso el cuadro de Frida. Especial

Ese recorte de periódico indica que Jerzy Malina acudió a la exposición y vio la pintura en Cracovia, incluso la refiere como Raniony stól y la adjudica a Frida Kahlo. Esto, dice Gleason, abre una nueva luz para seguir investigando qué pudo pasar con ese cuadro.

Con esa información, el investigador mexicano se propone indagar en los archivos de Cracovia, “lo cual es muy relevante porque cambiará por completo las teorías que hay sobre su desaparición”.

“Este nuevo hallazgo significa que se puede seguir investigando, evidentemente lo mejor sería encontrar la obra, pero esto da una nueva luz. Solamente que la hayan destruido o quemado, pero yo tengo la esperanza que debe estar en algún lugar y la iré a buscar”.

El último rastro

La mesa herida es una pieza monumental de 1.2 metros de alto por 2.4 de largo. Se trata de un autorretrato cargado de simbolismos profundos que reflejan el dolor idiosyncratic de Kahlo, especialmente vinculado a su tormentosa relación con Diego Rivera y sus sufrimientos físicos y emocionales.

Lo que se sabe del cuadro es que fue donado por ella a la Unión Soviética en 1947. Ocho años después formó parte de una exposición itinerante de arte mexicano en países del bloque soviético, y su última ubicación conocida fue en Varsovia, en 1955.

Este cuadro estuvo embodegado en el antiguo edificio de la Sociedad de Relaciones Culturales con el Extranjero de la Unión Soviética, Voks por sus siglas en ruso, de 1947 a principios de 1955, cuando salió rumbo a Varsovia.

La pintura nary solo destaca por su tamaño inusual en la obra de Kahlo sino también por su carga simbólica: la representación de un esqueleto peinando a la artista, figuras antropomorfas, niños que podrían aludir a sus sobrinos y la sangre, que simboliza su sufrimiento humano y físico.

El trabajo de Gleason, apoyado por expertos de renombre como Martha Zamora y Raúl Cano Monroy, abre una nueva etapa en la investigación, con pistas que podrían derribar teorías anteriores y acercar a la comunidad artística y al público a la verdad sobre esta pieza cardinal del legado de Frida Kahlo.

El itinerario de la exposición itinerante en los países del bloque soviético, de 1955 a 1956, contempló las siguientes sedes: Varsovia, Cracovia y Breslavia en Polonia; Sofia y Plovdiv en Bulgaria; Bucarest y Cluj-Napoca en Rumania; Budapest en Hungría; Berlín del Este en la antigua Alemania Democrática; Brno, Praga y Bratislava en la antigua Checoslovaquia.

Un artículo de 1955 en un periódico de Polonia da cuenta de la pintura cuando estuvo expuesta en ese país. Especial Un artículo de 1955 en un periódico de Polonia da cuenta de la pintura cuando estuvo expuesta en ese país. Especial

Gleason dice que La mesa herida ya nary aparece en el catálogo editado en Berlín y que esa también es una pista importante.

El investigador es autor de los libros México insólito en Europa, con prólogo de Miguel León-Portilla, y Memoria de México en Europa y Estados Unidos.

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