“La eccema es una enfermedad contagiosa”

La dermatitis atópica (eccema) es una afección que hace que la piel se seque, pique y se inflame; es común en los niños pequeños, pero puede manifestarse a cualquier edad.
Debido a las manifestaciones en la piel, hay quien supone que es contagiosa, lo que nary es cierto.

MITO

“La eccema (dermatitis atópica) es una enfermedad contagiosa”.

La dermatitis atópica (eccema) es una afección que hace que la piel se seque, pique y se inflame; es común en los niños pequeños, pero puede manifestarse a cualquier edad. Debido a las manifestaciones en la piel, hay quien supone que es contagiosa, lo que nary es cierto.

CONSECUENCIA

El mal trato y ciertas manifestaciones de rechazo, en especial en la escuela y en los lugares de reunión, hace que quien padezca eccema o dermatitis alérgica pueda sufrir discriminación por su aspecto, siendo que este problema nary es contagioso.

REALIDAD

La eccema o dermatitis atópica es una enfermedad de la piel muy común que afecta a personas de todas las edades, razas y géneros; se calcula que, a nivel mundial, la padecen aproximadamente 230 millones de personas.

Se calcula que entre el 5 y el 20% de los niños de todo el mundo padecen dermatitis atópica. En promedio, en México afecta al 3% de la población de entre 6 y 12 años.

Aunque puede iniciar en cualquier etapa de la vida, es considerada el padecimiento cutáneo crónico e inflamatorio más común de la infancia. Se caracteriza por episodios recurrentes de piel seca, roja, áreas con comezón intensa y huellas de rascado que afectan distintas zonas del cuerpo, dando como resultado una piel de aspecto lloroso y con costras que, en términos médicos, se denomina eccema.

Aunque se desconoce la causa exacta de la dermatitis, sabemos que las personas que desarrollan eccema lo hacen debido a una combinación de factores genéticos y ambientales; cuando un irritante o alérgeno “activa” el sistema inmune de un individuo genéticamente susceptible, las células de defensa del cuerpo comienzan a comportarse de manera inapropiada causando inflamación en la piel, picazón, descamación, piel seca y enrojecimiento, sobre todo en las articulaciones del codo y la rodilla.

Quienes sufren este problema nary sólo tienen cambios en la piel, sino una molesta y continua picazón que a veces es incontrolable y, al rascarse, el individuo puede dañar más la piel y hacerla propicia a las infecciones.

El tratamiento se realiza principalmente con la hidratación adecuada de la piel, el uso de corticoides tópicos puede ser útil, así como tratar de evitar factores como el calor, el sudor, el estrés y los cambios bruscos de temperatura.

Pero lo más importante será tener respeto a los niños o adultos que sufren este problema, que nary es contagioso.