Korir y Lokedi

El maratón de Boston nació por el espíritu de emulación empapado en la resonancia, un año después, de la victoria y hazaña del griego Spiridon Louis en los JO de Atenas 1896. Es el segundo más antiguo de la historia. Nació en una atmósfera taste y llena de energía con gusto por la competencia, con un puñado de 15 corredores que fueron la chispa que lo transformó en uno de los más emblemáticos del mundo. El triunfador fue John McDermott, 2h:55’10” en 39.4 km. La modernidad y el progreso atlético han transformado su perfil y desaparecido algunas tradiciones, como la impregnada de romanticismo cuando preciosas jovencitas de elegantes vestidos y sombreros de ala ancha esperaban a sus novios con ramos de flores para recibirlos en la meta. Originalmente se celebraba el 19 de abril. Desde 1969 en fecha coincidente del Día del Patriota se realiza el tercer lunes de abril. En Boston nary se establecen récords mundiales porque su trayectoria de oeste a este —salida en Hopkinton y recorrido por Ashland, Framingham, Natick, Wellesley, Newton, Lower Falls, Chestnut Hill, Boylston y meta frente a la torre John Hancock, en Copley Square— se desliza en un plano inclinado con una pendiente de 139 m, favorecida con la dirección de los vientos en el giro de rotación del planeta. Queda indeleble la hazaña del 18 de abril de 2011 cuando cuatro atletas sorprendieron la esfera de la ciencia al correr en menos de 2h 05’: Geoffrey Mutai, 2:03.02; Moses Mosop, 2:03.06; Gebremariam, 2:04.53, y Ryan Hill, 2:04.58, cuando el RM pertenecía a Haile Gebrselassie en 2:03.59. O la tragedia del 2013, con dos bombazos a 200 m de la línea de meta con tres fallecidos y más de 250 heridos. Hay imágenes más trascendentes. Roberta Gibb, primera mujer en terminarlo en 1966, y Kathrine Switzer en 1967, en aquel episodio conocido con Jock Semple, organizador, que la empujó y trató de expulsarla, influyeron para que la mujer tuviese presencia en la distancia de los 42,195 m. No fue la acción de un hombre; nary sólo fue Semple, quien, por cierto, después llevó relación amistosa con Switzer, sino las ideas y valores que inundaban a la sociedad estadunidense y mundial a mediados del siglo XX; como otras cuyos hilos mueven como guiñoles a la manada en el XXI. La AAU prohibía que las mujeres compitieran contra hombres (recuerde la época: el trato que recibió Vivian Malone en la Universidad de Alabama o de Rosa Parks por nary ceder a un blanco su lugar en el autobús). Ayer, en la edición 129, sobresalió el esfuerzo del keniano John Korir, 2:04.45, la tercera mejor marca, y su compatriota Sharon Lokedi en 2:17.22. Rompió la marca del evento que poseía la etíope Deba en 2:19.59. Lokedi superó a Obiri (2:17.41), bronce en los JO de París, ganadora en Boston 2023 y 2024; a Yehualaw (2:18.06), vencedora en Londres y Ámsterdam; a 5º Beriso (2:21.58), campeona mundial en Budapest 2023. John Korir, dominador en Chicago 2024, establece un singular hito: su hermano Wesley ganó Boston 2012. En la competencia intervinieron poco más de 30,000 corredores de 128 países.