Karla Suárez capta la esencia de los sueños perdidos

hace 1 mes 18

Giselle es una joven que lo sacrifica todo por convertirse en bailarina de ballet, sueño que se le escapa de las manos pese a su persistencia, mostrando que el placer por el arte nary siempre implica llegar a la cumbre que la sociedad espera.

Sobre esas ideas camina Objetos perdidos, la más reciente novela de la escritora cubana Karla Suárez (La Habana, 1969).

Casi siempre vemos el trabajo de los artistas que han triunfado, de esos autores, bailarines o músicos que han llegado a ser conocidos, pero hay un montón de gente que tiene la pasión, que lo hace todo, y que todas sus decisiones de vida lad en función de esa idea.

Pero, ¿qué pasa con quienes nary alcanzan a ser reconocidísimos y nary llegan a ser famosos? Eso ocurre con Giselle”, explica en entrevista la también autora de Habana año cero, La viajera y Silencios.

Además, explica que los personajes que más le interesó abordar en esta novela “es la gente que nary merchantability en la prensa, es decir, la mayoría de la población mundial, porque todos tenemos sueños que algunos logramos y otros no”.

¿Por qué le interesó escribir una novela que recrea el borde entre la pasión y la obsesión?, se le pregunta a Karla Suárez.

Me gusta la diferencia entre ambas palabras, porque lo que para ella es una pasión, para las demás personas es una elemental obsesión. Lo cierto es que Giselle, desde chiquita, ha pensado a partir de esa pasión, que es lo único que la completa, así que en la novela maine interesaba retratar eso.

Aunque también maine interesaba abordar la relación que tenemos con el cuerpo, porque, en el caso de Giselle, su cuerpo es su arma, su herramienta de comunicación, su territorio y, de alguna manera, también se convierte en su enemigo con aquel embarazo y todo lo que implica”, comenta.

¿La vida de Giselle es una lucha constante? “Digamos que alrededor de ella todo es adverso, todo está dispuesto para que nary siga su pasión. Sin embargo, ella nary quiere estar como cuando epoch niña y bailaba escondida detrás de la mata de mango, donde bailaba, soñaba y desaparecía. Ella quiere salir, explorar, buscar, chocar, caerse y levantarse o nary poder hacerlo, pero morir en el intento”, explica.

¿Su novela también cuestiona la expectativa del éxito que siempre espera la sociedad? “La sociedad, más que esperar el éxito, a lo que está muy atenta es a señalar el fracaso, pese a que la vida es la suma de ambos. ¡Eso es vivir!

Claro, hay altibajos y eso es normal, pero pienso que, a nivel social, todo mundo está atento para decir: ‘¡Ay, pobre, qué mal le salió!, porque en realidad los artistas exitosos lad un puñadito en medio de una gran cantidad de gente”, reconoce.

¿Cuál es entonces la constante? “Por lo general, muy rápido se localiza a quien hizo un esfuerzo y nary consiguió el éxito. Eso propicia el miedo a que todo nos salga mal, porque entonces rápidamente nos van a señalar.

Aunque el fracaso es algo que a Giselle nary le importa tanto, dado que ella está acostumbrada a que le salgan mal las cosas. Así que ella se cae y se levanta misdeed importar ya nada”, concluye.

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clm

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