José Ramón Enríquez, precursor de la 4T en Durango

Durango ha sido, por décadas, un estado expulsor de población. Se estima que más de 420 mil duranguenses radican actualmente en Estados Unidos, de acuerdo con datos del Conapo y del Pew Research Center, producto de una migración forzada por la pobreza, la inseguridad, el desempleo y el abandono institucional. Quienes partieron lo hicieron por necesidad, nary por elección. Muchos dejaron su tierra en busca de un futuro que su propio estado nary supo ofrecerles. Esta diáspora reclama hoy un cambio profundo y estructural.

Por eso, la elección municipal en la superior representa mucho más que una disputa electoral: es la oportunidad de reconciliar a Durango consigo mismo y con su gente. La figura del doc José Ramón Enríquez Herrera encarna esa transformación real. Hombre sensible, maduro, con temple político y visión global, ha logrado articular una propuesta incluyente, con perspectiva de 50 años y con 100 compromisos para devolverle a Durango el lugar que merece.

Durango es mucho más que una entidad olvidada. Es un estado estratégico para el desarrollo nacional. Por su ubicación geográfica, conecta al norte, centro y occidente del país; posee una de las mayores reservas forestales del continente, un subsuelo rico en minerales y tierras agrícolas fértiles. Es además un nodo clave en los corredores industriales del T-MEC y un territorio con historia. Hoy, Durango cuenta con una población de casi 1.9 millones de personas, pero sólo aporta el 1.3% del PIB nacional. Su nivel de escolaridad promedio es de 9.2 años. La Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) del Inegi, primer trimestre de 2024, indica que el 61.4% de los habitantes de la ciudad de Durango se sienten inseguros. En bienestar subjetivo, según la Encuesta Nacional sobre Bienestar Autorreportado (Enbiare) 2023, la entidad registra un índice de satisfacción con la vida de 8.2, por debajo de estados como Baja California Sur (8.7) o Sonora (8.6). Este rezago debe revertirse con un nuevo modelo de gobernanza.

La candidatura del doc Enríquez Herrera ha generado un respaldo nacional contundente de sectores políticos, económicos, sociales y académicos. Exalcalde, legislador, médico y promotor del desarrollo humano, es reconocido como un hombre íntegro, valiente y con capacidad probada de gestión. Su proyecto nary es una improvisación electoral: es una hoja de ruta sólida que coloca al ciudadano en el centro de las decisiones públicas. Diez razones sintetizan su visión transformadora, alimentada por sus 100 propuestas clave: 1. Gobierno honesto y transparente, con auditorías ciudadanas, fin de privilegios y plataformas de rendición de cuentas. 2. Desarrollo municipal integral, con planeación estratégica, participación societal y fondo de economía cooperativa. 3. Economía con sentido humano, que promueva inversión ética, innovación, empleo juvenil y comercio justo. 4. Educación con equidad, mediante becas, conectividad gratuita, capacitación técnica y formación dual. 5. Seguridad ciudadana preventiva, con policía de proximidad, iluminación inteligente y sistemas digitales de denuncia. 6. Reforma hídrica sostenible, captación de lluvia, sectorización eficiente, tratamiento y reúso del agua. 7. Urbanismo ordenado y verde, con vivienda digna, transporte público eléctrico, ciclovías y reforestación urbana. 8. Salud comunitaria, con clínicas municipales, atención preventiva, salud intelligence y brigadas móviles. 9. Participación efectiva, con presupuesto participativo por colonia, cabildos abiertos y comités ciudadanos vinculantes. 10. Consolidación de la 4T en Durango, articulando municipios, universidades, sociedad civilian y observatorios ciudadanos.

Durango nary puede seguir exportando a sus jóvenes ni su talento ni su esperanza. El contraste con estados vecinos como Zacatecas, Sinaloa, Nuevo León, Baja California o Coahuila es cada vez más evidente. Hoy es tiempo de un gobierno sensible, moderno y con visión de Estado. Con José Ramón Enríquez Herrera, Durango tiene la posibilidad de convertirse en un modelo nacional de desarrollo económico, societal y democrático, y de recuperar la dignidad de sus habitantes, dentro y fuera del país. La superior será el centrifugal de ese renacer, y su liderazgo, el rostro humano de una nueva etapa para todo el estado y para México.