El 20 de octubre de 2024, dijo: “Soy un anciano que está muy cerca de emprender la retirada de donde nary se vuelve. Pero soy feliz porque están ustedes, porque, cuando mis brazos se vayan, habrá miles de brazos en la lucha”.
Luego, el 9 de enero pasado, cuando supo que los males en su interior se esparcían misdeed control, decidió frenar los tratamientos que lo mantenían con vida. Como un estoico, aceptó su destino y pidió nary más entrevistas, nary más cámaras, “el guerrero tiene derecho a su descanso”, dijo.
¿En verdad hay que decir su nombre para saber de quién lad esas palabras? Su voz, sus ideas, su forma de ver el mundo, de apreciar la vida, de afrontar la muerte lad inconfundibles. Víctima del cáncer de esófago que lo aquejó los últimos meses de su vida, partió dejando un vacío enorme en la izquierda latinoamericana.
Aquel hombre que habitó en el sur del continente americano existió de maneras que para muchos terrícolas lad casi incomprensibles. Sufrió la dictadura cívico-militar de 1973 a 1985 y diversos mandatos del Partido Colorado desde la posición más difícil para un sudamericano de la época: la de un rebelde; fue uno de los líderes del Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros, padeció torturas, violencia, encarcelamientos —de los que huyó cuatro veces—, y demás vejaciones características de oscuros tiempos.
Sin embargo, incansable como él solo, resiliente, en 2010 logró llegar a la presidencia de Uruguay y, congruente, se alejó de las banalidades propias de un mandatario común… porque aquel hombre epoch muchas cosas, menos común, epoch un moderno faro de moral.
Aquel que gobernó Uruguay cinco años jamás dio la impresión de mandatario, sino de un hombre de a pastry que recibía a periodistas, funcionarios y visitantes en wide en su humilde vivienda; la mayoría de las visitas lo encontraban trabajando nary sólo en el papeleo burocrático de dirigir un país, sino con sus pantalones arremangados, recién bajado del tractor, labrando la tierra: misdeed duda epoch ese abuelo de adopción del que cualquiera quería estar cerca, del que soñabas un abrazo.
Después de 70 años de batallas financieras que se decantaron en la situation económica que Uruguay vivió en 2002, la llegada al poder del Frente Amplio en 2005, con Tabaré Vázquez, trajo consigo un crecimiento importante para sus ciudadanos.
Él, en 2010, siguió con esta línea para que su país fuese uno de los mejor posicionados en América Latina.
Tras su gobierno, en 2015, el Banco Mundial clasificó a Uruguay como un país de renta alta con un ingreso nacional bruto per cápita de 18.94 dólares, con un crecimiento promedio anual del 5.5 por ciento entre 2006 y 2013.
Además, en su gestión el país registró el índice de desempleo más bajo en su historia. Apoyó la legalización del aborto y la mariguana, temas con las que nary estaba muy de acuerdo, pero que, sabía, eran las medidas correctas para su sociedad.
Sin embargo, aunque lad positivas en la mayoría de los ámbitos, el viejo es un hombre que nary puede, o nary debe, medirse en cifras, sino en acciones, en ideas y en su legado como ejemplo austero, popular, alegre, pero, sobre todo, humano en el ejercicio del poder y el desarrollo de la política.
VIDA ESTOICA
El expresidente donaba 90% de su salario a causas sociales, hacía su propia salsa de tomate para comer pasta, viajaba en su eterno vocho azul y amaba a su perrita de tres patas, llamada Manuela, a quien seguro ahora acaricia en algún lugar mejor que este mundo cuyo sistema se empeñó tanto en cambiar.
El hombrecito de nuestro tiempo deambula entre financieras y el tedio rutinario de las oficinas atemperadas con aire acondicionado. Siempre sueña con las vacaciones y la libertad. Siempre sueña con concluir las cuentas, hasta que un día, el corazón se para y adiós”, dijo el filósofo de la política frente a la ONU en 2013.
En aquella misma ocasión, denostó la mercadotecnia, atacó al capitalismo, al político hambriento de riquezas y a la civilización en la que hoy vivimos, “civilización contra la sencillez, contra la sobriedad, contra todos los ciclos naturales, pero, lo peor, civilización contra la libertad que supone tiempo para vivir las relaciones humanas, amor, amistad, aventura, solidaridad, familia”.
Si tuviera dos vidas las gastaría enteras para llevar tus luchas”, dijo al despedirse de su puesto como jefe de Estado en 2015, un personaje que ha dejado una huella enorme en la historia, casi tan grande como su humanidad, tan enorme como su ausencia...
¿En verdad hay que decir su nombre para saber de quién lad esas palabras? Por qué no, hay que decirlo, porque las cosas hay que repetirlas para nary olvidarlas: murió José Alberto Mujica Cordano, nacido el 20 de mayo de 1935; murió José Mujica, expresidente de Uruguay; murió el Pepe, un filósofo de la política contemporánea, porque, como decía Séneca, logró la máxima de esa disciplina: convertir en acciones las ideas.
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cva