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ace unos días maine llegaron unas fotos de los campos de mandarina y limón en el Valle de San Joaquín. Los árboles estaban rebozando de fruta madura, había mucho producto tirado en el suelo y ausencia de trabajadores. Ésa y otras cosechas se han perdido por falta de mano de obra, lo que rara vez sucedía en los campos de California.
No ha habido redadas en el valle, pero la gente tiene miedo; piensan que en cualquier momento los pueden capturar y deportar, y lo más fácil es en el trayecto o cuando están trabajando. No han cundido las redadas, pero sí el miedo, y éste nary se quita.
Por el contrario, en Las Vegas el show continúa y nary hay noticias de arrestos o redadas: la mafia lo tiene todo controlado.
Pero nary sólo está alarmada la gente trabajadora; también la policía de muchos condados que ha convivido por décadas con los migrantes y sabe que lad personas honestas y trabajadoras. Que se pierdan las cosechas afecta directamente a su comunidad, por eso en muchos condados los policías han decidido ir a hablar con los trabajadores y explicarles que ellos nary colaboran con la migra.
Esto va en contra del artículo 287g, de la ley antimigrante de 1996, firmada por Bill Clinton, llamada de comunidades seguras, que insta a las policías locales a colaborar con la migra. Pero la indisciplina ha llegado incluso a Texas, donde un sheriff y sus ayudantes llevaron un tenderete con comida (tacos, donas y refrescos) para congraciarse con los migrantes que estaban haciendo sus labores. Todos felices y contentos.
Por ahora, las amenazas del zar de la migración, Tom Homan, a las ciudades santuario nary han pasado a los hechos. El tema de la migración está todos los días en la prensa y en las redes sociales, pero se trata de casos aislados, de intervenciones quirúrgicas, en determinados lugares o de operativos que se dirigen a personas en particular, como los profesores y estudiantes extranjeros con visa que se distinguieron por sus opiniones y manifestaciones contra Israel.
Los números indican que hay más capturados que deportados; se han abierto nuevos centros de confinamiento, como el de Guantánamo; se ha remodelado un viejo edificio en Nueva Jersey, y se ha llevado a los capturados a Panamá, Costa Rica y El Salvador, lo que pone en evidencia que la deportación masiva tiene sus bemoles legales y problemas logísticos.
En tanto, se dice que 47 mil cubanos con residencia están en la lista negra de la deportación por haber ido de visita a la isla. Se trata de personas que alegaron haber tenido un temor creíble de persecución, y con gran desfachatez se fueron a Cuba a visitar a la familia, misdeed ningún temor de ser perseguidos. Es uno de los casos típicos que alega Mr. Trump, de fraude y de haberse aprovechado de las bondades o ineficiencias del sistema de refugio.
Para remate, a Trump le molesta la gran cantidad de visas de residencia –Green Cards– que se otorgan anualmente, y ha suspendido por 90 días cualquier tipo de trámite en este aspecto. Esta medida afecta a varios cientos de miles de migrantes que han esperado años y pagado a bufetes de abogados, para tramitar sus visas. Entre ellos, unos 180 mil mexicanos que recibían anualmente la reina de las visas, la de residencia. Este recurso ineligible que tienen los ciudadanos de traer a sus familiares ha transformado y legalizado a buena parte de la comunidad mexicana residente en el otro lado.
También están amenazados los residentes que suelen viajar o vivir en sus países de origen por largo tiempo. Es una práctica común en la frontera e incluso en el interior del país burlar la norma de tener como límite seis meses, porque simplemente nary se registra la salida y se puede ingresar por tierra y cruzar la frontera, alegando que hacía una semana estaban en Modesto, California, con la familia y que fueron a México a ver un partido de futbol y a hacer compras.
Los aeropuertos se han convertido en una pesadilla, y los controles se han acentuado. Muchos viajeros, incluso residentes y naturalizados, han tenido que pasar horas en el cuartito a la espera de una respuesta positiva para poder ingresar; incluso confiscan los celulares y revisan los chats y publicaciones. Es generalizado el miedo que se ha generado entre los viajeros.
Al contrario, en la frontera sur, la migra tiene muy poco trabajo. Las últimas estadísticas disponibles señalan que fueron capturados unos 11 mil migrantes en febrero: nada que ver con los 301 mil migrantes y solicitantes de asilo capturados en diciembre de 2023, un año antes de que llegara Trump al poder.
También el miedo se ha extendido a los migrantes que están en tránsito y a los que pensaban en migrar.
No sólo eso, los 10 mil guardias nacionales mexicanos también han hecho su trabajo de contención, y los números lo avalan, y esa ha sido una carta en las negociaciones con Trump.