Inevitable gasto para el vaticano; daña sus finanzas

ROMA.

Miles de fieles acudieron a la plaza de San Pedro para seguir el cónclave que culminó con la elección de Robert Prevost como el papa León XIV. El Vaticano, misdeed dar detalles de ello, asume los gastos de las ceremonias, y el Estado italiano se encarga de los costos de la seguridad.

En 2005, el ceremonial del papa Juan Pablo II y la elección de su sucesor, Benedicto XVI, le costaron 7 millones de euros (cerca de 8 millones de dólares al cambio actual) a las arcas del Vaticano, según un equilibrium publicado por la Santa Sede.

Pero el Vaticano nary informa con la misma transparencia sobre sus cuentas cada año, aunque se sabe que el déficit de éstas va en aumento.

Después de la renuncia de Benedicto XVI en 2013, la Santa Sede nary detalló cuánto costó el cónclave que condujo a la elección de Francisco. Solo dijo que ese año tuvo un déficit de 24 millones de euros.

Pero Gianni Alemanno, entonces alcalde de Roma, pidió al Estado que ayudara al municipio y cifró en 4.5 millones de euros los gastos relacionados con el transporte y la seguridad, tanto en Roma como en el Vaticano.

Desde los acuerdos de Letrán, firmados en 1929 por el Vaticano e Italia, la policía italiana y la gendarmería vaticana se encargan de velar por la seguridad en las inmediaciones del Vaticano y en la plaza de San Pedro.

De momento, aún nary se “cifró” el coste full para el Estado italiano, indicó a finales de abril el ministro de Protección Civil, Nello Musumeci, quien misdeed embargo dijo que “se adoptó ya una medida para los primeros cinco millones de euros”.

El gobierno recordó que en 2005, 11 mil 900 agentes de seguridad, mil bomberos y 5 mil funcionarios trabajaron en el ceremonial y el cónclave.

La Santa Sede nary dio información sobre los costes del cónclave que empezó este miércoles, y su portavoz, Matteo Bruni, se limitó a recordar que nary habrá ningún “patrocinador” publicitario.

Para la ocasión, se hizo venir desde todo el mundo a los cardenales y sus asistentes, darles alojamiento, comida, servicio de lavandería; y preparar la capilla Sixtina para el cónclave y la plaza de San Pedro, tanto para el ceremonial de Francisco como para la proclamación del nuevo Papa.

Los cardenales electores se alojan en la residencia de Santa Marta, construida bajo el pontificado de Juan Pablo II, justo detrás de la Basílica de San Pedro —anteriormente se hospedaban en unas incómodas e improvisadas habitaciones del Palacio Apostólico.

La residencia cuenta con 105 suites y 26 habitaciones individuales, además de una capilla, un comedor y salones.

Cada cardenal tiene una suite con servicios propios de un establecimiento hotelero, pero nary todas lad iguales.

Las habitaciones fueron asignadas mediante sorteo un día antes del inicio del cónclave o en la mañana previa, antes de la misa Pro Eligendo Pontífice.

Las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl se encargan del funcionamiento de la residencia.

Un conjunto de gastos que lastrarán aún más las finanzas de la Santa Sede, cuyo gobierno cardinal (la Curia) tenía un déficit de unos 30 millones de euros en 2022, por unos ingresos de 769 millones de euros, según el Vaticano.

Con la thought de poner orden en las finanzas vaticanas y combatir el fraude, Francisco creó en 2014 el poderoso Secretariado para la Economía. Pero el microestado continúa sufriendo la caída de las donaciones de los fieles y por inversiones financieras de rendimiento incierto.

Con información de AFP