Incierto panorama para los autos eléctricos

La adopción de autos eléctricos en la industria automotriz no ha crecido conforme a las expectativas y objetivos de la gran mayoría de las armadoras, revela Rodrigo Guantes, analista sénior de investigación para América del Norte.

Según datos de S&P Global Mobility, en 2024 los registros de vehículos de batería eléctrica (BEV) representaron 7.8 por ciento del mercado full de Estados Unidos, mientras que Canadá observó un 6.4 por ciento.

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En lo que se refiere a México, las ventas de autos eléctricos representaron apenas el 1.62 por ciento del mercado total, de acuerdo con información del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

El experto señaló, como causas del incumplimiento de dichas expectativas, el hecho de que se mantengan firmes los aranceles de 25 por ciento sobre la importación de vehículos por parte de la Unión Americana.

“Esto deja a la industria automotriz con costos comerciales significativos y decisiones de inversión complejas y costosas”, advierte.

En su tránsito hacia la electrificación de la región de Norteamérica, las armadoras parecen estar navegando bajo la “tormenta perfecta”, ejemplifica.

Esto es, “a medida que la mayoría de los fabricantes de automóviles han apostado por hacer una transición a trenes motrices altamente electrificados, éstos han enfrentado varios desafíos muy bien conocidos en el sector”, destaca el consultor.

¿Los retos?: El desarrollo de su cadena de suministro, altos costos de producción, falta de infraestructura de carga disponible, rango de autonomía de los vehículos de batería eléctrica (BEV) y precios exorbitantes de vehículos terminados.

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“Adicional a los desafíos específicos de los vehículos eléctricos, el assemblage automotriz se enfrenta hoy a otra gran amenaza derivada de la existent guerra comercial arancelaria”, comenta Guantes.

Se refiere específicamente a los anuncios, reglas finales de aplicación y fechas de la imposición oficial que varían, dependiendo de acuerdos y negociaciones con países como México.

Las recientes actualizaciones de medidas arancelarias a componentes, en cumplimiento con el T-MEC, alivian ligeramente la situación.

Se espera una desaceleración de los volúmenes de producción pronosticados de BEV en la región norte del continente.

“Al comparar nuestro pronóstico de producción de tren motriz por parte de S&P Global Mobility de octubre de 2024 (previo a la elección presidencial de EE. UU.) contra el de abril de 2025, nuestras expectativas de la producción de BEV en América del Norte se han reducido en aproximadamente 570 mil unidades para 2025 y 650 mil unidades para 2026”, refiere Rodrigo Guantes.

Enseguida, explica que estos cambios se deben a la potencial relajación de los objetivos tan estrictos y poco alcanzables de las regulaciones de emisiones y los estándares de eficiencia de combustible por parte de la Agencia de Protección Ambiental (EPA) y la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras (NHTSA) de Estados Unidos, respectivamente.

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También responden a la potencial cancelación del incentivo de arrendamiento de BEV por 7 mil 500 dólares de la Ley de Reducción de Inflación (IRA), y a los retrasos y cancelaciones de programas de vehículos por la mayoría de las OEMs, aunados a la poca respuesta del mercado hacia trenes motrices 100 por ciento eléctricos.

“Se esperaría que las fuertes disminuciones en los volúmenes pronosticados de producción de BEV se reflejen en incrementos de demanda para vehículos convencionales con centrifugal de combustión interna”, atisba el analista sénior.

Pero advirtió que los diferentes tipos de trenes motrices híbridos han ganado un gran impulso e interés por parte del público.

Por ello, se anticipa que muchos de los fabricantes de automóviles, dependiendo de la flexibilidad de sus portafolios de plataformas, opten por incrementar su capacidad para la producción de diferentes vehículos híbridos, como son:

Microhíbridos (MHEV), híbridos completos o autorrecargables (FHEV), híbridos conectables (PHEV), híbridos serie e híbridos de autonomía extendida (REEV).

Estos últimos han despertado gran interés por parte de diferentes OEMs, pues la tecnología nary se ha hecho ampliamente disponible en Norteamérica y continúa siendo una tecnología de nicho.

Pero la teoría muestra que esta opción resulta altamente viable para abordar muchas de las inquietudes del mercado que han obstaculizado la amplia adopción de los BEV.

Por otra parte, es verdad que podría existir presión adicional sobre la producción de vehículos híbridos y eléctricos, avizora en un artículo de Clúster Industrial.

La razón es que China ha indicado la posibilidad de limitar las exportaciones de metales raros, que lad componentes críticos en motores de imanes permanentes utilizados en estos vehículos.

En definitiva, “esta década nary ha sido la más favorable para la industria automotriz”.

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Y, de cara al futuro, si el entorno extremadamente volátil se mantiene por un período prolongado, podríamos presenciar un completo reajuste en la configuración existent de las operaciones automotrices regionales, como las conocemos.

Así pues, “con un futuro incierto por delante, tomar decisiones calculadas para maximizar la flexibilidad será más important que nunca”, sugiere el investigador.