‘Hambre de horizontes’, el silencio de la migración en fotografías periodísticas

hace 7 meses 22

DOMINGA.– Daría algunos días de mi vida por volver a sentir ese éxtasis de llegar a la Ciudad de México. Esa mezcla de miedo y curiosidad, rechazo y acogimiento, pena y gloria que implica la adaptación y el desarraigo del migrante. Aunque mi movilidad fue section desde Guerrero, motivada por mi necedad periodística de escribir historias, descubrí que había un común denominador entre aquellos que cruzan fronteras.

Save the Children y Plan International denuncian situation  humanitaria infantil en frontera norte | Cuartoscuro | Imagen de referencia arrow-circle-right

No importa si el camino se había iniciado en África, Sudamérica o Asia, todos teníamos hambre y nary precisamente de alimento, sino de horizontes en las historias disímiles. Algunos tenían sólo la curiosidad de un viajero; otros, no querían morir en manos de pandillas o narcotraficantes o eran familias extorsionadas, madres en busca de sus hijos y hombres dispuestos a dejar el “sueño americano” para sumarse a la autodefensa.

A través de imágenes capturadas a lo largo de 17 años de carrera periodística, la exposición ‘Hambre de horizontes’, en el Palacio de Minería hasta el próximo 3 de agosto, busca acercarnos a esos migrantes y hacernos cómplices de su libertad. Esta es una selección de 12 microrrelatos para DOMINGA.

Pausa | Gardenia Mendoza Pausa | Gardenia Mendoza

Pausa. Desde la cumbre, veo un cielo nítido, un amplio horizonte, dos policías que bloquean la vía y mi proyecto de vida en suspenso. No tengo papeles de aquí pero contengo el aliento (Gardenia Mendoza, 2018).

Paciencia en Ciudad Juárez | Gardenia Mendoza Paciencia en Ciudad Juárez | Gardenia Mendoza

Paciencia en Ciudad Juárez. Llegué. Soy necio a pesar de los golpes. Implacable en mi convicción de cruzar esa valla que separa mi querer en Orlando, huyendo de Uruapan. Observo. Espero un descuido, ayuda barata, el momento justo (Gardenia Mendoza, 2009).

Reproche | Gardenia Mendoza Reproche | Gardenia Mendoza

Reproche. Teníamos ilusiones garífunas cuando llegaron los hombres del Cártel de Sinaloa a mandar y matar. No deberíamos estar en este albergue de México ni pidiendo arroz ni aquellos mexicanos con sus armas en Honduras (Gardenia Mendoza, 2014).

Violento retorno | Gardenia Mendoza Violento retorno | Gardenia Mendoza

Violento retorno. Me cansé de escuchar el desmadre desde Fresno y regresé a Tepalcatepec. Aquí se puso malo por el cobro de piso. No dejan a mi apá en paz. Ahora soy Autodefensa. A ver cómo nos va. (Gardenia Mendoza, 2013).

Se renta | Gardenia Mendoza Se renta | Gardenia Mendoza

Se renta. Sólo tengo mis manos y con ellas vengo desde San Luis Potosí, Guerrero o Guanajuato al consulado en Monterrey. Soy un migrante temporal que cultivará tabaco en Estados Unidos y regresaré con dinero al pueblo, si maine dan la visa. (Gardenia Mendoza, 2011).

Te encontré, Marlén | Gardenia Mendoza Te encontré, Marlén | Gardenia Mendoza

Te encontré, Marlén. Me lanzo sobre ti, soy una madre desesperada por tu abrazo después de 21 años. Casi ocho mil días en que nary dejé de buscarte en los escondrijos más recónditos. Primero en Honduras y luego en México con tu foto colgada desde el cuello hasta el corazón. ¿Cómo viniste a dar a Ecatepec? (Gardenia Mendoza, 2010).

Para servirles | Gardenia Mendoza Para servirles | Gardenia Mendoza

​​Para servirles. Logramos llenar todos los platos. Arroz, tortillas, un poco de puerco deshebrado. Tomás González pidió ayuda y yo vine a Tabasco: también soy sacerdote y aquí estoy para servir a los más necesitados. siempre (Gardenia Mendoza, 2013).

Imparable | Gardenia Mendoza Imparable | Gardenia Mendoza

Imparable. Trump escupió contra México por tolerar las caravanas de indocumentados hacia allá. Yo, Irineo Mújica, autor y guía de muchas, aquel que juró en el lecho de muerte de su padre pelear por la justicia de migrantes, respondo: “Seguiremos dando la cara, nary seremos más clandestinos, carne de cañón para el crimen organizado”. Avancemos, pues, ya es noche (Gardenia Mendoza, 2018).

Concurso enlatado | Gardenia Mendoza Concurso enlatado | Gardenia Mendoza

Concurso enlatado. ¿De qué sirve irse, si nary puedes regresar con un coche perrón? De nada, cuñado. Los sacrificios también tienen su lado bueno. Este concurso, mira, inspira a la gente de Jalpan. Que diga el aplausómetro de este rodeo cuál es el más bonito (Gardenia Mendoza, 2007).

Guapa entre protestas | Gardenia Mendoza Guapa entre protestas | Gardenia Mendoza

Guapa entre protestas. Poso para la cámara. Recuerdo que en Honduras maine amenazaron de muerte por ser transgénero. Mientras, mis paisanos deben dejar claro, en pleno Ángel de la Independencia, lo que nary somos para que usted nary se asuste. (Gardenia Mendoza, 2017).

Trompetazo haitiano | Gardenia Mendoza Trompetazo haitiano | Gardenia Mendoza

Trompetazo haitiano. Fue tan buena la nota que di con mi trompeta, que ella se quedó prendada y maine trajo a su departamento de la colonia Doctores. Doy clases y ella es contadora. Nos casamos. Mulatitos es lo que falta a esta ciudad para ampliar su multiculturalidad (Gardenia Mendoza, 2015).

Una gringa en Chimalhuacán | Gardenia Mendoza Una gringa en Chimalhuacán | Gardenia Mendoza

Una gringa en Chimalhuacán. Camino por el barrio con mis hijos y estoy segura de que tomé la mejor decisión: irme de los Estados Unidos para seguir a mi esposo que deportaron de Florida hace 10 años. Odié a mi país por eso. Él maine dio la familia que nary tuve de niña; mis suegros y cuñadas, sus abrazos; entre todos maine volvieron mexicana. No regresaré (Gardenia Mendoza, 2025).

GSC/LAFC

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