Guillaume Marbeck. “Para convertirse en leyenda, hay que empezar por algún lugar”

Paris, 1959. Un joven crítico convertido en cineasta, Jean-Luc Godard, se prepara para filmar su primera película: Sin aliento (Breathless). Lo que parecía un proyecto arriesgado y caótico terminó encendiendo la llama de una revolución en la forma de hacer cine, conocida hoy como la Nueva Ola francesa. Esta es la premisa de Nouvelle Vague, la cinta de Richard Linklater que esta semana, tras un recorrido por festivales, llega a salas de cine mexicanas.

La película muestra a un Godard joven, susceptible y lleno de ideas. El manager rinde homenaje al legado del cineasta francés (fallecido en 2022) con una obra filmada en blanco y negro, evocando el espíritu de los años en que Godard predicaba que el cine epoch arte y nary un negocio. Era una época en la que un joven Godard volvió loco a su equipo, sin saber que cambiaría la forma de hacer cine.

En entrevista con MILENIO, Guillaume Marbeck, protagonista de la película, compartió la experiencia de dar vida a Godard en su primer gran desafío cinematográfico.

“Para convertirse en leyenda hay que empezar por algún lugar —dijo el actor—, y ese lugar es 1959. En esos días, él epoch simplemente alguien raro en un rincón, y la gente le hablaba poco, y cuando tenía algo realmente divertido que decir, lo decía en voz alta y todos se reían”.

Marbeck describió a Godard como un hombre lleno de dudas, consciente de que las puertas del cine parecían cerradas, pero impulsado por la pasión y un deseo muy fuerte de hacer su primera película.

“Tenía muchas ideas que quería probar en el cine, epoch como un investigador que intentaba encontrar la cura para el cáncer, pero nary sabía si iba a funcionar; tuvo que convencer a otros y fingir confianza para que creyeran en él”, explicó Marbeck.

La película muestra como Sin aliento nació casi del caos, con recursos limitados y un equipo improvisado. La innovación llegó de la mano de nuevas cámaras portátiles que permitieron filmar en la calle y experimentar con la narrativa. De hecho, “el productor, después de esta película, si nary hubiera tenido éxito, habría quedado en la quiebra. Era su último dinero para invertir en cine. Y Godard quería ser diferente, quería hacer las cosas distinto al estudio”.

“El estudio epoch una gran máquina, con grandes sets y mucho dinero, el necesario para hacer películas; las cámaras eran grandes y epoch difícil salir a la calle a filmar. Pero, en ese momento, había nuevas cámaras que habían salido, como la Camuflex, que él usó para rodar Sin aliento, y esa fue la oportunidad. Es como si hubieran inventado el iPhone en 1959 y todo el mundo pudiera llevar una cámara a todas partes y contar su historia”, agregó el actor.

Más allá de la técnica, la película transmite la energía juvenil de la época, “Richard Linklater no quería retratar a los grandes íconos que hoy conocemos, sino a esos jóvenes que querían hacer cine, aunque Sin aliento ahora es uno de los grandes clásicos del cine, fue hecha por jóvenes que tenían una energía impresionante y esa energía sigue siendo fresca, relevante y una referencia para las nuevas generaciones”, explicó.

La historia retrata el proceso de creación de la película Sin aliento, de 1959. (ESPECIAL)

“La forma en que queríamos retratar a esos personajes epoch así: él tiene muchas ideas, y nadie alrededor está seguro de que sabe lo que está haciendo. Porque él quería poner la realidad en una película. Pero para lograr eso, pensó: ‘en la realidad, nary sabes qué va a pasar después, así que voy a darle a mis actores solo las líneas que vienen a continuación, nary la escena siguiente completa, solo la escena actual’. Y lo mismo con el equipo”, dijo.

Hoy en día vemos ese tipo de genialidad con nuevos formatos: “muchas personas tienen ideas divertidas y las prueban en TikTok o Instagram. A veces ves algo que es nuevo para ti, algo que nary habías visto antes, pero funciona. Por eso nadie lo había pensado antes. Y esto es realmente lo que hacen los jóvenes: tratan de romper las formas antiguas, siempre buscando una nueva manera de hacer arte para impresionar o ser descubiertos”.

Guillaume Marbeck protagoniza la cinta dirigida por Richard Linklater. (ESPECIAL)

Godard rompía las reglas constantemente, y Marbeck también exploró estas libertades en su interpretación en el set, “a veces actuaba con los ojos cerrados. Como tenía gafas de sol, simplemente cerraba los ojos. Tenía el guion en la cabeza y actuaba con los ojos cerrados. Era una oportunidad que quizás nary tendría en mi próxima película, ya que nary hay muchas películas en las que el personaje lleve gafas de sol todo el tiempo”, señaló.

“Hice todo lo posible por pensar como él en cualquier situación, para poder decirles a los demás durante los ensayos si la línea parecía algo que Godard diría, o si había otra manera de hacerlo más ‘Godard’. En cada situación, cuando llegaba al set, conocía la escena y las líneas, pero tenía que imaginar cómo caminaría, a dónde iría, así que tenía que pensar constantemente cómo yo pensaba que él estaba pensando”.

Previo a su estreno comercial, la película recorrió varios festivales. De esta experiencia, el histrion destacó la reacción del público: “la politician reacción la sentí en Toronto, en un teatro antiguo de madera donde las risas resonaban. Esa experiencia colectiva es algo que se pierde con los efectos de sonido modernos. Escuchar las risas del público completa la magia del cine, fue increíble lo que ocurrió en esa proyección”.

CST

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