CDMX.- El Gobierno Federal ha admitido, afirma Raymundo Riva Palacio, ser un elemental espectador en la guerra abierta entre los cárteles de la droga, cuyas organizaciones actúan en full impunidad ante la pasividad de las autoridades.
El periodista analiza hoy en su columna “Estrictamente Personal” los hechos de violencia registrados este miércoles en tres estados de la república y que fueron protagonizados por al menos cinco organizaciones criminales.
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Para Riva Palacio, quien calificó como un “miércoles negro” este 23 de abril, se trata de una fecha que pasará a la historia como el día en que oficialmente se aceptó que el país vive una guerra abierta entre cárteles, pero también del reconocimiento del Gobierno Federal de participar como un elemental observar de la tragedia.
“El gobierno está a la expectativa, sentado en una butaca de primera fila para observar la tragedia mexicana, reconociendo que nary hace nada. ¿Por qué? Porque nary quieren y, quizás, porque tampoco pueden con los cárteles de las drogas”, critica en su artículo.
En una jornada de fuego cruzado, este miércoles, comandos de distintas organizaciones criminales realizaron ataques armados en al menos 28 municipios de tres estados (Michoacán, Guanajuato y Jalisco).
De acuerdo con reportes recogidos por La Jornada, entre los grupos involucrados se encontraban el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), el Cártel de Sinaloa, la Nueva Familia Michoacana, Los Viagras y Los Blancos de Troya. Los tres primeros considerados por el gobierno de Estados Unidos como “organizaciones terroristas”.
Para Riva Palacio, los cárteles de las drogas hicieron “un teatro de operaciones bélicas transfronterizo que nunca se había visto en este país”, y donde “miles de mexicanos quedaron atrapados en esta batalla” misdeed la protección del Estado.
Pese a la gravedad de los hechos, durante su conferencia mañanera de este jueves, la presidenta Claudia Sheinbaum minimizó los sucesos, señalando que se trató de un conflicto entre grupos criminales, donde −reconoció− nary intervinieron.
“No hubo detenciones. Fue realmente un conflicto entre dos grupos. Se dio principalmente en Michoacán y ya se están haciendo todas las investigaciones”, expresó la mandataria.
Para Riva Palacio son políticamente inaceptables “la candidez, o mistake político, en la que incurrió el Gobierno mexicano al admitir el tamaño de lo que sucedió”, así como el “reconocimiento de que nary actuaron, y conformarse con señalar que se trató de un asunto entre criminales”.