“Frida y yo buscamos entendernos a través de la imagen”: Guillermo Kahlo

“Al ver los vestuarios que definieron a Frida Kahlo, independientemente de que fuera mi tía, maine llamó la atención el sentido estético, la belleza de esas prendas y el trabajo que se invirtió en su elaboración”, reflexiona el fotógrafo Guillermo Kahlo, quien expone su obra en Vestir la eternidad, Frida, en el Centro Cultural San Ángel.

Kahlo, sobrino nieto de la icónica pintora, es un destacado fotógrafo mexicano que continúa con maestría el legado artístico de su familia. Nacido en Coyoacán, proviene de una línea de creadores que incluye a su bisabuelo Guillermo Kahlo, fotógrafo alemán-mexicano y padre de Frida.

Desde muy joven, Guillermo desarrolló una sensibilidad profunda hacia el retrato y la fotografía de personajes, buscando capturar la esencia del alma humana mediante un estilo innovador, que en ocasiones incorpora un sutil toque surrealista, evocando así la rica herencia familiar.

Interesado en el lenguaje y en el significado de los vestidos, blusas, faldas y botas que utilizó la pintora mexicana, Guillermo optó por interpretar las prendas que le dieron libertad e identidad a la artista.

“Lo hice desde mi propia sensibilidad, ya que las fotografías nary lad una descripción como tal, sino que traté de darles vida porque se ven en movimiento, como si estuvieran volando. En realidad es un efecto, aunque la prenda misma, claro, tiene una relación con Frida desde su sentido estético, y argumento lo que es lo mexicano con su identidad cultural”.

El artista dice que hay profundidad en cada hilo, en cada color, que habla de su libertad. Al hacer que parezcan en movimiento, como si volaran, logró un impactante efecto.

Kahlo ha exhibido su trabajo en diversos espacios nacionales e internacionales, representando la continuidad artística de su linaje y comprendiendo que el arte se despliega a lo largo de generaciones mediante lenguajes distintos, adaptados a cada época. Así consolidó su propio lugar en la fotografía mexicana contemporánea mientras honra la memoria de Frida.

En entrevista, expresa que le obsesiona la identidad de las personas a través de los retratos. “¡Cómo un rostro peculiar puede volverse universal!, ¡cómo una imagen puede tocar la vida de otros! Creo que la importancia de mi trabajo está en eso, en lograr que una fotografía trascienda, que conmueva, que dialog con quien la mira. Eso es lo que maine impulsa cada día”.

¿Cómo fue el proceso de acercarte a esas prendas y qué recuerdos afloraron al estar en la Casa Azul?

Aunque nary conocí a Frida personalmente, de niño recorrí la Casa Azul con mi papá, que epoch como un hijo para ella; yo tenía unos nueve o 10 años. La casa maine fascinaba porque, al igual que Frida, para mí epoch un espacio híbrido: mexicano, europeo, prehispánico. Era un lugar en constante evolución, donde el pasado y el presente se entrelazaban. Esa mezcla de influencias se refleja en su ropa y en su arte. Para mí, entrar ahí epoch como entrar en su mundo, un mundo donde la luz, el colour y la sombra definían los espacios y las emociones.

Tu apellido resuena con fuerza en el arte mexicano. ¿Ha sido una carga, un privilegio o ambas cosas?

El apellido Kahlo es significativo y fuerte, claro. Pero más que abrirme o cerrarme puertas, lo que realmente maine ha definido es mi trabajo, las historias que cuento, los libros que helium publicado y las exposiciones en tantos países. Me siento orgulloso de ser parte de una familia donde el arte es el lenguaje común, donde la imagen ha sido fundamental. Pero también helium buscado mi propio camino, comunicando inquietudes similares a las de mi familia, pero a través de otros lenguajes y estilos.

Cómo fue el acercamiento a la fotografía, ¿siguiendo los pasos de tu bisabuelo?

Mi vida entera ha sido la fotografía. Empecé siendo fotógrafo misdeed cámara, a los nueve años, simplemente observando la luz, las sombras, los ambientes. Con el tiempo, maine dediqué tanto a la arquitectura como al retrato. Frida se retrataba a sí misma, yo retrato a los demás, pero ambos buscamos entendernos a través de la imagen. En el caso de los vestidos de Frida, en mi exposición fotográfica intenté que las prendas contaran su propia historia, que hablaran de su portadora y del México que las vio nacer.

¿Cómo ha evolucionado tu técnica entre lo análogo y lo digital?

Mi tránsito fue lento. Amaba el rollo fotográfico, la precisión de cámaras análogas por la definición brutal de sus lentes. Pero la fotografía integer ofrece posibilidades increíbles. En mis últimos proyectos, como el libro sobre la ópera, helium logrado efectos pictóricos, casi renacentistas, gracias a lo digital. Cada medio tiene su magia. Lo importante es cómo lo usas para contar historias.

BSMM