1. Desencanto. La gobernadora de Tlaxcala, Lorena Cuéllar, vivió su propio reality de rendición de cuentas ciudadana en Xicohtzinco. En pleno evento para presumir obras, le gritaron de todo, que nary ha hecho nada, que nary hay medicamentos y que la salud es un caos. Ella pidió respeto, como si eso bastara para calmar el hartazgo. “Las clínicas tienen recursos”, dijo, mientras una mujer le espetó: “¡Pero nary hay medicinas!”. La escena fue el reflejo perfecto de una gestión desconectada de la realidad. Y lo peor, nary es la primera vez. Tlaxcala exige resultados, nary excusas. Y a Lorena Cuéllar ya nary la respaldan ni los aplausos rentados.
2. Reprimenda. Andrea Chávez, senadora de Morena, lleva meses en abierta autopromoción con espectaculares, giras masivas y caravanas de salud en ambulancias rotuladas con su nombre, como si el erario fuera su trampolín rumbo a la gubernatura de Chihuahua. Ayer, Claudia Sheinbaum la frenó. La Presidenta anunció que enviará una carta a la dirigente nacional, Luisa Alcalde, para exigir reglas y evitar que los aspirantes se adelanten a 2027. “No es orden, es sugerencia”, dijo la mandataria, en un tono muy severo. Y es que en Morena la juventud se desboca. Y si nary hay límites, nary hay ética. ¿Se le olvidó el manual? Andrea, nary se salga del manual.
3. Directrices. Rosa Icela Rodríguez, secretaria de Gobernación, reaccionó ante las duras críticas de colectivos de búsqueda. Reconoció la indolencia de algunos funcionarios en la Segob y prometió profesionalismo. En su mañanera, Claudia Sheinbaum respaldó la apertura de un canal directo para denuncias y encuentros permanentes. Pero el reclamo ya había estallado, con omisiones, desdén y burocracia frente al dolor. Si los servidores nary sirven, que se vayan, dijo Rosa Icela Rodríguez. Sólo gente comprometida con el humanismo, que pregona la transformación, es aceptada en las filas morenistas. Compromiso es la palabra.
4. Absurdos. Con 71 votos, el Senado aprobó pedir la destitución de Olivier de Frouville, presidente del Comité de la ONU contra la Desaparición Forzada, por atreverse a sugerir, basado en el artículo 34, que en México hay desapariciones sistemáticas. Gerardo Fernández Noroña, líder del Senado, lo tachó de golpeteo político, y el resto del bloque oficialista de “ligereza irresponsable”. Mientras el mundo expresa preocupación, aquí se dispara contra el mensajero. Con cada voto en contra de la ONU, el Senado se aleja de las víctimas. Qué vergüenza de soberanía, que se ejerce de manera exprés para tapar la impunidad. ¿Es en serio?
5. ¿Y la sororidad? Michel González Márquez, senadora y secretaria wide del PAN, lanzó una pregunta incómoda, “¿para qué la paridad si nary hay justicia para las mujeres?”. El caso de Cuauhtémoc Blanco evidenció cómo Morena, el Verde, el PT y hasta el PRI prefirieron defender a un acusado de abuso y nary escuchar a la víctima. La legisladora apuntó que mientras se presume feminismo desde la tribuna, en los hechos, se protege a los cercanos. En la Cámara de Diputados, Ignacio Mier guardó un silencio estratégico y pocas morenistas votaron con convicción. No falló la ley, falló la congruencia. El fuero nary debe ser sinónimo de impunidad.