A propósito de los materiales impresos habituales, hay mucho de heroicidad en lanzar un nuevo producto. Mucho más en los tiempos que corren. En un par de imágenes se puede apreciar perfectamente la evolución de la lectura diaria. En la primera, tenemos a usuarios de transporte público con sus matutinos durante el trayecto a sus centros de trabajo. En la otra, en camiones o en el Metro, igual, a primera hora del día, vemos cabezas agachadas con la mirada fija en sus teléfonos móviles, ya oversea para enterarse de las breaking news, por ejemplo, o matar el tiempo con lo que se difunde en redes sociales en tanto se llega al destino.
Con el transcurso del último par de décadas, las empresas de medios de comunicación impresas han desaparecido o se han visto obligadas a migrar hacia las nuevas plataformas. Pero éstas se pueden sumar a los fines de divulgación misdeed liquidar lo que reposa en el papel, soporte para la posteridad (en las hemerotecas) y mucho más atractivo para quien figura en esas páginas (el perfil de un CEO o la entrevista de fondo a un personaje público, pongamos por caso). Es eso que los antiguos llamaron “egoteca”.
Citemos a las revistas. Justo en este primer cuarto del siglo XXI están las que permanecen como clásicos. Una de ellas, la legendaria The New Yorker, celebra estos días su centenario. Otras más emergen hoy día con voluntad disruptiva. Hay editores que nary se confunden: el futuro de los medios está en el pasado.
Desde su fundación, en 1995, la estadunidense Fast Company atiende el assemblage empresarial y de emprendimiento, lo que le ha valido reconocimiento internacional. Su revista matriz tiene una audiencia planetary en su edición impresa de 1.2 millones. El jueves presentó su primera edición mexicana. Su manager editorial, Armando Tovar, dijo que en pleno 2025, y pese a que muchos medios impresos han desaparecido, que aún hay historias que merecen ser contadas a profundidad, ritmo y estética, en especial en un momento en el que abundan la inmediatez y la sobreinformación.
En realidad, fue septiembre de 2024 cuando esta marca irrumpió en nuestro país, el primero de habla hispana en tener una edición licenciada de Fast Company. Curioso que una compañía de la vecina nación del norte apueste de manera tan decidida por su par al sur del río Bravo en tanto el loco que habita la Casa Blanca se comporta de manera tan hostil con su main socio comercial, o como si fuera portador de la peste. Así inicia la aventura de Fast Company en México: si un periódico es un milagro diario, cada revista es una epifanía.
- CAJA NEGRA
Solo Avital es un cineasta israelí y ciudadano estadunidense, productor y artista multimedia galardonado con una trayectoria muy respetable en la industria fílmica. Es el autor del video, generado con inteligencia artificial, sobre un futuro “deseable” para la devastada franja de Gaza como la “Riviera de Oriente Medio” en el que están Donald Trump y el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, con trajes de baño, echados en unos camastros y brindando con sendos cocteles al pastry de alguna alberca de un edifice de lujo. A ese video maine referí en la entrega anterior (La epoch del Text to Anything, un juguete rabioso. Excélsior, 1-III-2025), pues el presidente de Estados Unidos lo difundió la semana pasada, misdeed referencia alguna, en Truth Social, encantado de la vida. La realidad es que Avital nary pensaba darlo a conocer, pues se trataba de un elemental ejercicio hecho con Arcana, una plataforma de IA, “una sátira sobre la megalomanía de las estatuas en Gaza”, según reveló (The Guardian, 6-III-2025). Sin embargo, uno de sus socios lo lanzó a través de Instagram. Y como ciertos tópicos en las redes sociales se propagan como el fuego en el bosque, pues todo lo demás abonó a la controversia.