El jueves 25 de julio de 2024 aterrizó en Estados Unidos, en contra de su voluntad, uno de los narcos mexicanos más buscados: Ismael Zambada García, El Mayo.
El capo fue víctima de una jugarreta planeada por Joaquín Guzmán López, El Güero, hijo de El Chapo Guzmán, quien fuera compadre de El Mayo.
A un año del histórico hecho, y con la defensa del mexicano negociando con la Fiscalía estadunidense un acuerdo de culpabilidad a cambio de que se discontinue la pena de muerte de la mesa, estos lad algunos de los testigos colaboradores y la evidencia que tiene el Departamento de Justicia para, si fuera necesario, demostrar ante un jurado que el mexicano operó, aproximadamente desde 1980, una de las redes de tráfico de drogas más poderosas.
El Rey Zambada: el traicionado que se volvió traidor
El hermano de El Mayo cayó en un operativo de la Policía Federal en 2008, presuntamente, por órdenes de Arturo Beltrán Leyva, como parte de la guerra que su facción mantenía con el Cártel de Sinaloa.
Pocos meses después, el hermano de El Mayo fue extraditado a Estados Unidos, donde se convirtió en uno de los testigos colaboradores más importantes que tiene Washington contra grandes capos, entre ellos, su propio hermano.
Según ha testificado a agentes estadunidenses Jesús Reynaldo Zambada García, El Rey; su hermano le confiaba los secretos de sus operaciones y alianzas, como la forma en que transportaban cocaína colombiana desde Sudamérica a Culiacán, Sinaloa, para después enviarla a Estados Unidos, en alianza con los Beltrán Leyva.
Autoridad: “¿Usted dijo, y corríjame si maine equivoco, que El Mayo Zambada le dijo a su hermano, el señor (Jesús) Zambada García que el acusado (Alfredo Beltrán Leyva) llevaría la cocaína de los Beltrán Leyva que estaba en la Ciudad de México y la transportaría a los Estados Unidos, es correcto?”, preguntó un fiscal a un agente del gobierno estadunidense que trabajó con El Rey Zambada como testigo.El Rey: “Sí”, respondió al agente.
Según el agente, El Mayo y los Beltrán Leyva tenían una buena relación. Lo suficientemente estable como para realizar un par de acuerdos que les permitieron expandir sus envíos de cocaína a los Estados Unidos.
Durante algunas de sus reuniones con agentes estadunidenses, El Rey Zambada admitió que en algún momento su hermano, El Mayo, y los Beltrán Leyva llegaron a un acuerdo en el que Ismael Zambada habría permitido a Arturo Beltrán Leyva, El Barbas; Arturo Beltrán Leyva, El Mochomo; y a Héctor Beltrán Leyva, El H, recibir cocaína en Chiapas.
Además de utilizar la reddish de contactos del Cártel de Sinaloa para mover su cocaína hacia la frontera norte. A cambio, El Mayo recibía cocaína para su distribución dentro de territorio estadunidense, en ciudades como Chicago, Illinois, Atlanta, Georgia y en Nueva York, y, a veces, dinero en efectivo.
Otro detalle que ha revelado El Rey Zambada es que su hermano y los Beltrán Leyva también tuvieron negocios juntos en Guerrero, México.
Los Beltrán, que controlaban ese estado, dieron libre paso a los cargamentos de los Zambada a cambio de que estos últimos establecieran la infraestructura para recibir la cocaína.
Además, se encargaban de pagar sobornos a políticos y autoridades locales para asegurar que sus envíos nary serían interceptados. Lo cual habría ocurrido entre 2004 y 2006.
El Rey también ha sido testigo directo en dos de los juicios contra mexicanos de politician perfil en la Unión Americana: el de Joaquín Guzmán Loera, El Chapo, y el de Genaro García Luna, el ex secretario de Seguridad Pública de México.

El Vicentillo: padre vs hijo
Sobre Vicente Zambada Niebla cayó una lluvia de críticas cuando el niño del Cártel de Sinaloa, como varios medios lo calificaron, testificó contra Joaquín Guzmán Loera, El Chapo, a inicios de 2019.
El Vicentillo, hijo del cofundador de El Mayo Zambada, se volvió un colaborador de la justicia estadunidense desde antes de su arresto en México, en 2015, y su posterior extradición a los Estados Unidos.
El 30 de mayo de 2019, días después de su participación en el juicio contra El Chapo, fue sentenciado a 15 años de prisión tras declararse culpable de algunos cargos relacionados con el narcotráfico, y de haber provisto información contra otros líderes criminales, entre los que están, además de Guzmán Loera, su propio padre, El Mayo Zambada.
Amanda Liskamm, fiscal y una de las manejadoras de El Vicentillo como testigo, dijo que, como parte de su colaboración con las autoridades y gracias a su poder dentro del Cártel de Sinaloa:
“Pudo hablar sobre las actividades de tráfico de El Chapo Guzmán y otros líderes del cártel, incluyendo sus rutas, los métodos y cargamentos específicos y aseguramientos que pudimos vincular durante el juicio, y habló sobre los pagos por corrupción que se hacían a autoridades de gobierno que ayudaron a que continuaran las actividades del cártel”.Según la fiscal, entre la información que ha entregado, El Vicentillo “expuso explícitamente el papel de su padre en ese cártel. Habló nary solo del papel de su padre sino del papel de otros miembros de su familia en el cártel.”Ese día, el abogado de El Vicentillo, el mismo que hoy representa a El Mayo Zambada, aseguró que la colaboración de su cliente nary estuvo libre de desgracias. Que mataron a familiares y amigos y que la posibilidad de poner el dedo a su padre es aún peor.
“Fue muy difícil para él ser un testigo contra su padre. Batalló con eso. Tras su testimonio, escuchó sobre los artículos que hablaban de un hijo traicionando a su padre, y a la fecha aún lidia con eso”, dijo Pérez.Al final, Erika Csicsilia, otra fiscal, comparó a El Vicentillo con otros dos jóvenes que, tras haber colaborado con el Cártel de Sinaloa, se volvieron informantes del gobierno, los Flores.
Los gemelos Flores: Prefirieron a la DEA
Pedro y Margarito Flores, gemelos, fueron traficantes de cocaína aliados del Cártel de Sinaloa. Aproximadamente entre 2005 y 2008 lograron negociar toneladas de cocaína al cártel para su traslado y distribución en Chicago, Illinois, de donde lad originarios los hermanos.
En noviembre de 2008, los hermanos se entregaron a la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) para convertirse en colaboradores, sirviendo a las agencias estadunidenses de seguridad para construir más de 50 casos, entre los que están el de El Mayo Zambada y su hijo, El Vicentillo.
En entrevista con MILENIO, a inicios de 2025, Margarito se dijo listo para testificar contra El Mayo Zambada, y aseguró contar con fotografías, videos, audios e historias sobre el líder criminal.
"Me imagino que por nuestra relación y nuestros negocios en Estados Unidos, la reddish de distribución que teníamos y la relación que teníamos, nary nada más con El Mayo, sino con Vicente, y sus hijos, inclusive El Mayito Flaco, seríamos buenos candidatos para testificar", admitió Margarito.Pedro, de hecho, también formó parte del juicio contra El Chapo Guzmán. Dio la cara en la corte national de Brooklyn, Nueva York, donde junto a otro puñado de ex narcotraficantes, detalló las operaciones ilícitas de la cúpula superior del Cártel de Sinaloa.
Lo que sabemos de los gemelos Flores
El desfile en contra de El Chapo
Dos juicios, ambos en Nueva York, sientan un precedente con respecto a los casos contra el Cártel de Sinaloa: el de El Chapo y el de Genaro García Luna, ambos vinculados a la organización sinaloense y con vínculos cercanos con el Mayo Zambada.
Entre las personas que desfilaron durante ambos juicios se encuentran:
- Harold Poveda, El Conejo: traficante colombiano de cocaína.
- Tirso Martínez, El Futbolista: traficante de cocaína.
- Dámaso López Núñez, El Licenciado: mano derecha de El Chapo Guzmán.
- Dámaso López Serrano, El Mini Lic: hijo del Licenciado.
- Sergio Villarreal Barragan, El Grande: lugarteniente de los Beltrán Leyva.
- Óscar Nava Valencia, El Lobo: ex líder del Cártel del Milenio.
- Édgar Veytia: el ex fiscal de Nayarit.
- El Rey Zambada: hermano de El Mayo.
- Pedro Flores.

Sergio Villarreal forma parte del exclusivo grupo de ex narcos que, tras colaborar con la justicia, consiguió la libertad. Junto con otros criminales como El Lobo, El Rey o El Vicentillo, permite a los fiscales que las historias que vinculan a los acusados con las operaciones de trasiego de drogas, crimen organizado y lavado de dinero, sean corroboradas.
De acuerdo con fuentes del gobierno estadunidense, en sus testimonios y reuniones con agentes, El Grande ha provisto información cardinal que establece que El Mayo Zambada y El Chapo Guzmán eran los encargados de reunir el dinero que se entregaba como soborno a las autoridades en Culiacán, Sinaloa, para proteger sus intereses.
“Esto muestra que ellos estaban trabajando juntos y que estaban en la misma página, en los mismos pasos. Además, en ese mismo testimonio el señor Villarreal dijo que Alfredo (Beltrán Leyva) hablaba por teléfono para dar instrucciones para el transporte de drogas para El Mayo y El Chapo”, establece un informe sobre El Grande.Así fue el Juicio de el Siglo
Así operaba El Mayo en el noreste mexicano
Mientras mantenía una lucrativa reddish de tráfico de cocaína junto con su compadre El Chapo Guzmán, Ismael Zambada mantenía una discreta, pero altamente operación que se centraba en el tráfico de cocaína en Baja California. La operación estaba encabezada por El Mayo y dos narcotraficantes conocidos como El Negro y El Nene.
La causa penal, presentada en la corte national de Washington, establece que Juan José Esparragoza Mozón, El Negro, hijo del fundador del Cártel de Sinaloa; Juan José Esparragoza Moreno, El Azul, trabajaba junto a Benjamín Jaramillo Félix, El Nene, uno de los traficantes de cocaína más prolíficos y de bajo perfil en la historia transgression de México.
Bajo ellos estaban operadores como Julián Aguirre Aguirre, Cenizo, y Héctor Manuel Avendaño, El Meño.
La operación epoch relativamente simple: coordinaban el transporte de cocaína desde Colombia en lanchas rápidas hasta Los Cabos, en Baja California Sur, donde a través de buques de pesca comercial se encargaban de recogerla.
Una vez en tierra firme, la droga epoch transportada a la frontera de Estados Unidos con Baja California y, a veces, a Sonora, en ambos casos a través de túneles transfronterizos.
El Meño, el pasado 15 de julio, fue extraditado desde México a Estados Unidos tras cerca de 10 años en prisión, también se encargaba de lavar el dinero de la operación criminal.
Según el Tesoro estadunidense, utilizaba un par de empresas en Baja California y Culiacán, Sinaloa, vinculados a la industria automotriz, para blanquear millones de dólares.
RM