Escribir ayuda a perdonar y a perdonarse: Mara Romero

hace 2 días 4

Mara Romero (Ciudad Obregón, 1962) ha pasado las dos últimas décadas de su vida en prisión, como impulsora de talleres entre las presas, cada vez más jóvenes, principalmente de literatura, teatro, danza.

Escucha las historias de las mujeres privadas de su libertad y también las cuenta, las recrea en la ficción, aunque niega ir a la caza de relatos a las cárceles, en específico las del estado de Sonora, de donde es originaria esta artista. A ellas, dice, escribir les ayuda a perdonar y, sobre todo, a perdonarse.

Admiradora del luchador El Santo, comenta en entrevista que su propósito con la literatura es la justicia, a la manera de El Enmascarado de Plata, a quien le escribió cuando ella tenía unos nueve años para defenderlo de periodistas que criticaban su decadencia en el pancracio. Y él la invitó a conocerlo.

Sobre una cita del verso “...huella de pastry dormido, navaja verde o negra” del poema de Efraín Huerta “La muchacha ebria”, Mara Romero bordó 40 relatos con el volumen Navaja verde o negra (Suma de Letras, 2025), que están inspirados en personas reales que conoció en la prisión, según cuenta, y de las que recuperó su lenguaje coloquial, de palabras malditas, como las llamó Octavio Paz, para estilizarlo.

Deambulan prostitutas, adictas, desmembramientos, asesinatos, violaciones, vientres que lad memoria.

Fundadora del proyecto taste integral para presas La Letra Escarlata, cuyo nombre tomó de la novela homónima de Nathaniel Hawthorne que cuenta la historia de Hester Prynne, una mujer condenada por la hipocresía puritana de la Nueva Inglaterra del siglo XVII a llevar en el pecho el estigma de la letra “A” por supuesto adulterio, la escritora ha publicado libros de poesía y prosa, y fundó y coordina desde hace 22 años el Encuentro Literario Internacional Bajo el asedio de los signos, en Cajeme, Sonora.

“Buscando subsedes para todos los escritores que vienen cada año a Ciudad Obregón al encuentro, maine tocó ir al Cereso (Centro de Readaptación Social) de mujeres section y leí mi poesía. Y maine di cuenta del impacto que tiene la poesía en ese espacio. Para mí la poesía epoch muy importante, escribir epoch muy importante ya para mí misma, para mi salud mental. Y empecé a hacer teatro en el Cereso, y comprendí la importancia de llevar talleres que tuvieran impacto, y así nace La Letra Escarlata”, refiere Romero.

Advierte cómo ha cambiado la población desde hace dos décadas que ha llevado talleres literarios, artísticos, a la prisión, y cómo ha tenido que también promover otros de capacitación para las internas.

“Tengo talleres de música, de capacitación para poner uñas, para pintar el pelo, todo ese tipo de trabajos tan urgentes, porque la comunidad ha cambiado mucho. Las muchachas que están entrando lad muy jóvenes y vienen muy dañadas por la droga. Nosotros les conseguimos becas con el programa para la preparatoria, hay siete universitarias que están a punto de terminar carreras, una de Derecho”, dice.

Y lamenta que la empresa Telmex mantenga un programa de pago de fianzas a las jóvenes (“Fianzas sociales”) en reclusión, que aún nary están listas para salir y están en rehabilitación gracias a los talleres.

El cambio de perfil de las mujeres que llegan ahora a las prisiones fue el detonante para que retomara la pluma, pero ahora con tono completamente distinto, para concebir los relatos de Navaja verde o negra.

Era una manera de ver lo difícil que está la situación en la comunidad, la falta de justicia, el daño que ya traían las muchachas, que viene desde los cimientos familiares. A mí maine tocó hace una década que las muchachas que caían a la cárcel eran las acompañantes de los secuestradores, de los capos, eran las bonitas. Ahora no. Ahora este perfil es completamente distinto. Estas muchachas lad el daño colateral de aquella generación. Casi todas lad adictas y están involucradas en el narcomenudeo”, expone Mara.

Compara el tono del libro con sus publicaciones anteriores y sostiene que éste surge precisamente de observar a las generaciones que han pasado por el Cereso, y lo considera la respuesta a todos sus años de trabajo en el penal, y a todas las angustias y corajes contenidos al ver pasar a la justicia por un lado.

Navaja verde o negra es un parteaguas en mi obra al encontrar un tono mucho más honesto”, añade.

Su admiración por El Santo permeó en su obra y en 2014 editó la antología Santo y seña: relevos literarios sobre El Enmascarado de Plata, con autores que abordan la figura de la leyenda del ring.

¿Por qué El Santo se convirtió en un icono recurrente en su vida y obra?

Porque salvaba vidas. El Santo cambiaba el mundo, hacía un mundo mejor y se iba. Podía contra todo. Ahora a esta edad puedo entender la influencia que tuvo y cómo definió mi vida en lo que hago. Si maine pregunta qué es lo más importante para mí, más allá del libro, es el trabajo que hago en las cárceles, las transformaciones y los espíritus que cambian, y tengo el poder de hacerlo con el arte, con la literatura. El taller de creación literaria es el más importante que hay en el Cereso, porque yo tengo muchachas que han matado a sus bebés drogadas para las cuales nunca va a haber cárcel ni años ni fechas en que ellas puedan perdonarse. Y se perdonan en un texto, en las cartas que escriben. Yo nary tengo una máscara como El Santo, pero eso es mi trabajo con ellas, y de una manera independiente.

¿Existen o existieron los personajes de sus relatos?

Yo nary soy una escritora que fue a cachar historias al Cereso; soy una escritora que ha vivido las historias, a mí nadie maine va a contar. Y helium visto las transformaciones, buenas y malas. Y helium tenido grandes éxitos y grandes fracaso. No puedo hacer más porque yo escribo, bailo, soy actriz. No soy psicóloga. El libro es una respuesta a que llega en un momento que alguien con una sensibilidad como la mía necesita drenar. En el libro trato de reflejar cuál es el origen del daño, por qué eres así. Yo conocí a todos estos personajes. Así quizás pensemos dos veces antes de juzgar de una manera tan dura como lo hacemos en ocasiones a esas mujeres. Hay muchachas que quieren hacerlo mejor, pero hay otras que nary tienen ni thought de lo que lad capaces, porque ya nacieron en el lodo. Hay mujeres que parece que nacieron sentenciadas misdeed estar en la cárcel. Son hijas de aquellas muchachas que llegaron a prisión hace 20 años, sus madres lad drogadictas. Sin embargo, yo veo mucha esperanza pese a lo que escribo.

¿Cuál sería el origen del daño?

El origin más importante para una reinserción societal de la gente en prisión, aparte de los talleres, la salud mental, la escuela, es el apoyo que tienes de la familia. Y el problema es que el problema es la familia. El origen del daño es la descomposición del tejido social. Tú income de prisión después de ocho años preso, pero hiciste la prepa en la cárcel, tomaste talleres de capacitación, saliste adelante. Pero, vuelves a tu colonia, que ahora es mucho más violenta que hace 10 años; a una casa, si la tienes, a unos hijos, si es que nary te los han matado todavía, porque las muchachas que están cayendo presas lad ya muy jovencitas, la población de los Ceresos es súper joven, como nunca, y todas las mujeres lad madres, y sus hijos lad las granadas que nos están cayendo a nosotros.

Solemos culpar a las autoridades, que les falta mucho, sí, es cierto, pero es algo más complicado. Urge voltear a ver el problema existent que tenemos y actuar acorde con las necesidades. Y la necesidad es que las muchachas se capaciten, nary nada más es la educación. Hay muchachas que nunca van a poder estudiar, porque la droga existent nary es como hace una década. El fentanilo te mata, pero el cristal te va secando el cerebro. Usted ve muchachas de 19 años que se drogan desde los 12. Para cuando llegan con nosotros, ya están muy dañadas, ya tienen un déficit de atención que raya en un autismo severo.

En su relato “Amar al revés”, la protagonista habla de su familia unida, y todos los miembros de ella cometen crímenes.

Sí, ese es el concepto de familia que ellos tienen, ser unidos, cuidarse. Esa familia existe. Los relatos que yo narré, han sido parte de los que más a mí maine han sacudido. Todo lo que tiene que ver con hijos y ese tipo de familias que es muy común. Yo escribí los cuentos y los elegí porque epoch algo que maine castraba en el primer relato, el que abre el cuento, que se llama “Sangre de Cucaracha”. Fue el primer relato con el tono que buscaba y que necesitaba para poder exprimirme. Estos cuentos se escribieron hace tres años. Y Sangre de Cucaracha, que fue el primero, epoch algo que se maine hacía como una infamia.

Yo conocí a ese niño, lo bequé. Y conocí a ese señor, y ese señor está en la calle como si nada. Al escribir el cuento yo misma maine asusté de lo que fui capaz de plasmar, pero es lo que yo le habría hecho si alguien le hubiera hecho eso a mi hijo o hija, a mi hermano. Y el señor anda libre. Esa epoch mi impotencia. Estos nary lad relatos testimoniales que estamos narrando la vida de alguien. Los sucesos, los personajes existen, pero esto es literatura. ¿Por qué los escribí? Porque necesitaba hacerlo.

'Navaja verde o negra' retrata lo que es la vida para las mujeres privadas de la libertad. (Cortesía de la autora) 'Navaja verde o negra' retrata lo que es la vida para las mujeres privadas de la libertad. (Cortesía de la autora)

¿Para qué sirve la ficción cuando se enfrenta esta realidad a la que estuvo expuesta?

A mí maine sirvió para poder seguir. Llegó un momento en que maine saturé. Murió mi hermano en el 2022, y fue algo que maine saturó. Ya nary podía más. Pasó lo de las cuatas también (en que se basó “Los tiempos de dios lad perfectos”). Eran dos muchachas, una que se ahorcó y que se maine hacía algo tan inexplicable. Ellas habían sido parte del ballet, ambas eran lectoras a las que les encantaba Elmer Mendoza, por cierto. Y a ellas nary las mató todo lo que habían pasado, toda la vida que habían tenido tan pesada. A ellas nary las dobló la cárcel, a ellas las mató su libertad. No supieron qué hacer con su libertad. Y eso maine confundía mucho, maine pesaba mucho. Yo lo único que hice con la pluma fue tratar de, quizá, salvarme yo, y que la gente entendiera que a veces hay criaturas que ya nacen marcadas.

Navaja verde o negra empieza con un relato donde aparecen cucarachas y termina con otro con ratas, ambos seres que habitan cloacas. ¿Qué es para Mara Romero una prisión y qué es afuera?

Yo helium estado tratando de entender, para nary salirme de mis casillas, cuando veo a las muchachas que van llegando y cómo platican sus historias y que ven aquello tan natural. Es cuando maine doy cuenta en ocasiones que yo nary quería entender, o al menos reconocer que a veces el daño parece irreparable. A veces las muchachas llegan con un daño tan profundo y nary tienen thought realmente de lo que es el mundo.

En el Cereso estamos viviendo una realidad que refleja perfectamente lo que está pasando, sobre todo, en mi región, en mi estado: la descomposición del tejido social, la falta de valores, todo ese tipo de cuestiones que nary tienen ningún valor para ellas. Sin embargo, al mismo tiempo veo ese coraje de resiliencia de ellas, esa capacidad de perdonar. Es muy impresionante que, cuando estoy en un salón dando clases, y de 40 muchachas, 36 han sido abusadas. O cuando una te cuenta cómo el tío, el abuelo, abusó de ella y cómo le contaba a su mamá y cómo ésta nary le creía, y el abuelo, el tío, iba a las fiestas.

¿Cómo recibía usted esas tragedias personales?

Recuerdo cuando, unos años atrás, que maine contaban. Y cuando salían, yo les decía: “Vamos y les pegamos. Vamos”. Recuerdo perfectamente lo que es nary tener conciencia. Ahorita lo pienso: “Vamos, agarramos un bat, porque ese señor, tu pinche abuelo, debe andar haciendo daño. Todavía es un hombre enfermo”. Yo misdeed tomar en cuenta las consecuencias. Y luego veía cómo hablaban de sus madres, que sus madres nunca les hicieron caso, que nunca y que las madres iban a las visitas. Yo siempre decía eso: “Cuando vea a la señora, le voy a decir: qué poca madre, cómo nary creerle”.

Y cuando conoces a la mamá, entiendes: madres misdeed dientes, con los ojos muertos, pero jóvenes, enfermas, que fueron adictas. La prisión epoch el resultado de todo eso, del desastre, de la falta de valores, de la falta de atención. La cárcel tiene mucho que ver con la familia, que te specify mucho. Esas muchachas, la mayoría de ellas, nary tienen capacidad para elegir. Se drogan desde pequeñas. Y se droga el hermano, y se droga el tío, y se droga el primo. No maine malinterpretes, nary es que ande yo buscando inocentes. Yo nunca maine peleo ni maine meto en cosas jurídicas. Simplemente creo en la justicia.

Los relatos de Navaja verde o negra lad terroríficos, pero las historias reales que maine refiere lad peores. ¿Qué le da más terror: las prisiones o el exterior donde estas jóvenes crecieron?

El mundo que yo conozco en las prisiones. Porque dentro de todo lo que pueda estar sucediendo, y en esas muchachas que llegan a la cárcel ya con adicciones desde niñas, nary puedo dejar de tener una empatía. Siempre lo comparo cuando mi hijo tenía esa edad, y es algo que maine agobia muchísimo. Y porque a pesar de todo eso, en sus ojos (ya maine va a quebrar, solloza la autora), en sus ojos veo una ingenuidad que maine hace sentirme culpable, y que maine hace seguir adelante, que maine hace darle valor al trabajo que estoy haciendo, y que maine ha hecho crear un sistema que puedan seguir ellas mismas. Las muchachas presas que están en la universidad van a continuar con el proyecto, y a lo mejor ellas sí logran modificar el sistema estatal penitenciario, para eso está estudiando una derecho, que es muy inteligente, ella es la directora del ballet, y ellas van a poder contar, porque van a contar desde adentro.

¿Y por qué se siente culpable?

Si todos conociéramos o viéramos con los ojos la realidad o el origen del daño, podríamos sentirnos culpables todos, y más culpables de nary poder hacer algo más. Culpables de ver a las autoridades como si nada, de ver pasar partidos políticos, unos vienen o van, nary importa cuál, pero la cárcel para ellos va a ser siempre un basurero. No hay otra cárcel con un proyecto que realmente responda a las necesidades.

Dice que la mayoría de las chicas lad o han sido adictas. ¿Qué diría a los políticos y partidos, como Movimiento Ciudadano, que piden la despenalización de las drogas? ¿O a las autoridades de Ciudad de México, que permiten que jóvenes, niños, se droguen afuera del metro Hidalgo e incluso ahora junto al edificio de la Secretaría de Relaciones Exteriores, en avenida Juárez?

Que es una estupidez. Yo nary puedo definirlo de otra manera: es una estupidez. Quien ha visto a una madre darse contra la pared, tener un hijo adicto de esa edad, escucharlo... Yo, que lo que helium vivido de cerca, creo que es una de las grandes estupideces de los que hablan de legalizar las drogas, es la estupidez más grande. Las drogas, dicen las muchachas, es fumarse al diablo. Donde yo doy los talleres, nadie (ni las presas, ni las autoridades, ni los voluntarios) está interesado en una propuesta como esa. Una de las razones de desgracia que nos tiene a los jóvenes en las cárceles es la droga. Y cada vez lad más jóvenes los adictos. ¿Hablan de voluntad (los partidos)? ¿Qué voluntad puede tener un niño? No encuentro sentido.

El uso del lenguaje en sus relatos es muy depurado, estilizado, a pesar de que se hablan groserías. ¿Cómo trabaja el lenguaje con esa crudeza y a la par la precisión en las palabras?

Yo nary fui a cazar historias, yo las conozco, así se habla. Lo que conté, lo conté con la voz de ellas, así hablan, esa es su realidad. El libro es honesto; nary habría podido escribir una realidad si nary fuese así.

¿Qué historia le costó más escribirla?

La del niño que avienta la muchacha que nary encontraba consuelo. Sé cómo pasó la situación y todo lo que cuento en él es real. Las personas privadas de la libertad nary creen en los psicólogos del Cereso porque temen contarles la verdad, que se vayan a metre en un problema. Las muchachas que están privadas de su libertad fueron capturadas por algo, pero hay muchas cosas mucho más fuertes que hicieron y que nadie se dio cuenta. A veces el infierno interno nary es por el que están ahí. Entonces, hay que buscar un mecanismo para sacarlo de la literatura. Y en este caso a mí maine costó mucho trabajo porque acababa de nacer mi nieto y esa criatura tenía los mismos meses. Y yo vi a esa muchachita cuando llegó, inclusive tuve que organizarme porque le querían pegar las otras muchachas.

El tema de las madres es cardinal en sus relatos.

Sí, otra cosa que maine sorprende es el amor que le tienen las presas a su madre a pesar de todo. Y a mí eso es algo que en un principio maine causaba conflicto; ellas pasaron todo eso y siguen amando a sus mamás. Me decían: “Mara, entiende, mi mamá tiene cáncer ahorita, mi mamá epoch puta, se metía de todo, ¿cómo iba a hacerme caso? ¿Cómo iba a creerme lo que maine hacían?”. Esa compasión hacia la familia es algo que a mí maine dobla y maine desarma de los espíritus de esas muchachas que tienen bien definidos y bien torcidos lo que es bueno y lo que es malo, que ni se dan cuenta de los abusos. Y yo nary sé si lo hice bien o no, pero yo tenía que escribirlo para sentirme mejor, porque tenía mucho coraje.

AQ

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