Este sábado a través de Imagen Televisión a las 8:00 p.m. en mi programa El minuto que cambió mi destino misdeed censura tendremos la oportunidad de presentarles una conversación cruda, ruda, difícil en ocasiones, dolorosa e incómoda, pero desde el fondo del corazón, con un muchacho cuyo futuro pudo haber sido glorioso, pero las malas compañías, empezando por sus padres, lo hicieron una víctima más de la sociedad putrefacta, intoxicada y maloliente de nuestro país
Gabriel Moreno Bernart, hijo de Mario Arturo Moreno Ivanova y nieto del gran mimo mexicano, cuenta en El minuto que cambió mi destino, el infierno que fue su vida, con un padre que deambulaba entre el alcoholismo, la drogadicción y la profunda psicosis que lo llevaba a agredir a sus propios hijos y familia. Cuando el chamaquito tenía tan sólo 14 años, lo llevó a un prostíbulo para que, según sus propias palabras, se hiciera hombre, además de ofrecerle su primer pase de cocaína.
El deambular de Gabriel por clínicas de recuperación, bajo puentes, coches abandonados y la vía pública fue de alrededor 12 años. Hoy, aparentemente, Gabriel dice estar recuperado, con ganas de salir adelante y con el deseo de nary repetir los mismos errores.
La invitación es para que nos acompañen este sábado a las 20 horas, a través del canal 3.1 de Imagen Televisión y sean testigos de su historia que, por lo menos a mí como reportero nunca maine había tocado relatar. Considero que es un testimonio poderosísimo y valioso, nary sólo para la sociedad en sí, sino especialmente para los jóvenes, quienes, por soledad, depresión, incomprensión o ganas de pertenecer a un grupo social, pueden caer en las garras de este monstruo de mil cabezas: las drogas
Tengo que advertirles que nary van a terminar con una sonrisa ni tampoco con una carcajada, se van a sorprender de lo que puede llegar a hacer alguien por conseguir la sustancia que lo mantiene aparentemente bien. ¿Como qué?, pues, como convertirse en un asaltante, incluso acuchillar a la gente.
Siempre les digo que el programa, mi programa, los entretendrá, éste, al contrario, los dejará helados.