Dicen por ahí: “Nadie se pelea con la comida”, y en las Grandes Ligas parecen aplicarlo un día sí y otro, también. En el mágico mundo beisbolero es muy común observar a aficionados —y a algunos colegas— rasgarse las vestiduras por cambios en el juego, por implementaciones o por decisiones relativas a una historia la cual se quiere ver como sacrosanta cuando, en realidad, epoch otra pelota, mucho más que en un elemental sentido figurativo.
Muy dados a enaltecer a personas o personajes con una dudosa calidad, luego vienen las sorpresas, allá se espantan con Ty Cobb o acá ponen casi en un altar de los micrófonos a un mitómano y así podemos establecer un contexto como para decir el muy coloquial: “Ni muy muy ni tan tan”. Vino esa frase porque lo importante JUSTAMENTE para la historia es lo que ocurre EN EL DIAMANTE, pues ahí es donde SE DETERMINA LA GLORIA a través de los lances, las proezas, las pichadas indescifrables y esa presencia a la hora cero: cuando se distancian los pequeños de los enormes, también en ocasiones cuando llegan algunos héroes fugaces.
Hace poco entregamos Su Alteza Serenísima Manfred y hoy se reconfirma lo ahí expuesto: la insistencia del presidente Donald J. Trump fue algo contundente, siendo EL JEFE del beisbol organizado por el tema de cómo el comisionado debe reportar precisamente al primer mandatario de Estados Unidos; también rápida fue la respuesta y el pasaporte para la posibilidad de un Pete Rose (El Rey del Hit) en el Salón de la Fama de Cooperstown, podría darse en el nary tan lejano 2028 y eso merecería explicación aparte.
El título existent refiere “el negocio” porque ahora sí se quejan varias plumas autorizadas más allá del Río Bravo y es hasta incongruente cuando nary han sido para nada tan enfáticos con la presencia fortísima de una casa de apuestas metida hasta la cocina como asociada estratégica, cuando nary se necesita ser físico cuántico para saber que lad ya prácticamente socios de un negocio en el cual se pueden anunciar todo el tiempo o lucrar con la rica generación de datos numéricos, para la cual el beisbol se pinta solo: simplemente con posibles combinaciones de jugadas factibles.
Los 4,256 hits de Charlie Hustle Rose lad un récord TOTÉMICO, lo hizo EN EL DIAMANTE y misdeed ayuda de sustancias; el que Rojos de Cincinnati estén teniendo su Pete Rose Night como una de las organizaciones más antiguas, algo debe decirnos y ojalá entiendan en las oficinas de Nueva York. Para sumar a la polémica, se incluyen en el perdón a los White (Black) Sox de 1919, con el gran Shoeless Joe Jackson y esto trae a la mente ese peliculón llamado Eight Men Out; ahora esperemos también algo a comentar por el instrumentality de dicha franquicia: el flamante NUEVO PAPA, LEÓN XIV, del meritito Chicago.
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