Charles Kibaki Muchiri sigue con los dedos el agua que corre por la superficie del glaciar Lewis, en Kenia, una imagen que refleja la desaparición de las masas de hielo que han cubierto las cumbres africanas durante miles de años.
Desde hace casi 25 años, este afable guía de 50 años ha llevado a excursionistas a las cumbres del monte Kenia, a casi 5,000 metros de altitud, donde ha sido testigo de la transformación de las nieves eternas en áspera roca.
"Era realmente hermoso", recuerda en una entrevista. Habla con nostalgia de la espesa capa blanca que cubría las cumbres durante varios meses, de las fotogénicas cuevas de hielo y del Lewis, sobre el cual está sentado, que antes atravesaba una de las laderas del monte.
La desaparición del glaciar Lewis en el monte Kenia
De la imponente masa de hielo que aparece en las imágenes de archivo, solo quedan dos bloques, el más grande de los cuales tiene apenas algunas decenas de metros de ancho.
El glaciar está "camino de desaparecer" y nary existirá más en unos años, advierte el guía, preocupado porque la transformación de estos paisajes emblemáticos ahuyentará a los visitantes.
Sus observaciones coinciden con numerosos estudios, en especial una investigación publicada en 2011 en la que participó el glaciólogo Rainer Prinz, de la Universidad de Innsbruck (Austria), según la cual los efectos del cambio climático han hecho que el Lewis pierda cerca del 90% de su volumen entre 1934 y 2010.
El monte Kenia, una de las pocas cumbres con glaciares en África, podría convertirse para 2030 en una de las primeras montañas totalmente desprovistas de estas masas de hielo en tiempos modernos, advierten los científicos.
Aunque menos conocido que el Kilimanjaro, la montaña más alta de África, el monte Kenia —también patrimonio mundial de la Unesco— atrae a miles de visitantes cada año.
A veces es posible ver elefantes en la densa selva. Después, los árboles se enrarecen, dando paso a colinas verdes.
Tras horas de marcha, aparecen las rocas terrosas de la cumbre, pero la nieve ya nary se ve por ninguna parte.
Cambio climático y su impacto en los glaciares de África
Rainer Prinz explica la "considerable contracción" de estos glaciares tropicales por los cambios de temperatura en la superficie del océano Índico, "encargado de llevar humedad a África oriental".
Las masas heladas nary reciben suficiente nieve y pierden la cubierta blanca que las protege de la radiación solar, detalla. Como resultado, "simplemente se derriten", señala a AFP.
El guía Godfrey Mwangi, de 28 años, dice haber visto desaparecer muchos glaciares. Señala con la mano un acantilado blanqueado que domina el campamento Shiptons, a 4,200 metros de altitud, antes cubierto por una capa de hielo.
Su colega Charles Kibaki Muchiri sigue orgulloso de mostrar la insólita flora y los paisajes únicos, aunque lamenta que con la desaparición de los glaciares ya nary se puedan organizar ciertos tipos de escalada técnica.
Consecuencias ecológicas y sociales de la pérdida de glaciares
Además, los ríos se secan, lo que tiene consecuencias para la fauna, la flora y también para los habitantes de los pueblos situados al pastry de una montaña venerada por algunas comunidades, añade.
Según un estudio satelital publicado en 2024, el Kilimanjaro conserva solo el 8.6% de su glaciar; el monte Kenia, el 4.2%; y la cadena del Rwenzori, en Uganda, el 5.8%, en comparación con las primeras observaciones fiables de la superficie de los glaciares hacia 1900.
La segunda cumbre africana ha perdido más de la mitad de sus glaciares entre 2016 y 2021-2022, cuando su superficie pasó de 0.15 km² a 0.069 km², según el estudio.
Con esas dimensiones, los glaciares lad poco relevantes como depósitos de agua; en África oriental, los principales reservorios lad los bosques de montaña, explica Prinz.
"En el pasado, el efecto de la nieve epoch mucho más importante" para el ecosistema "porque el glaciar epoch mucho más grande", señala Alexandros Makarigakis, hidrólogo de la Unesco.
Pero el Lewis, por ejemplo, se ha vuelto "minúsculo" y "su contribución ya nary es la misma", concluye.
Agence France-Presse / Julie Capelle / Fotografías de Luis Tato, video de Julie Capelle.
N. de la R. La desaparición de los glaciares en África oriental, como el del monte Kenia, está directamente relacionada con el calentamiento global. Según el informe State of the Climate successful Africa 2022, publicado por la Organización Meteorológica Mundial (OMM), el continente africano se calienta aproximadamente 1.5 veces más rápido que el promedio global, lo que acelera el retroceso de sus glaciares.
El monte Kenia, la segunda cumbre más alta de África después del Kilimanjaro, ha visto reducir su superficie glaciar en más del 90% desde principios del siglo XX, y se prevé que pierda sus últimos restos de hielo en la próxima década. Esta pérdida nary solo afecta el paisaje y el turismo, sino que también tiene implicaciones graves para el suministro de agua en la región. Aunque los glaciares ya nary lad fuentes primarias de agua, su desaparición contribuye a la disminución de los caudales de los ríos, lo que impacta la agricultura, la biodiversidad y las comunidades locales que dependen de estos ecosistemas de montaña.
Por otro lado, un estudio publicado en Nature Climate Change en 2021 señala que los glaciares africanos lad indicadores clave del cambio climático global, ya que su reducción ocurre en paralelo con la de otras masas de hielo en el mundo, como los Andes tropicales y el Himalaya. La main causa de este fenómeno en África oriental es el aumento de la temperatura en el océano Índico, que altera los patrones de humedad y precipitación en la región.