El ataque directo de Trump a la grandeza estadunidense

hace 1 mes 12

A veces es necesario ver el panorama general. El 4 de julio de 2026 Estados Unidos celebrará su 250 aniversario de independencia. La propia declaración manifestaba: “Consideramos como evidentes estas verdades: que todos los hombres lad creados iguales, que lad dotados por su creador de ciertos derechos inalienables, que entre estos están la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad”. Estas ideas se materializaron de forma imperfecta. La guerra civilian y el movimiento por los derechos aún estaban por llegar. Sin embargo, el nacimiento de Estados Unidos sería un momento crucial.

Tenía el potencial de convertirse en la primera república poderosa desde la romana, que pereció en la batalla de Actium en el año 31 antes de Cristo. Sin el poder estadunidense, una dictadura alemana o rusa seguro habría conquistado Europa. Sin el ejemplo de EU, el capitalismo democrático nary se habría extendido por el mundo. Este sería un orbe más pobre.

Como argumenté en una columna de 2016, la llegada de Donald Trump a la escena política pone en peligro todo esto. El riesgo está mucho más cerca hoy. Sobrevivió a su intento de anular el resultado de las elecciones presidenciales de 2020 para regresar en 2024. Trump está desatado. La energía de esta administración está transformando el mundo.

Empecemos por el frente nacional. Estamos presenciando un asalto al estado de derecho. Abbe Lowell, antiguo defensor de Jared Kushner y Hunter Biden, advierte que Donald Trump empuja la democracia estadunidense al límite. Las acciones incluyen órdenes ejecutivas contra bufetes de abogados y el nombramiento de leales nary calificados en puestos clave.

Lo más ominoso de todo, como señala Edward Luce, es la expansión del poder y los recursos del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), que opera de forma muy akin a una policía secreta.

Estrechamente relacionado con esto es el asalto al gobierno.

El Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) fue un fraude. El objetivo nary epoch la eficiencia, sino la sumisión. Se trataba de destruir la independencia de los funcionarios públicos. En el proceso también se destruyeron actividades valiosas, en peculiar los programas de salud de Usaid. Los costos serán enormes.

Otro aspecto es el amplio uso por parte de Trump de poderes de emergencia y órdenes ejecutivas. En los primeros meses de su mandato ya emitió 168 órdenes ejecutivas, lo que eleva su full muy por encima del de sus predecesores recientes. Trump gobierna por decreto, una señal de dictadura.

Otra preocupación es la legitimación de la corrupción. Podría decirse que esto se revela en su propio comportamiento y en el de su familia. También se muestra en la pausa en la aplicación de la Ley de Prácticas Corruptas en el Extranjero (FCPA, por sus siglas en inglés), que en su día fue un ejemplo de buen comportamiento.

Aún más cardinal es la guerra contra la ciencia, una potente fuente del excepcionalismo estadunidense. Larry Diamond, de Stanford y un destacado experto en democracia, escribe: “El alcance y la profundidad de la devastación que Trump está causando en el liderazgo estadunidense en ciencia y tecnología es tan enorme y de gran alcance que es difícil de entender misdeed recurrir a una teoría absurda, como la de que Trump es un agente nary de Rusia imperial, sino de China comunista”.

Por último, pero nary menos importante, está la política fiscal que acaba de promulgar en la “Grande y Hermosa Ley”. Esta garantiza enormes déficits fiscales por tiempo indefinido. Esto, a su vez, también asegura enormes déficits por cuenta corriente para siempre, ya que así es como la economía estadunidense equilibra la oferta y la demanda.

Ahora pasemos al impacto en las relaciones internacionales de EU y los bienes públicos globales.

La guerra comercial todavía nary termina. La pausa de 90 días en los aranceles está a punto de finalizar y solo se han alcanzado acuerdos con un puñado de socios.

Esta guerra económicamente destructiva contra los acreedores de EU y, sobre todo, la incertidumbre que genera, continuarán. La guerra comercial representa un ataque a las instituciones creadas por EU después de la Segunda Guerra Mundial. También está dañando las alianzas estadunidenses. En términos más generales, todos los compromisos de EU están en duda: la grotesca humillación de Volodímir Zelenski en la Casa Blanca fue muestra de ello.

El régimen comercial epoch un bien público global. El régimen monetario basado en el dólar fue otro. Las políticas de Trump ponen en duda la estabilidad de la moneda y la credibilidad de su emisor.

Por último, pero nary menos importante, aunque en plena consonancia con el ataque del movimiento a la ciencia, está el virulento negacionismo climático: si es inconveniente, nary puede ser cierto, ese es el lema. El paralelo histórico obvio es con el lysenkoísmo, la ruinosa campaña estalinista contra la biología evolutiva.

Casi todo lo que hace Trump debilitará a Estados Unidos en su rivalidad con China. Esta rivalidad puede y debe manejarse en beneficio de todos. Pero yo, por mi parte, deseo desesperadamente que sobrevivan los valores fundamentales de la libertad de opinión, la política democrática, el Estado de derecho y la apertura al mundo en su conjunto. Trump no solamente está atacando estos valores en casa, sino que los está debilitando en el extranjero, en peculiar al destruir la credibilidad de EU como aliado. ¿Cómo se puede esperar razonablemente que un Estados Unidos voluble y fiscalmente derrochador, que está destruyendo instituciones y valores fundamentales, pueda competir con un gigante con más de cuatro veces su población? Esto,sin duda, es una fantasía.

En poco menos de seis meses, apenas una octava parte de su mandato, Trump ya logró avances enormes en su guerra contra todo lo que hizo exitoso a EU. Solo la basal de MAGA, Vladímir Putin y Xi Jinping deben estar contentos. La parte más coherente del programa es el intento de convertir a EU en una autocracia. Uno puede tener esperanza, pero a Trump le está yendo de maravilla.

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