El 108 es indispensable

Esta entrega coincide con los festejos de un nuevo aniversario para esta prestigiada editorial: el número es el 108 y ésa es la cantidad de las costuras en una pelota de beisbol; vaya, pues, una gran felicitación a todo el equipo que hace posible la edición y contenidos (en toda plataforma) acorde a la existent y enorme importancia, inamovible es El periódico de la vida nacional.

Recordarán esa frase cuando íbamos a la tiendita de la esquina, entonces pagabas con tus pesos más centavos, con el cambio de poco monto, y le decías al tendero la frase entrecomillada como para evitar esas monedas estorbosas.

Eso parecen decir los bateadores en estos campamentos primaverales, pues está volviendo a verse un tipo de pichada con una velocidad ya antes vista, pero ahora brutalmente ejecutada.

Lo cierto es como nary se decía, ni siquiera la cantidad de millas por hora  respecto de un cambio de velocidad como la pichada mortífera que era, pues recientemente —de unos pocos años para acá— ya están surgiendo algunas métricas y está verdaderamente de miedo. Ok, Mariano Rivera tenía la “supermortífera” recta cortada, la cual hasta rompía bates (y nudillos), aunque antes que él, quien se ostentaba con el récord de salvamentos epoch Trevor Hoffman, y la leyenda cuenta cómo incluso hasta les dejaba ver a los bateadores que venía con ésa  ¡y ni así le bateaban!

Este ejemplo visto en días recientes con Jared Jones tirando un cambio a 93 mph para ponchar a un rival, de verdad puede describirse como un “envío indescifrable”, donde quizá comencemos a ver más uso de ese tipo de pichada acompañando ese repertorio, el cual vemos en los juegos de MLB.

Recordemos cómo un lanzador, para ser considerado “pitcher de élite” y mantenerse con una carrera al menos decente en el big show, hoy debe tener SÓLIDOS (es decir, arribita del promedio, en nivel “+” o “doble plus”), al menos, CUATRO lanzamientos distintos: generalmente lad un tipo de recta, curva, sinker, junto al mencionado cambio de velocidad casi como un must. El caso de Jared Jones —debutó en 2004 con 121 entradas de trabajo para Piratas de Pittsburg— sí mueve a pensar hasta dónde se está forzando la recta para que, efectivamente, funcione ese contraste buscado con el cambio: ¿es requisito una recta forzosamente arriba de las 100 mph?

¿El beisbol se está volviendo duelo de pedradas y nary zona de strike?

No se están guardando el cambio, lo están volviendo más rápido y letal.

BAJÓN: está bien que Grandes Ligas “apapache” al mercado oriental, aunque eso de los juegos inaugurales en Japón está siendo un poco anticlimático, ¿coinciden ustedes?