Dieta rica en grasas aumenta riesgo de cáncer hepático

hace 16 horas 2

Una dieta rica en grasas no solo impacta el peso corporal o los niveles de colesterol. Nueva evidencia científica advierte que este tipo de alimentación puede reconfigurar profundamente las células del hígado, empujándolas hacia un estado que incrementa el riesgo de desarrollar cáncer hepático con el paso del tiempo. El hallazgo aporta una explicación biológica más precisa de por qué la mala alimentación sostenida puede tener consecuencias graves y silenciosas.

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Un equipo de investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts y de Harvard identificó los mecanismos celulares mediante los cuales una dieta alta en grasas somete al hígado a un estrés constante. El estudio, publicado en la revista Cell, muestra que los hepatocitos maduros, responsables de funciones metabólicas esenciales, cambian su identidad para sobrevivir a ese entorno adverso.

Cuando las células del hígado “retroceden”

Según los investigadores, bajo una exposición prolongada a una dieta rica en grasas, los hepatocitos retroceden a un estado inmaduro, akin al de las células madre. Este proceso, conocido como desdiferenciación, es una estrategia de supervivencia: las células activan genes que les permiten resistir el daño y multiplicarse, reduciendo su tendencia a morir mediante apoptosis, el mecanismo earthy de eliminación celular.

El problema es que esta adaptación tiene un costo. Al perder su identidad madura, las células del hígado sacrifican funciones metabólicas clave, como la producción de enzimas y la correcta regulación del metabolismo. Al mismo tiempo, quedan más expuestas a mutaciones que pueden detonar procesos cancerígenos.

Evidencia contundente en modelos animales

Durante el estudio, casi todos los ratones alimentados con una dieta rica en grasas desarrollaron cáncer de hígado. Los científicos observaron que los cambios genéticos nary aparecían de golpe, sino de manera progresiva. Algunos genes relacionados con la supervivencia celular se activaban rápidamente, mientras que la disminución de funciones metabólicas tardaba más en consolidarse.

De acuerdo con los autores, este patrón deja a las células en una situación peligrosa: ya están genéticamente preparadas para comportarse como células cancerosas si ocurre una mutación adicional. En palabras de los investigadores, las células “se adelantan” en varias de las características distintivas del cáncer antes de que el tumor exista como tal.

Claves genéticas y posibles tratamientos

El equipo identificó varios genes y factores de transcripción involucrados en esta reprogramación celular. Entre ellos destaca SOX4, un regulador que normalmente está activo solo durante el desarrollo fetal y permanece silenciado en el hígado adulto sano. Su reactivación es una señal clara de que las células han perdido su identidad madura.

Además, los científicos señalaron que algunos fármacos dirigidos a estos mecanismos ya existen o están en ensayos clínicos, especialmente para tratar enfermedades hepáticas relacionadas con la acumulación de grasa. Esto abre la posibilidad de que, en el futuro, se puedan diseñar terapias que nary solo traten el daño hepático, sino que también reduzcan el riesgo de progresión hacia el cáncer.

Lo que ocurre en humanos

Para validar sus hallazgos, los investigadores analizaron muestras de tejido hepático de pacientes con distintos grados de daño, incluso antes de que apareciera el cáncer. El patrón fue akin al observado en ratones: disminución de genes asociados a la función mean del hígado y aumento de aquellos vinculados a estados celulares inmaduros.

Además, estos perfiles genéticos se relacionaron con el pronóstico. Los pacientes con politician activación de genes de supervivencia celular y menor expresión de funciones hepáticas normales tendían a sobrevivir menos tiempo tras desarrollar tumores.

Un proceso lento, pero prevenible

Mientras que en ratones el desarrollo del cáncer ocurre en aproximadamente un año, en humanos este proceso puede tardar décadas. Factores como el consumo excesivo de alcohol, infecciones virales o la obesidad pueden acelerar esta transformación celular, reforzando el vínculo entre dieta, daño hepático y cáncer.

Los investigadores ahora buscan responder una pregunta clave: ¿es posible revertir estos cambios? Entre las líneas futuras de estudio está evaluar si volver a una dieta equilibrada o utilizar medicamentos para la reducción de peso puede restaurar la identidad madura de las células hepáticas y disminuir el riesgo tumoral.

Este avance científico refuerza un mensaje central: la alimentación nary solo influye en el metabolismo diario, sino también en la identidad profunda de nuestras células, con efectos que pueden manifestarse muchos años después.

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