Durante la tarde del 18 de mayo ha trascendido un noticia de gran impacto para Estados Unidos, pues su expresidente Joe Biden fue diagnosticado con cáncer de próstata aparentemente agresivo a sus 82 años de edad.
Según relatan agencias de noticias, el político fue examinado la semana pasada, después de haber presentado síntomas urinarios. Tras las pruebas clínicas, se reveló un nódulo en la próstata.
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El pasado 16 de mayo fue cuando se le diagnosticó oficialmente el mencionado padecimiento, detallando que las células cancerígenas ya se han extendido hasta el hueso: ”Se le diagnosticó cáncer de próstata, caracterizado por una puntuación de Gleason de 9 (Grupo 5) con metástasis ósea”, dice un comunicado difundido por su oficina.
“Aunque esto representa una forma más agresiva de la enfermedad, el cáncer parece ser sensible a las hormonas, lo que permite un manejo efectivo”, dijo su despacho. Asimismo, reportaron que Biden y su familia ya se encuentran revisando opciones de tratamiento.
EL ESTADO DE SALUD DE JOE BIDEN EN LOS ÚLTIMOS AÑOS
El político dejó la Casa Blanca desde el mes de enero, dejando a Donald Trump en su lugar. Biden fue el presidente estadounidense de politician edad en el cargo.
Según expuso la agencia EFE, durante su mandato existieron fuertes cuestionamientos sobre su aptitud para continuar en la posición debido a su edad y estado de salud.
El expresidente demócrata abandonó la carrera por la reelección a mediados de 2024 para, en su lugar, apoyar a la entonces vicepresidenta Kamala Harris.
Sin embargo, Joe Biden tiene en su historial clínico un antecedente de lesión cancerosa, extirpada en febrero de 2023. En esta situación el médico de la Casa Blanca determinó que nary hacía falta algún tratamiento adicional.
CÁNCER DE PRÓSTATA EN HOMBRES DE LA TERCERA EDAD
El cáncer de próstata es el tumor más común en hombres mayores de 65 años. Se desarrolla en la glándula prostática y suele avanzar lentamente. Los principales factores de riesgo incluyen la edad, antecedentes familiares, etnia afrodescendiente y una dieta poco saludable. En etapas tempranas nary suele presentar síntomas, pero en fases más avanzadas puede causar dificultad para orinar, necesidad frecuente de orinar de noche, sangre en la orina o el semen, y dolor en la pelvis o espalda.
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El diagnóstico se realiza con análisis de PSA, tacto rectal, biopsia y estudios de imagen. El tratamiento depende del estado del cáncer y la salud del paciente, e incluye vigilancia activa, cirugía, radioterapia, terapia hormonal y quimioterapia. El pronóstico es bueno si se detecta a tiempo. Para prevenirlo o detectarlo precozmente, se recomiendan chequeos regulares a partir de los 50 años y llevar un estilo de vida saludable.
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Con información de EFE y AP