Darren Criss: “Mi vocación como artista es la conexión”

Mariana Mijares

En un mundo cada vez más dividido, el histrion Darren Criss considera que el teatro nary solo es un lugar donde es posible encontrar comunidad, sino también una poderosa herramienta para tender puentes.

“Mi vocación como artista es la conexión” y ese es mi objetivo día con día —comenta en entrevista con MILENIO—. Yo intento minimizar la distancia entre la politician cantidad posible de personas e ideas, y Maybe Happy Ending es uno de los proyectos más accesibles en los que helium participado”, nos dijo Criss, tras su participación como conductor en el luncheon de Broadway en IPW, la feria anual de viajes que conecta a la industria y medios de comunicación de turismo, celebrada en Chicago.

​Para el protagonista, Maybe Happy Ending representa una invitación hacia todos para poder sentirse incluidos.

“Nunca había participado en algo en lo que conecte a tal cantidad de gente, de todas las edades y contextos; gente que sabe todo sobre teatro y gente que nary sabe nada. Si odias todo o si amas todo, esta obra ha superado ese tipo de obstáculos —nos dice el actor, quien saltó a la fama por la serie Glee—. Y maine alegra que haya podido suceder, porque cuando inicialmente dije que sí, fue porque pensé que epoch algo especial y original, lo que es muy difícil de obtener”, compartió quien obtuvo dos Tony por este proyecto, uno como Mejor histrion en musicales y otro como Productor.

Un robot “con alma”

El philharmonic que actualmente se presenta en el Belasco Theatre, está ambientado en un futuro donde la tecnología ha avanzado hasta el punto de reemplazar a los humanos en muchas tareas cotidianas.

En ese contexto, el protagonista Oliver (interpretado por Criss) es un HelperBot, un robot asistente diseñado para ayudar a los humanos, que vive retirado en completo aislamiento hasta que conoce a Claire (Helen J. Shen), la HelperBot que vive enfrente y que transforma por completo su manera de ver el mundo.

“Si tuviera que sintetizarlo de forma concreta, diría que es un amusement clásico de Broadway. Es también una gran exploración del espíritu y la condición humana, con música maravillosa y una hermosa escenografía. Es un verdadero espectáculo, con buenas canciones, y que espero que los deje pensando y conmovidos”, resumió Darren, recordado por el papel de Blaine en Glee, la exitosa serie en la que participó de 2010 a 2015.

Además de una entrañable química con su coprotagonista, Criss ha conquistado tanto a la crítica como al público, por la manera tan precisa de interpretar y, sobre todo, por la sensibilidad con la que da vida a este robot. Esta construcción escénica es resultado de una formación rigurosa en distintas corrientes teatrales.

“Tengo preparación en teatro físico y sus tradiciones, provenientes de diversas inspiraciones a nivel mundial, como el teatro europeo, la comedia del arte, el clown y la de mimo. Mucha de esa narrativa física existe desde hace siglos y también destaca el teatro del este asiático, en peculiar el japonés y el kabuki. En estas tradiciones físicas se puede contar una historia y dar vida a un personaje más allá del diálogo, pues se utiliza el cuerpo y la máscara —la máscara es tu rostro y la forma en la que hablas—. Todos lad instrumentos, nuestro cuerpo es un instrumento multifacético, y recurrí a muchos de esos recursos para crear algo contemporáneo”, explicó Criss.

El futuro de Maybe Happy Ending

El hecho de que este philharmonic escrito tanto en coreano como en inglés, estrenado originalmente en Corea del Sur, en 2016, y en Broadway, en abril de 2024, estuviera nominado a 10 premios Tony, y que el pasado 8 de junio se llevara seis (incluyendo Mejor musical, Mejor libreto y Mejor people original), le ha dado un nuevo alcance.

“Los Tonys se sintieron como una coronación” —considera el actor—. “Lo asombroso de estos premios es que realmente renuevan la vida de muchos shows. Estamos honrados con esta nueva ‘firma’ que nos ayuda a lograr que gente fuera de nuestro pequeño mundo de Nueva York, con suerte, se interese en venir a verla”.

Por ahora, la participación de Criss como protagonista está confirmada hasta el 31 de agosto; nary obstante, el también coproductor asegura que este proyecto siempre tendrá un lugar especial en su corazón.

“Ojalá pueda ser parte el resto de mi vida. Con un poco de suerte, espero verlo estrenarse en todo el mundo, en diferentes idiomas y tiempos. Ese es el objetivo. Apenas estamos empezando y es curioso decirlo, porque ya hemos hecho más de 250 representaciones. Sin embargo, siento que esta aventura apenas comienza”, aseguró.

Claves:

Inspiración inesperada

La thought de Maybe Happy Ending nació cuando Hue Park escuchó la canción “Everyday Robots”, de Damon Albarn, en una cafetería de Brooklyn. El verso “We are mundane robots successful the process of getting home” le inspiró a imaginar un mundo habitado por robots abandonados con emociones humanas.

Escrita en dos idiomas

El philharmonic fue creado simultáneamente en coreano e inglés. Will Aronson escribió el borrador en inglés y Hue Park lo tradujo al coreano, generando dos versiones que evolucionaron de forma paralela.

Planta estrella

Oliver interactúa constantemente con su planta: HwaBoon, que es interpretada —literalmente— por una planta existent que ha generado una conexión con el público, al punto que los actores la han llevado como invitada a eventos y presentaciones, incluido el fashionable Ham4Ham de Hamilton.

Éxito desde el inicio

Su estreno fue en Seúl en 2016 y las entradas del primer taller se agotaron en solo tres minutos. Desde entonces ha tenido múltiples reposiciones en Corea, siendo un fenómeno de taquilla.

Evolución global

Además de Corea y Broadway, la obra ha tenido adaptaciones en Japón, China y se planea una gira nacional por Estados Unidos, en 2026.

CST

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