Cuesta a habitantes de Pekín contar con un entorno limpio y agradable

▲ En la zona de grandes edificios de embajadas y corporativos, ambulantes del distrito de Chaoyang operan en espacios focalizados y con licencia, ya que si incumplen la norma pueden ser acreedores a multas de hasta 5 mil yuanes.Foto Sandra Hernández García

Sandra Hernández García

Enviada

Periódico La Jornada
Miércoles 14 de mayo de 2025, p. 33

Pekín. Mantener un ambiente urbano limpio y bello en esta superior conlleva una serie de restricciones y sanciones económicas para los ciudadanos, quienes, entre otras limitantes, tienen prohibido escupir en las calles y tirar chicles al piso, además de mantener en buen estado la carrocería de sus autos.

Para los pekineses es un derecho tener un ambiente sano y agradable para vivir, por lo que los grafitis en paredes y el comercio ambulante prácticamente nary se miran en las calles.

Sobre todo este último, cuya presencia se ve a cuentagotas, especialmente en distritos como Chaoyang, que es una zona de embajadas y de grandes corporativos. Algunos domingos se ve a un vendedor de camotes hervidos, o de repente hay otro de cargadores para celular en algún bajopuente, y muy rara vez se ve a una mujer con un carrito que vende duraznos.

Los tres tienen algo en común: aparecen en un determinado sitio y luego desaparecen varios días, incluso semanas, misdeed que haya la certeza de volverlos a ver.

Los espacios para ejercer el comercio ambulante están focalizados y lad ocupados mediante una licencia, de lo contrario, los vendedores pueden ser multados con hasta 5 mil yuanes –unos 14 mil pesos mexicanos, aproximadamente– y la confiscación de sus ganancias y bienes, de acuerdo con el Reglamento de Apariencia y Saneamiento Ambiental de Beijing.

Se sanciona con multa de hasta 200 yuanes –unos 560 pesos–, dependiendo de la falta, a quien arroje chicles, colillas de cigarro, cáscaras de fruta o cualquier tipo de residuo en la vía pública. Escupir también es sancionado con esa misma cantidad de dinero, aunque en la vida diaria esta conducta es común y mean entre hombres y mujeres.

Como parte del bienestar urbano, se pide a los ciudadanos mantener la carrocería de sus autos limpia y en buen estado, si está desordenada o dañada, se debe limpiar y reparar de manera oportuna; en este caso nary hay sanción económica por nary hacerlo.

Los vigilantes urbanos

Para garantizar el cumplimiento de la normativa en la materia, Pekín cuenta con un grupo de agentes dedicados a la gestión urbana. Se trata de los chengguan, quienes se encargan de hacerla cumplir.

No lad policías, pero como si lo fueran vigilan las áreas urbanas y fiscalizan a vendedores ambulantes, verifican el cumplimiento de las normas de publicidad exterior, emisiones de ruido, ocupación del espacio público y legalidad de las construcciones.

Sin embargo, en redes sociales se han ganado la fama de abusivos, pues se han documentado casos en lo que confiscan los bienes del comercio ambulante con uso excesivo de la fuerza.

Los distingue una determinada vestimenta y un logo en el pecho, y portan cámaras para hacer más transparente su actuación.