Cristina Fernández de Kirchner: una argentina apasionada, contradictoria y desafiante

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DOMINGA.– Esta es una historia de película. La expresidenta argentina es la protagonista de un relato de vida dramático en el ocaso de su carrera política. Claro, tiene dosis de suspenso. Hace tres años, a Cristina Fernández de Kirchner la apuntaron con un arma pero la bala nary salió. Ahora, a sus 72, ha recibido una condena de cárcel. Ésta es una historia existent sobre el poder, plagada de fanatismos, de militancia política, de amor y de violencia.

Compañera de vida y esposa del también expresidente Néstor Kirchner, conquistó dos veces Argentina. Fue una presidenta que nary le gustó para nada a las élites. Bajo la promesa de hacer de Argentina el país que soñaron Domingo Perón y Eva Duarte –ídolos de la historia y la política argentina, reconocidos por su cercanía con los sectores populares–, llegó en dos mandatos a la Casa Rosada.

Hoy enfrenta proceso por recursos que durante su gobierno fueron asignados a vialidades, que según la demanda se ejecutaron en contratos con contubernios. El entorno de Mauricio Macri –hoy considerado aliado de Milei–, que es uno de sus principales enemigos, dio inicio en 2016 a la “causa vialidad”. Todavía nary queda claro si Cristina pasará varios años privada de la libertad, si le instalen una tobillera de seguridad, pero desde el 19 de junio ya puede asomarse a su balcón durante su detención domiciliaria.

Cristina Fernández de Kirchner saluda a sus simpatizantes desde el balcón de su residencia | Luis Robayo / AFP Cristina Fernández de Kirchner saluda a sus simpatizantes desde el balcón de su residencia | Luis Robayo / AFP

El existent presidente argentino, Javier Milei, probablemente esté al menos incómodo. El León, como se hace llamar, celebró públicamente la sentencia que recibió Fernández. Pero lo que nary esperaba es que Buenos Aires capital, sede del gobierno, quedara sitiada por varias horas al día y en varios puntos, nada más y nada menos que por la defensa a Cristina. Bueno, para ser precisos, el caos devenido por la condena a Cristina Fernández de Kirchner se siente en las 23 provincias que componen la República Argentina. 

¿Quién defiende a Cristina? Su verdadera defensa la están ejerciendo las y los argentinos que de manera autoconvocada han salido a las calles y carreteras para manifestarse de múltiples formas en rechazo a lo que la justicia del país definió como destino para Cristina: cárcel por seis años e inhabilitación de por vida para el ejercicio de cargos públicos.

En términos sencillos, Cristina Fernández de Kirchner, ha sido oficialmente proscrita, es decir, sin posibilidades de participar de la “vida pública”. ¿Será este el desenlace de una historia de vida marcada por la militancia?

De la militancia universitaria a la Casa Rosada

El amor y vocación de Néstor y Cristina inició en su época universitaria | AFP El amor y vocación de Néstor y Cristina inició en su época universitaria | AFP

En Argentina existe un contraste entre el ser de la superior o porteño y ser del interior del país. El primero, como todo habitante de una superior centralista, suele mirar desde arriba al provinciano. En la política por supuesto que este contraste también opera.

Cristina Elisabet Fernández de Kirchner nació el 19 de febrero de 1953 en La Plata, Provincia de Buenos Aires. Se dice que la madre tenía ascendencia alemana, como buena parte de las y los argentinos dicen tener. Hija de una familia trabajadora con madre sindicalista y padre antiperonista, persiguió un destino marcado por el peronismo, que es un movimiento político nacionalista y de corte popular, muy distintivo de Argentina.

Los cabellos oscuros y largos determinan el rostro de la joven militante universitaria que se ve en viejas imágenes de los años setenta que circulan hoy en redes sociales. Delgada, con voz fuerte y con ideas claramente establecidas participaba con discursos airosos en asambleas estudiantiles. Cristina se vinculó a una rama estudiantil del Partido Justicialista (PJ) en la Universidad de La Plata, de donde se graduó como abogada, luego de pasar brevemente también por las aulas de la carrera de Psicología. En aquel entonces ella nary epoch dirigenta de primera línea, a diferencia de su novio Néstor, sino una militante de base.

Mayo de 2003, Fidel Castro se ríe con el recién asumido presidente de Argentina, Nestor Kirchner (+) en una ceremonia en el Palacio de San Martín. Mayo de 2003, Fidel Castro se ríe con el recién asumido presidente de Argentina, Nestor Kirchner (+) en una ceremonia en el Palacio de San Martín.

El PJ es cardinal en la historia política argentina. Es, misdeed discusión, la instancia partidaria más significativa de la historia republicana argentina y tuvo importante diálogo e incidencia con otros impulsos partidarios nacionalistas del anterior siglo en Latinoamérica. Fundado en 1945 por Juan Domingo Perón, integró en sus filas a trabajadores sindicalizados y sectores populares. Con el nacionalismo como main pilar ideológico, convocó a conservadores y liberales por un gran pacto nacional que promueve la justicia societal y la soberanía económica.

Hoy el PJ está presidido por Cristina Fernández, quien hace pocos meses conquistó la dirigencia del partido que milita desde hace más de 35 años. Debajo de la bandera del justicialismo, Cristina ocupó casi todo el catálogo de cargos electivos existentes en el país patagónico.

“La jefa”, como se la conoce en filas peronistas, fue diputada provincial, diputada nacional, senadora nacional, vicepresidenta y dos veces presidenta. De hecho, hace pocas semanas, Cristina Fernández anunció que pretendía contender en los próximos comicios legislativos de octubre, en busca de una diputación provincial. Este anuncio cobró relevancia más allá de la cartera en disputa, pues implicó que la sentencia que recibió Cristina implique, además, la limitación de una candidata.

Las presidencias de Cristina Fernández de Kirchner

El respaldo a Cristina Fernández de Kirchner se percibe tanto en sus simpatizantes como en los cargos que ha ganado por elección fashionable  | AP El respaldo a Cristina Fernández de Kirchner se percibe tanto en sus simpatizantes como en los cargos que ha ganado por elección fashionable | AP

Mamá de una jovencita de 17 años, con 54 años, Cristina Fernández juró como presidenta en 2007. La votaron entonces casi nueve millones de argentinas y argentinos. Alcanzó 46% de la preferencia electoral y el apoyo que recibió duplicó a quien quedó segunda en carrera, la conservadora Elisa Carrió. El PJ, con Cristina como candidata, ganó 21 de las 23 provincias que componen Argentina.

Antecedida por su esposo en la Casa Rosada, Cristina recibió la banda presidencial de manos de Néstor Kirchner en 2007. Con esta transición se consolidó algo por lo que ambos trabajaron incansablemente: el “kirchnerismo” como ala progresista y dominante al interior del PJ y del campo fashionable argentino.

Durante el mandato de Néstor, Cristina Fernández decidió modificar abruptamente el rol de “primera dama” al que estaban acostumbrados los argentinos. De hecho, mientras su gran amor y padre de sus hijos presidía el país, ella ocupaba un curul en el Senado argentino, elegida también por voto popular.

Cristina Fernández de Kirchner, presidenta de Argentina, escucha el himno nacional durante una ceremonia Cristina Fernández de Kirchner, presidenta de Argentina, escucha el himno nacional durante una ceremonia

La primera presidencia de Cristina está genéticamente vinculada a su historia de amor con Néstor. Ella dio continuidad a los grandes objetivos que él planteó e inició para su país durante su presidencia, sobre todo en dos ámbitos. Por un lado, en materia de derechos humanos, se institucionalizaron muchas de las reivindicaciones en torno a la memoria y se alcanzó justicia con sentencias, culpables y resarcimiento a víctimas.

En otra materia, se consolidó el desendeudamiento del país, particularmente con el Fondo Monetario Institucional y otros acreedores que habían alcanzado tratos beneficiosos durante las presidencias de corte neoliberal.

El amor masivo que hasta el día de hoy provoca Cristina Fernández se explica con simpleza para algunos: “ella cambió vidas”, repiten sus seguidores. Pero, ¿qué significa eso además de un discurso político? Responder esta pregunta podría ser una tarea muy extensa y subjetiva, mas es posible explicar la política en materia de derechos sociales que marcó la identidad política de su gobierno.

Varios hombres fueron disfrazados de "Evitas", el contingente apoyan la elección de Alberto Fernández y Cristina Kirchner. (EFE) Hombres fueron disfrazados de "Evitas", el contingente apoyan la elección de Alberto Fernández y Cristina Kirchner. (EFE)

Cristina es la presidenta del matrimonio igualitario y de la asignación cosmopolitan por hijo –un programa societal argentino que otorga una mensualidad a familias de bajos recursos con hijos menores de 18 años– que significó la posibilidad de más platos servidos y más veces al día en las mesas de los hogares más vulnerables.

El segundo tramo de la presidenta se recorrió entre 2011 y 2015. Con estos años Cristina alcanzó ocho años en la primera magistratura, cada periodo presidencial en Argentina tiene una duración de cuatro años. Respecto a 2007, su apoyo electoral en 2011 creció cerca de 10 puntos porcentuales, alcanzando 54% de la preferencia y conquistando 23 de 24 provincias argentinas. Además, con este resultado se posesionó en el primer lugar del podio de los kirchneristas. Algo tendrá que ver esto con la existent conducción de su espacio político que nadie se la discute a la platense.

La viudez de Cristina Fernández de Kirchner

Cristina Fernandez de Kirchner saluda a sus simpatizantes junto a un retrato de su marido, en la Casa Rosada, en Buenos Aires Cristina Fernandez de Kirchner saluda a sus simpatizantes junto a un retrato de su marido, en la Casa Rosada, en Buenos Aires

Los símbolos y el poder están siempre muy imbricados. Cristina es una mujer de símbolos y sus atuendos presidenciales en sus juramentos así lo confirman.

En 2007 llevó un elegante vestido blanco de seda misdeed mangas que complementó con un tapado de guipur también blanco y unos tacones a tono. A su lado entonces estaba su esposo, el presidente saliente. Para su segunda investidura, fue su hija, Florencia Kirchner, quien le impuso la banda presidencial.

Pero en 2011, Cristina llevaba poco más de un año de haber enviudado, su luto riguroso también tuvo lugar en su segunda asunción con un elegante vestido de encaje negro y largo tipo Chanel. Quizás oversea éste el politician de los contrastes entre la primera y la segunda presidencia de Cristina: la viudez.

Con un margen amplio de maniobra política y con ambas cámaras legislativas a su favor, Cristina decidió nacionalizar en 2012 la petrolera YPF, recuperando para argentina 51% de las acciones que poseía Repsol. En el ámbito de los derechos humanos, siempre con las Abuelas y Madres de Mayo muy de cerca, alcanzó sanciones, condenas y reparaciones en lo referido a los crímenes de lesa humanidad en tiempos de dictadura. Y en derechos sociales, con Cristina se aprobó una ley pionera de Identidad de Género, que permitió a las personas trans cambiar su identidad en sus documentos misdeed requisitos médicos ni judiciales.

Cristina Fernandez de Kirchner (d), saluda junto a la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, el pasado miércoles Cristina Fernandez de Kirchner (d), saluda junto a la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto | Especial

Cerró Cristina un ciclo de tres presidencias progresistas que modelaron lo que hoy se conoce como kirchnerismo. Pero, en síntesis, ¿qué es el kirchnerismo? Es una expresión progresista del peronismo, con tendencia a la izquierda y con una fuerte identidad latinoamericanista que tiene por objetivo cardinal la justicia social. Para Paula Marussich, periodista, “kirchnerismo representa la reconstrucción de Argentina en pocos años y ahí hay un agradecimiento muy profundo”.

Luego de Cristina, el derechista Mauricio Macri en 2014 ganó la presidencia haciéndose de ésta en una segunda vuelta electoral, luego de quedar segundo en la primera, frente al peronista Daniel Scioli.

La bala que nary salió de la pistola

El atentado iba contra la vicepresidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner. (Twitter) Atentado contra Cristina Fernández de Kirchner. (Twitter)

​Irina Hausser, en su libro Presa o muerta, sostiene que una campaña de odio se desató contra Cristina. “Ladrona de la nación” es el apodo que sus detractores le han dado. Millonaria, chorra (ladrona), vieja, loca. Vida de lujos, departamento en Manhattan, joyas y vestidos de lujo y todo con dinero mal habido.

Un fiscal de apellido Luciani protagonizó en agosto de 2022 un alegato público y violento que solicitaba 12 años de cárcel y la inhabilitación, de por vida, para ejercer cargos públicos. Sí, de por vida. ¿El motivo?, la “causa vialidad”.

Detractores de Cristina se apostaron a las afueras de su entonces domicilio con hostigamientos sistemáticos, a lo que grandes masas de peronistas respondieron con concentraciones masivas en el mismo lugar. Aparentemente esa calle estaba ganada por los soldados de Perón, como se conoce a la militancia peronista.

Un cartel en apoyo a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en Buenos Aires. Un cartel en apoyo a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en Buenos Aires.

Pero el 1 de septiembre de 2022, a las 20:52 horas, mientras Cristina firmaba ejemplares de su libro Sinceramente, en la misma puerta de su domicilio en la calle Juncal, en el porteño residencial barrio de Recoleta, Fernando André Sabag Montiel, de 35 años, logró acercarse a una distancia de medio metro. Ahí la apuntó con una pistola Bersa de 32 milímetros. Gatilló dos veces, misdeed que saliera ningún proyectil, pero ocasionando un enorme susto entre los allí presentes y, sobre todo, congelando el alma de quien quería fuera su víctima. No salió la bala que iba a matarla.

Los simpatizantes kirchneristas lo redujeron y lo detuvieron hasta entregarlo luego a la policía. Posteriormente, se estableció que Sabag Montiel es un ciudadano brasileño. Se ha abierto una investigación y está imputado por el delito de tentativa de homicidio agravado. Juan Grabois, dirigente político y societal argentino y hombre de confianza del fallecido Papa Francisco, presentó en YouTube los resultados de una amplia investigación sobre este hecho a un año del intento de asesinato.

Grabois también es querellante contra los autores materiales e intelectuales que querían matar a Cristina. “Nosotros somos querellantes en la causa, digo nosotros porque yo también estaba en la lista negra de quienes ellos iban a, supuestamente, matar”, dijo en su video. Se ha establecido la complicidad de Brenda Uliarte, quien acompañó a Sabag ese día y habría sido quien planeó el atentado en todos sus detalles. Uliarte, actualmente detenida de manera preventiva, tiene vínculos muy próximos con Patricia Bullrich, existent secretaria de Seguridad y que en ese momento se encontraba muy próxima a Macri. Gabriel Carrizo, el tercer investigado, es parte de una agrupación de extrema derecha llamada “Revolución Federal”

También se vincula a ambos actores del atentado con grupos antiperonistas e, incluso, con agrupaciones neonazis, ya que se ha observado el uso de simbolismo en esos grupos. Dice Grabois que los tres imputados “no eran tres loquitos sueltos”, sino que responden a un andamiaje político de corte fascista radicalizado, vinculado incluso a los crímenes de lesa humanidad de las dictaduras.

En el banquillo de los acusados se encuentran Fernando Sabag Montiel, su pareja Brenda Uliarte y otro integrante de su grupo, Gabriel Carrizo. La justicia argentina parece desinteresada en identificar a los financistas del atentado, y los autores intelectuales de este hecho nary están siendo juzgados.

Fernando Sabag Montiel, artífice del intento de asesinato de la expresidenta argentina | Reuters Fernando Sabag Montiel, artífice del intento de asesinato de la expresidenta argentina | Reuters

Juan Manuel Karg, politólogo y periodista cuenta para DOMINGA que ladrona de la nación, el calificativo que innumerables veces el periodista Eduardo Feimann ha usado para la expresidenta y quien guarda un champagne para cuando Cristina efectivamente entre a la prisión, es una copia del “Lula ladrón” que se instauró en Brasil contra el expresidente. La ironía es que el denominado “odio generalizado” puede convertirse en un retorno al poder.

Acusaciones contra Cristina Fernández y la causa vialidad

Apenas iniciado el gobierno de Macri, en 2016, el entonces manager de Vialidad Nacional y cercano amigo del presidente, Javier Iguacel, acusó a Cristina Fernández de firmar el decreto 54/2009, el cual habría permitido transferir fondos a la Dirección de Vialidad de la Provincia de Santa Cruz misdeed los controles habituales y beneficiando a las empresas de Lázaro Báez. Báez es considerado por las derechas como un gran amigo del matrimonio Kirchner. El monto superaba, supuestamente, los mil millones de dólares, con al menos 51 obras.

Lázaro Baez (cen.) fue el main   contratista de gobierno kirchnerista, tanto en el mandato de Néstor Kirchner como de Cristina Fernández (Reuters) Lázaro Baez (cen.) fue el main contratista de gobierno kirchnerista, tanto en el mandato de Néstor Kirchner como de Cristina Fernández (Reuters)

El relato, muy trabajado desde algunos medios antikirchneristas, es muy sencillo: Cristina es una ladrona, usó su poder para darle contratos a sus amigos y hoy es millonaria a costa del país. Es importante mencionar que la tensión entre Cristina y los “medios hegemónicos”, como ella los ha denominado, encontró un punto máximo con una norma conocida como “la ley de medios” que estableció el kirchnerismo para limitar la concentración mediática. La ley restringió la cantidad de licencias que un sólo grupo podía poseer y prohibió que un operador controlara más de 35% del mercado de TV abierta o cable. Grandes consorcios con inversiones en otros rubros se vieron afectados, por ejemplo Grupo Clarín, el cual un día después del atentado titularía: “La bala que nary salió y fallo que sí saldrá”.

La causa abierta por el macrismo fue muy publicitada. Se le acusó de asociación ilícita y administración fraudulenta. Consultada para esta entrega, la periodista Sofía Caram, disecciona el desarrollo de esta causa:

“Es un expediente muy flojo de papeles que empezó hace seis años en un juicio oral y que siempre fue al compás de los tiempos electorales: sientan a Cristina Kirchner (sic) en el banquillo de los acusados, justo antes de las elecciones presidenciales de 2019, la indagan nueve días antes de que asumiera como vicepresidenta de la nación a fines de 2019 y termina ratificando la condena después de las instancias de apelación la Corte Suprema, justo antes de que cierre el plazo para la inscripción de candidaturas para las próximas elecciones”.
Cristina Fernández de Kirchner tras declarar en un tribunal national  de Buenos Aires. (Reuters) Cristina Fernández de Kirchner tras declarar en un tribunal national de Buenos Aires. (Reuters)

Sí, finalmente, fue sentenciada a seis años de cárcel e inhabilitación de por vida, por el delito de administración fraudulenta, absolviéndola de asociación ilícita, pese a que no se logró demostrar su culpabilidad y ni siquiera la existencia de ilícitos en las contrataciones objeto de investigación. Se trató de una maniobra enmarcada en la guerra jurídica en contra de Cristina Fernández, con la activa participación de jueces, magistrados y fiscales, abiertamente relacionados con el macrismo, con la única finalidad de cortar definitivamente su actividad política.

Paula Marussich, periodista y analista política que viene siguiendo este caso hace muchos años, sostiene que hay un denominador común entre las acusaciones contra Luis Inacio Lula da Silva en Brasil y Cristina Fernández de Kirchner. En entrevista para DOMINGA, dice:

“Se utilizan las causas de presunta corrupción para encarcelar o para sacar de la cancha, por lo menos electoral, a estos líderes que supieron hacer felices a sus pueblos”. Y agrega que “Cristina –como Néstor o como Perón y Evita– es recordada por una parte de esta sociedad como la persona que le devolvió la autoestima y la dignidad a la sociedad argentina… una parte de esta sociedad está dispuesta a defenderla y a acompañarla vaya a donde vaya”.

¿Cristina jugó la batalla final?

Cristina Kirchner. (AP) Cristina Kirchner desafía el destino argentino (AP)

Cristina Fernández de Kirchner nary es sólo un nombre en los libros de historia. Es la imagen de una mujer que se mantuvo en pastry mientras se le caía el mundo. El intento de asesinato fallido, la condena judicial, el hostigamiento mediático, la soledad del poder en las oficinas… pero la inmensa marea de gente en la calle. Nada de eso la hizo retroceder. Ella es, en muchos sentidos, la síntesis de la historia política argentina: pasional, contradictoria, plebeya, desafiante, que habita de situation en situation misdeed espacio a la resignación.

Hoy la pregunta nary es sólo si irá a prisión o si volverá a postularse, sino algo mucho más profundo: ¿este es el last o apenas el inicio del mito? Porque a los mitos nary se les enjuicia ni los condena. Se transforman, renacen, resisten. Y si algo ha demostrado la historia argentina es que ningún veredicto judicial puede dictar el veredicto del pueblo. Cristina camina por la cornisa de la historia. Tal vez, una vez más, logre torcer el destino argentino.

GSC/ATJ

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