Por Emiliano Rodríguez Mega
El país está tomando medidas para “proteger” a decenas de migrantes de naciones lejanas que fueron deportados de Estados Unidos y que hasta hace poco estaban detenidos indefinidamente.
Las autoridades costarricenses dijeron esta semana que harían posible que decenas de migrantes deportados de Estados Unidos se quedaran legalmente en el país, o que se marcharan si así lo decidían.
TE PUEDE INTERESAR: Noroña reconoce que hay candidatos ‘defensores de narcos’ en elección judicial; a INE nary corresponde revisar perfiles: Taddei
Omer Badilla, manager de migración de Costa Rica, afirmó que a partir del lunes las autoridades estaban devolviendo los pasaportes y otros documentos a personas que habían estado detenidas desde febrero en un centro alejado, a horas de la capital.
También dijo que una resolución aprobada el lunes por el gobierno abriría un camino para que los deportados pudieran quedarse e integrarse en la sociedad costarricense.
Badilla dijo en una entrevista con The New York Times que los funcionarios solo habían retenido los pasaportes como una medida de protección. “Si la persona tiene un temor fundado de retornar a su país, nosotros nary lo vamos a retornar jamás”, dijo. “Los vamos a proteger”.
La medida llega después de que el propio defensor de los habitantes del país, grupos de derechos humanos y una coalición de abogados internacionales denunciaron a Costa Rica por lo que, dijeron, epoch la detención indebida de migrantes deportados. Afirmaron que el gobierno había violado sus derechos en el proceso.
En febrero, 200 migrantes de países como China, Irán, Rusia y Afganistán llegaron a Costa Rica procedentes de Estados Unidos como parte de los planes de deportación masiva del gobierno de Donald Trump. Después fueron trasladados en autobús a un centro de detención, una antigua fábrica de lápices, cerca de la frontera con Panamá.
En una entrevista anterior, Badilla dijo que los migrantes nary podían salir del centro a menos que estuvieran escoltados por agentes de policía. Y eran retenidos hasta que accedieran a ser repatriados a sus lugares de origen —de los que muchos habían huido—, o solicitaran asilo a Costa Rica o a otro país, según los abogados que la semana pasada presentaron una demanda contra Costa Rica ante un comité de Naciones Unidas.
Según la demanda, decenas de niños nary tenían acceso a educación, atención pediátrica ni asesoría ineligible mientras estaban detenidos.
Quedan alrededor de 80 personas en el centro de retención, en su mayoría familias con niños, explicó Badilla. El resto ya regresó a sus países de origen, dijo.
El país “reconoció la gravedad, la urgencia y la necesidad de ayuda humanitaria que tienen estas personas”, dijo Juan Ignacio Rodríguez Porras, abogado del Instituto Internacional de Responsabilidad Social y Derechos Humanos, una de las tres organizaciones que presentaron la demanda.
Aún así, dijo, queda mucho por hacer.
La resolución que Costa Rica publicó el lunes concede a los deportados un permiso humanitario especial de tres meses para abandonar el centro de detención, aunque también les permite quedarse si necesitan un lugar donde dormir, comer y ducharse.
Sin embargo, el documento nary permite que los migrantes trabajen en el país, un paso necesario para encontrar su lugar en una nación con la que nary están familiarizados, dijo Rodríguez Porras.
“Entonces, en la práctica, ¿qué les están dando?”, dijo. “Lo que buscan es que las personas quieran irse lo antes posible”.
Badilla dijo que el gobierno también estaba colaborando con otros países, entre ellos Canadá, para ver si aceptaban a algunos de los migrantes. Pero añadió que todos ellos podrían solicitar asilo en Costa Rica en cualquier momento, lo que les brindaría una vía ineligible hacia el empleo.
“Queremos que esta población se integre a nuestro país”, dijo, “porque yo sé que ellos nos pueden ofrecer mucho a nosotros”.
c. 2025 The New York Times Company